Bal, flanqueado por Arrimadas y Villacís, en un acto de campaña.

Bal, flanqueado por Arrimadas y Villacís, en un acto de campaña. EFE

España EDMUNDO BAL

¿Tienes cerca de casa un cartel de Cs? Su estrategia para arañar los 10.000 votos que le dan el 5%

Edmundo Bal trata de aprovechar la ventaja competitiva de una cartelería por encima de sus perspectivas electorales, dado el peso actual del partido naranja en la Asamblea. 

26 abril, 2021 01:38

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Paradojas de la política, y más de la convulsa política española de los últimos tiempos, las perspectivas electorales de un partido no tienen que ver, necesariamente, con su peso actual en una determinada cámara parlamentaria. Es, sin duda, lo que le ocurre a Ciudadanos en las elecciones madrileñas del próximo 4 de mayo.

El casi 20% de los votos que obtuvo Ignacio Aguado en 2019, que con veintiséis escaños le auparon a la vicepresidencia de la Comunidad de Madrid, queda muy lejos de las perspectivas actuales de su sucesor, Edmundo Bal, un candidato de emergencia para una cita con las urnas en las que los de Inés Arrimadas podrían estarse jugando su ser o no ser como proyecto nacional.

El proyecto que Albert Rivera logró implantar a partir de 2015 con su salto a la política nacional desde Cataluña, y que está en pronunciado declive desde el histórico batacazo del ex presidente de Ciudadanos en noviembre de 2019, que forzó su dimisión.

Ahora la expectativa es, en el mejor de los casos, superar la barrera del 5% y lograr así representación en la Asamblea de Madrid, pudiendo además eventualmente sumar para reeditar el Gobierno de PP y Ciudadanos sin que entre en él Vox, uno de los grandes reclamos electorales de Bal.

Igualados en presencia y cartelería 

Pero, volviendo a la paradoja, la actual presencia institucional de Ciudadanos les permite jugar en la liga de los grandes en cuanto a presencia mediática, participación en los debates de candidatos y por último, pero no sin duda menos importante, presencia en cartelería y mailing. 

Bal, junto a un cartel de Ciudadanos.

Bal, junto a un cartel de Ciudadanos. EFE

Así, avenidas tan principales de la capital de España como La Castellana o El Paseo de El Prado están engalanadas estos días con la imagen de Edmundo Bal, cuyo nombre de pila eclipsa, incluso, a las siglas Ciudadanos, de las que se llega a prescindir en algunas banderolas, bien visibles junto a las de los Ayuso, Gabilondo, Mónica García, Rocío Monasterio o Pablo Iglesias.

"Vota Edmundo. Elige centro" es el lema críptico con el que el partido naranja pide su apoyo a los madrileños, el mismo cuerpo electoral que hace un lustro posibilitó la expansión nacional del partido cuando, por ejemplo en las elecciones europeas de 2014 -aquellas en las que irrumpió como gran novedad Podemos, pero Ciudadanos obtuvo dos eurodiputados- hasta dos tercios de sus votantes se concentraron en esa comunidad autónoma. 

"¿Sabías que...?"

En la carta que reciben los madrileños estos días, en las que se sintetizan hasta "seis razones para confiar en Edmundo Bal" se puede leer, al final de la misma, una frase clave, que en parte desvela la obsesión que se tiene ahora mismo en el equipo de campaña.

"¿Sabías que…? Ciudadanos está a 10.000 votos de evitar que los extremos decidan el futuro de Madrid?" Se afirma, tratando de combatir el mensaje de los rivales de que Ciudadanos se quedará fuera de la Asamblea de Madrid. 

Fuentes del partido naranja aseguran que "lo que está claro es que si nos quedamos fuera, será por muy poco". Ese es, por ejemplo, el escenario que dibuja el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que otorgaba a Bal el 4,5% de los votos. Otros sondeos, como los de SocioMétrica para EL ESPAÑOL, le sitúan en cambio por encima de la barrera mínima.

En realidad, y aunque obviamente es un cálculo que depende de la participación, en el cuartel general naranja cunde la sensación de que el umbral del 5% estará en torno a los 160.000 votos en toda la comunidad, de los que 140.000 o 150.000 estarían asegurados por los votantes más fieles del partido de centro.

Se trata de aproximadamente la mitad de votantes madrileños que en las elecciones generales repetidas de 2019 decidieron, a pesar de todo, volver a respaldar a Rivera, otorgándole a Ciudadanos tres escaños por esa circunscripción, de los diez que obtuvo en toda España. Una perspectiva que invita al optimismo a Bal, así como la del importante número de personas que no respaldó a Ciudadanos en aquella cita, tras haberlo hecho en la de abril, pero que en vez de elegir otra papeleta se fue a la abstención.

La evolución de la campaña tras el punto de inflexión del debate del viernes en la Cadena SER, abandonado abruptamente por Pablo Iglesias tras dudar Rocío Monasterio de la veracidad de la carta en su contra con balas y una nota amenazándole de muerte, podría impulsar a Ciudadanos, piensan sus estrategas, y reforzar su mensaje de que lo que está en juego, dado por sentado que la izquierda no sumará, es si el socio de Ayuso es Vox, con su discurso alarmista y distópico sobre Madrid, o el partido liberal. 

Diez mil madrileños de centro, que en muchas ocasiones habrán votado por Ciudadanos, pero que ahora se lo piensan, ante el declive evidente de su partido y las fluctuaciones de la situación política general, podrían tener una palabra decisiva en las elecciones del cuatro de mayo.

La que va de que Ciudadanos desaparezca de la Asamblea de Vallecas, afrontando una crisis puede que terminal, o de que, por el contrario, Edmundo Bal mantenga a su partido con representación y vuelva, incluso, a ser decisivo para la gobernabilidad de una autonomía tan importante en toda España.