Tomás Serrano

Tomás Serrano

España CATALUÑA

Sánchez promete antes de reunirse con la Generalitat "pagar la deuda" que ERC cifra en 11.000 millones

Sánchez agradece a ERC el "tono" y "el fondo" de sus reivindicaciones. "No sabe las ganas que tengo de pagar esa deuda", reconoce. 

26 febrero, 2020 03:22

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"No sabe las ganas que tengo de pagar esa deuda porque significaría que tenemos Presupuestos Generales del Estado". Con esas palabras, Pedro Sánchez tendió este martes en el Senado puentes con ERC a unas horas de que se celebre la primera reunión de la Mesa de Gobiernos, este miércoles en la Moncloa. 

El Gobierno insiste en no desviarse de los mensajes que viene emitiendo desde hace semanas: una apuesta clara por el diálogo, el encuadre de esos contactos en un proceso largo y la necesidad de comenzar a construir la confianza con la Generalitat ocupándose en primer lugar de asuntos de gestión diaria. 

El equipo más próximo a Sánchez cree que, si logra mantenerse firme en esa estrategia y que la Generalitat no se levante de la mesa, no sólo se abrirá la expectativa de una negociación de verdad sino la vuelta del Ejecutivo autonómico a reivindicaciones que quepan en la Constitución. 

Este martes, en el Senado, Sánchez trató de situar ahí el debate, al igual que la portavoz de ERC, Mirella Cortés. La senadora no exhibió un discurso duro o de reivindicación de la autodeterminación, amnistía para los políticos presos o fin de la llamada represión, términos utilizados a diario por Quim Torra, sino que se centró en la inversión del conjunto del Estado en Cataluña en asuntos como las infraestructuras o las ayudas a la dependencia. 

"Déficit fiscal crónico"

Según Cortés, Cataluña "padece un déficit fiscal crónico" y el Estado "acumula una deuda de 3.700 millones de euros" sólo en el cumplimiento de la disposición del Estatut que dice que el Ejecutivo central debe invertir lo que pesa Cataluña en el conjunto del PIB nacional con un cálculo que comprende varios años. El año pasado, Sánchez presentó unos Presupuestos que por primera vez desde 2006 cumplían con ese precepto, pero ERC presentó una enmienda que impidió siquiera su debate. 

Mucho ha cambiado desde entonces y ahora ERC parece situarse en una posición mucho más posibilista. El discurso de Cortés siguió siendo el del agravio, pero mucho más tolerable para Sánchez que la unilateralidad mostrada en 2017. Se centró en las infraestructuras como los cercanías, el corredor mediterráneo, los puertos y aeropuertos, el IVA o la dependencia. Un "suma y sigue de deudas" que ascienden a "11.000 millones", según ella. 

Sánchez no quiso meterse en problemas, aunque en cierto modo lo hizo. "Podríamos discutir sobre la deuda, pero no sabe las ganas que tengo de pagar esa deuda porque significaría que tenemos Presupuestos Generales del Estado", dijo. 

Compromiso "retórico"

Desde el Ejecutivo enmarcan esas declaraciones en el "plano retórico". "No hay una deuda como tal, pero el proyecto de Presupuestos [de 2018] ya contemplaba cumplir con el Estatut", explican fuentes del Gobierno. 

Sánchez hizo estas declaraciones para seguir alimentando la legislatura que sólo prosperará de verdad si hay Presupuestos. En ese sentido, el presidente del Gobierno pidió a los independentistas permitirle intentar pagar esa deuda, algo para lo que harían falta unas nuevas cuentas públicas que jubilasen las de Cristóbal Montoro, prorrogadas desde 2018. 

Las declaraciones de Sánchez llegan unas horas antes de la Mesa de Diálogo que nace muy frágil por el contexto electoral en Cataluña y la pelea entre Junts per Catalunya y ERC. El Ejecutivo no tiene muchas esperanzas en que prospere por ese motivo, pero parece decidido a ponérselo difícil a los que quieran romper el diálogo. La promesa de pagar la "deuda" es en sí mismo una declaración de intenciones.