Brahim Ghali, líder del Frente Polisario, permanece ingresado en el hospital San Millán-San Pedro de Logroño desde el pasado 18 de abril.

Brahim Ghali, líder del Frente Polisario, permanece ingresado en el hospital San Millán-San Pedro de Logroño desde el pasado 18 de abril. Montesi / Getty

España CRISIS CON MARRUECOS

El Gobierno permitió a Ghali saltarse el control fronterizo al llegar a Zaragoza desde Argelia

Exteriores quería evitar así que su presencia fuera descubierta por Rabat y que se pusiera en marcha la maquinaria de la Audiencia contra él.

22 mayo, 2021 01:39
M.A. Ruiz Coll Carlos Frías

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El Ministerio de Asuntos Exteriores otorgó al secretario general del Frente Polisario, Brahim Ghali, un trato "VIP", de visitante diplomático, para evitar que quedara constancia de su paso por el control fronterizo del aeropuerto de Zaragoza.

Ghali llegó a Zaragoza el pasado 18 de abril a bordo de un avión medicalizado para ser trasladado en ambulancia al hospital San Millán-San Pedro de Logroño, donde se le ha tratado por Covid.

Las fuentes policiales consultadas por EL ESPAÑOL señalan que se le dio un trato preferente por dos motivos. En primer lugar, porque Ghali tiene varias causas abiertas en la Audiencia Nacional. Si se hubiera revelado su verdadera identidad al llegar a España se habría puesto en marcha la maquinaria judicial para responder de los presuntos delitos de genocidio y torturas ante el magistrado Santiago Pedraz.

Y en segundo lugar, la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, que había accedido a dar tratamiento médico a Ghali en España por “motivos humanitarios”, quería evitar que la presencia del líder polisario en España fuera descubierta por Marruecos. Por este motivo, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) diseñó todos los detalles del operativo, en estrecha colaboración con los servicios secretos argelinos, como ha informado EL ESPAÑOL.

La aeronave medicalizada en la que viajaba Brahim Ghali procedente de Argelia aterrizó en la base militar de Zaragoza pasadas las 20:00 horas del pasado 18 de abril. Aunque su llegada se produjo en las instalaciones militares, compartidas por el aeropuerto civil de la ciudad, el líder saharaui debía pasar por un doble filtro: el control de fronteras atendido por funcionarios de la Policía Nacional (donde el viajero debe mostrar su pasaporte) y el control aduanero, donde la Guardia Civil examina su equipaje. Así ocurre con todo viajero procedente de un país ajeno al espacio Schengen.

No se hizo así. Tras el aterrizaje en la pista militar, Ghali, que viajaba acompañado de una mujer y dos hombres (uno de ellos médico), fue descendido del avión oficial de las Fuerzas Aéreas de Argelia e introducido en una ambulancia del Servicio de Salud de Aragón, que lo condujo hasta el hospital de Logroño.

"Si hubiese salido por la base militar lo habríamos sabido. Nosotros somos los que aparcamos los aviones, y los domingos hay muy poco tráfico", aseguran fuentes militares consultadas por este diario.

Órdenes superiores

Las fuentes consultadas por EL ESPAÑOL aseguran que los agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional presentes en el aeropuerto desconocían por completo la identidad del visitante. Cuando algunos agentes advirtieron de que se estaba cometiendo una irregularidad al permitir que Ghali y sus acompañantes eludieran el control fronterizo, otros funcionarios de la Policía les comunicaron que había “órdenes de la superioridad” para que se hiciera así.

Además del estatus diplomático de los viajeros, concedido por el Ministerio de Asuntos Exteriores, alegaron que el grave estado de salud del líder polisario hacía imprescindible que recibiera atención médica urgente. La apelación a las “órdenes superiores”, en alusión a las instrucciones del Ministerio de Interior, zanjaron el debate.

Las mismas fuentes señalan que el estatus diplomático del vuelo habría permitido, en todo caso, que las pertenencias que portaban Ghali y sus acompañantes no fueran sometidas al control aduanero, al estar protegidas como “valija diplomática”. Pero esta condición en ningún caso permite legalmente sortear el control fronterizo, en el que debe identificarse el viajero procedente de fuera del espacio Schengen.

Identidad falsa

Al ingresar en el hospital San Millán-San Pedro de Logroño, Brahim Ghali quedó registrado con una identidad falsa -Mohamed Benbatouche-, como constataron el pasado 4 de mayo los dos agentes de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional que acudieron para notificarle una citación de la Audiencia Nacional.

Las fuentes policiales consultadas aprecian que se ha podido producir  un presunto delito de falsedad documental en el centro hospitalario. 

El Ministerio de Asuntos Exteriores, a través de la Dirección General de Protocolo, Cancillería y Órdenes, fue el encargado de confirmar al Ministerio de Defensa la llegada del avión militar procedente de Argel, con un tratamiento de “vuelo de Estado”, en el que viajaban Brahim Ghali y sus acompañantes.

Siguiendo el conducto oficial, corresponde al Estado Mayor del Aire comunicar entonces al aeropuerto de destino -la base militar de Zaragoza- el plan de vuelo de la aeronave.

Fuentes oficiales del Ministerio de Asuntos Exteriores han eludido confirmar a EL ESPAÑOL si se utilizó esta fórmula para que el líder polisario evitara el control fronterizo, y se han remitido a las declaraciones realizadas el pasado miércoles por la ministra Arancha González Laya a RNE, en las que negó rotundamente que Ghali hubiera utilizado un pasaporte falso para entrar en España.

Similitud con Delcy

Las fuentes policiales consultadas comparan lo ocurrido con la visita de la vicepresidenta de Venezuela Delcy Rodríguez al aeropuerto Adolfo Suárez Barajas, en un avión oficial, el pasado 20 de enero. En aquel caso, la actual número dos del régimen chavista también recibió un trato de alto cargo internacional pese a las sanciones de la Unión Europea que pesan sobre ella: fue conducida a la sala de autoridades del aeródromo y el Gobierno sostiene que en ningún momento llegó a pisar suelo español.

Todas las precauciones tomadas para ocultar la presencia de Brahim Ghali en España han sido en balde ya que, como ha informado este periódico, los servicios secretos marroquíes descubrieron la operación ya en Argelia, antes incluso de que el líder saharaui subiera al avión que lo trasladaría a Zaragoza.

Todo ello ha creado un grave conflicto diplomático con el régimen de Mohamed VI, que ha retirado a su embajadora en España y ha propiciado una avalancha sin precedentes en la frontera de Ceuta, protagonizada por miles de niños.