Si hay algo que va a caracterizar esta década es la gran cantidad de desafíos a los que vamos a tener que hacer frente. La llegada de la pandemia en 2020 puso sobre la mesa un nuevo enfoque de la sostenibilidad. Una perspectiva en la que, además de incentivar el respeto por el medio ambiente, también se ha puesto de manifiesto la importancia de reflexionar y activar otros campos fundamentales en nuestro desarrollo como sociedad, como el progreso económico o el bienestar de las personas.

Todo está conectado. Es una carrera de fondo en la que los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas nos permitirán contar con un marco común para incentivar la colaboración con socios, proveedores, instituciones y profesionales.

Eduardo Petrossi, consejero delegado de Mahou San Miguel

1. Darse en lugar de sólo dar

El gran aprendizaje que nos ha dado este último año es que el apoyo mutuo, la solidaridad y la generosidad son fundamentales para seguir avanzando, sobre todo, en situaciones tan complejas como la que hemos vivido.

Durante la pandemia hemos sido más conscientes que nunca de que la colaboración es importante para superar situaciones complicadas, poniendo en valor la importancia del esfuerzo colectivo. No se trata de cumplir simplemente con los temas referidos a sostenibilidad, sino de implicarse de una manera más intensa en ellos.

2. Somos naturaleza, lo que hagas importa

Dejar una huella positiva, además de proteger el medio ambiente es clave para preservar nuestro planeta y cada pequeño gesto cuenta. Además de integrar hábitos como el reciclaje, las compras locales o el uso del transporte público, también debemos concienciarnos y ayudar a que otros lo hagan. La mejor forma para tomar conciencia es disfrutar de la naturaleza en nuestro día a día. Conecta con ella.

3. Escucha activa y actuación consciente

Nos hemos convertido en la sociedad de la inmediatez e ir con prisa es lo natural en estos tiempos. Podemos reaprender y tomarnos las cosas con más calma y con perspectiva. Para ello, debemos integrar la escucha activa en nuestras relaciones, dejando que las personas se expliquen y mostrando interés por entender lo que nos transmiten.

4. Buscar relaciones que alimenten el alma

Las personas somos seres sociales, necesitamos los unos de los otros. Conectar, hablar, escucharnos, compartir, en definitiva, socializar es fuente de bienestar. Ahora más que nunca debemos seguir mostrando que, como sociedad, queremos recuperar el poder del encuentro entre las personas. Genera conexiones positivas. La socialización es una forma de defender nuestro modo de vida.

5. Reservar tiempo para uno mismo

Dedícate tiempo a cuidarte y a sentirte bien. Nadie duda de los beneficios que conlleva hacer ejercicio y tener una alimentación saludable. Intentemos reservarnos un tiempo cada día para nosotros, para cuidarnos y mimarnos con pequeños gestos.

Cuando una persona está bien, todo su entorno mejora. Simplemente con comer sano, hacer deporte o pequeñas actividades diarias como subir por las escaleras en lugar del ascensor, ir a hacer la compra andando o pasear conseguiremos grandes beneficios a nivel físico.

6. Cultiva tu mente, mantente despierto

Enriquecernos y crecer como personas pasa también por fomentar nuestro conocimiento. Leer, escuchar música o seguir formándonos nos permite desarrollar y ampliar nuestras capacidades, lo que supone una valiosa inversión en nuestro mejor activo: nosotros mismos.

7. Flexibiliza tu mente

La verdad absoluta no existe. Mantén la mente abierta a otros puntos de vista. En un mundo multicultural y diverso como el que vivimos, estar abierto a otros puntos de vista supone una ventaja y una oportunidad, puesto que nos permite conocer otras formas de ver las cosas e incorporar nuevos matices a nuestras creencias.

Cualquier idea es válida siempre que sea inclusiva y se plantee desde el respeto. Escuchar opiniones ajenas es básico para enriquecer nuestro propio punto de vista porque sólo del intercambio de ideas y de los pensamientos diversos surgen los mejores proyectos.

8. Aprende de tu esencia y valores

Las nuevas tecnologías evolucionan cada vez más rápido, generando cambios importantes en nuestra sociedad que pueden hacernos perder nuestra esencia. Debemos ser capaces de establecer una nueva filosofía digital, manteniéndonos fieles a la experiencia acumulada a lo largo de los años.

Tenemos la gran suerte de poder disfrutar de nuestros mayores, de nuestros compañeros de trabajo que cuentan con más vivencias. Todos nos pueden transmitir la esencia de lo que hoy somos, los valores y lo que nos ha traído hasta aquí. Nuestro legado es mantener la esencia mirando al futuro.

9. Sentirse útil

Ayudar a crecer a los demás te hará crecer como personas. Los líderes no ya del mañana, sino de hoy mismo, se caracterizan por su enfoque a las personas, por asesorar y acompañar a sus equipos, por entender sus necesidades y por empatizar para darles respuesta cuando sea posible.

Cada uno de nosotros somos únicos y podemos aportar experiencias a los demás, fomentando el crecimiento personal y profesional de quienes nos rodean.

10. No subestimemos el poder de un pequeño gesto

La teoría del caos sostiene que el aleteo de las alas de una mariposa se puede convertir en un tornado al otro lado del mundo. En un planeta cada vez más preocupado por el dato y en el que lo grande siempre es mejor, debemos poner en valor la importancia de los pequeños gestos, ya que son los que marcan la diferencia. ¿Qué vas a hacer hoy para que el nuestro mundo sea más sostenible?

*** Eduardo Petrossi es consejero delegado de Mahou San Miguel.