Mañueco y Silván, candidatos a presidir el PP en Castilla y León.

Mañueco y Silván, candidatos a presidir el PP en Castilla y León. EL ESPAÑOL

España DOS ASPIRANTES A SUCEDERLO

Herrera planta a Rajoy al no lograr que asumiera su responsabilidad

El portazo del presidente de la Junta abre una guerra por el control del partido en Castilla y León. 

10 marzo, 2017 01:49
Génova quería que Juan Vicente Herrera siguiera como presidente del PP de Castilla y León, pero esta vez no se ha dejado convencer. El presidente de la Junta ha anunciado este jueves, un día antes de que expire el plazo para presentar candidaturas, de que no continuará al frente del partido regional. Antes de hacerlo público, ha enviado una carta a Mariano Rajoy y ahí manifestaba que, tras 16 años presidiendo el PP de Castilla y León, había llegado la hora de ofrecer "la oportunidad más natural y razonable para su relevo, dentro de la normalidad que en ese marco deben tener este tipo de decisiones". 
Juan Vicente Herrera fue el barón que habló con mayor contundencia contra Mariano Rajoy cuando el PP perdió todo el poderío autonómico en 2015. En una entrevista radiofónica, le invitó a "mirarse ante el espejo y responderse si debe seguir siendo el candidato". Una afirmación que sentó como una bomba de relojería en Moncloa, donde miraron hacia otro lado y continuaron con su propia estrategia. Fue de hecho Mariano Rajoy quien convenció a Herrera para que se presentara como candidato en las elecciones para presidir la Junta en 2015, cuando ya sopesó la idea de marcharse por llevar catorce años en el cargo. 
Finalmente cedió a las presiones de Génova y ganó, pero sin mayoría absoluta. Entonces pactó con Ciudadanos su investidura y ahí se comprometió a limitar a ocho años su permanencia en la presidencia del partido. Juan Vicente Herrera no se volverá a presentar a presidir la Junta de Castilla y León, por eso la obsesión de Rajoy era que se mantuviera al frente del partido ahora y evitar una lucha de familias y abrir el melón sucesorio meses antes de las elecciones de 2019. 
La decisión de Herrera de no presentarse a la reelección ha provocado un auténtico terremoto por controlar el partido. Dos alcaldes han anunciado que presentarán los noventa avales que necesitan para sucederle en un congreso que se celebrará el 1 de abril. El de Salamanca, Alfonso Fernández Mañueco, es el candidato que más gusta en Génova. El de León, Antonio Silván, es el preferido del propio Herrera. De hecho, se llegó a pensar en Pablo Casado como candidato de consenso. Es un secreto a voces la mala relación que mantiene Herrera con el 'número tres' del PP nacional, Fernando Martínez-Maillo, presidente del PP en Zamora. El objetivo del todavía presidente regional era precisamente evitar el choque de trenes y pilotar su propia sucesión. Sin embargo, la presión que ha mantenido Génova presentando a su propio candidato no ha gustado a Herrera, que ha optado por apartarse y abrir la guerra.

La guerra está servida

Afiliado a Nuevas Generaciones desde los 18 años, Fernández Mañueco (Salamanca, 1965) es el eterno aspirante a suceder a Herrera. Entre 1993 y 2001 fue secretario general del PP provincial y miembro de la Diputación Provincial. Con la llegada de José María Aznar a La Moncloa fue nombrado presidente de la Diputación Provincial, un puesto que ocupó hasta 2001. Entonces dio el salto a la Junta, donde Herrera lo puso de consejero de Presidencia. Mañueco es secretario general del partido regional desde 2002 y alcalde de Salamanca desde 2011. Además es presidente del Comité Nacional de Derechos y Garantías en Madrid.
La trayectoria de Antonio Silván (Leon, 1962) también es de largo recorrido. Consejero de Fomento desde 2003 hasta 2015, ese año decidió asumir la candidatura a la Alcaldía de León y tomó el testigo a Emilio Gutiérrez. Ha sido miembro del Comité Ejecutivo del PP de León entre 2008 y 2012 y presidente del Comité Electoral del PP de Castilla y León años antes. Fue también vicesecretario de Organización del Comité Ejecutivo del PP autonómico tras los congresos de 2008 y 2012. Quienes le conocen lo describen como el político que más se parece a Herrera y fiel amigo y escudero de la que fuera presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco, asesinada a tiros en un puente de esta ciudad. 

Valdeón se cayó de la sucesión

Herrera tenía en mente dejar su legado en la que era vicepresidenta de la Junta, Rosa Valdeón. Sin embargo, la madrugada del 10 de septiembre de 2016 se truncó su carrera política al dar positivo en un test de alcoholemia. Con su dimisión fulminante, el presidente de la Junta se quedaba sin un sucesor natural. Fue entonces cuando se fijó en Silván, que desde la Alcaldía ha ido tejiendo alianzas para poder hacer frente ahora al candidato oficial del aparato nacional. Fuentes internas del partido reconocen que la mayor parte de los militantes de León está con él y que también cuenta con el respaldo de Valladolid.
Fuentes del aparato nacional reconocen que "la guerra está servida" porque "los dos candidatos" son "muy fuertes". Los presidentes provinciales se están moviendo ahora en torno a un candidato u otro y ni siquiera se descarta que pueda haber una tercera opción. La guerra, reconocen en todos los bandos, "está servida".