¿Alguien da menos?

¿Alguien da menos? Tomás Serrano

España HASTA EL 9 DE MAYO

Sánchez sólo tiene atados 167 votos para prorrogar la alarma pero se resiste a negociar con Casado

La oposición quiere negociarla mes a mes y que el presidente del Gobierno rinda cuentas ante el Parlamento regularmente. 

28 octubre, 2020 02:50

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Pedro Sánchez no tiene todavía amarrados los 176 votos que necesita para alargar el estado de alarma hasta el 9 de mayo. El Gobierno quiso que esta decisión se votara a toda velocidad y el Parlamento debatirá la prórroga este mismo jueves. Sin embargo, la oposición prácticamente en bloque pone condiciones a una prórroga que todos consideran "excesiva": que se reduzcan los plazos y que el presidente del Gobierno comparezca periódicamente ante la Cámara para explicar el minuto y resultado de la situación epidemiológica. 

De momento, el Ejecutivo cuenta con 167 votos a favor: los 120 de Grupo Parlamentario Socialista, los 35 síes de Unidas Podemos, los seis del PNV, los cinco del PdCat y el voto de Nueva Canarias. El Gobierno lo tendría mucho más fácil si se abriera a negociar con el Partido Popular, que le brinda la mayoría que necesita a cambio de restringir el estado de alarma a ocho semanas y salvar así la campaña de navidad.

Moncloa, sin embargo, ha optado el camino de no descolgar el teléfono para tender puentes con Génova, el cuartel general de los populares. Fuentes de la dirección nacional del PP aseguran a EL ESPAÑOL que "no ha habido ningún movimiento" por parte del Gobierno para negociar la alarma y, de momento, su postura es inquebrantable: se niegan a permitir al Gobierno seis meses de poder absoluto.

Su portavoz parlamentaria, Cuca Gamarra, insistió este martes en que están abiertos a la negociación y en ningún momento ha dicho que vaya a votar en contra. Además, señaló que si el Ejecutivo insiste en llevar a votación los seis meses, el PP planteará una enmienda para debatirla en pleno. 

Mes a mes

El Ejecutivo se muestra confiado en que los grupos que conforman el bloque de la investidura no pondrá piedras en el camino de Sánchez. En paralelo, los partidos minoritarios buscan cerrar una estrategia común para presentar al Gobierno, que incluiría una comparecencia periódica del presidente del Gobierno o prorrogar la alarma mes a mes.

El portavoz de ERC, Gabriel Rufián,  fue claro y habló de que "es peligroso democráticamente que el Congreso no tenga control durante seis meses de algo tan restrictivo para las libertades como un estado de alarma". Desde Compromis también alegan que es "excesivo" aprobar ya un estado de excepcionalidad para los próximos seis meses. Una teoría que también avala Bildu y Mas País. En Teruel Existe todavía no han decidido su voto.

Los diez de Cs

El partido de Inés Arrimadas fue el primero que pidió a Pedro Sánchez volver al estado de alarma para reducir los contagios. Los diez diputados naranjas coinciden con los demás grupos en que Sánchez debe comparecer escrupulosamente ante el Congreso y no delegar esa función en su ministro de Sanidad. "Ciudadanos ha sido responsable y ha apoyado todas las prórrogas durante el estado de alarma en los peores momentos de la pandemia. La semana pasada lo solicitamos antes que ningún otro partido y gobierno autonómico, pero nos parece inconcebible que el Gobierno busque un estado de alarma de seis meses sin explicaciones del presidente en el Congreso", alegan fuentes del partido naranja. 

El Grupo Parlamentario Socialista confía en poder convencer a los partidos que todavía dudan de apoyar esta prórroga de medio año ofreciéndoles enmendar el real decreto para introducir "matices", como alguna comparecencia del presidente del Gobierno para hablar en exclusiva del estado de la alarma. Las negociaciones, sin embargo, "siguen todavía abiertas". 

El real decreto que publicó el BOE el domingo incluye que será el ministro de Sanidad, Salvador Illa, el responsable gubernamental que rendirá cuentas cada quince días en la Comisión de Sanidad del Congreso, una "burla" para la oposición, que quieren medirse políticamente con el jefe del Ejecutivo y descartan hacerlo con el responsable de Sanidad.