Galicia prohibirá por ley la venta de vapeadores y bebidas energéticas a menores antes de final de año

Una normativa "amplia", "ambiciosa" y "transversal". Así ha definido el conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez Caamaño, la nueva ley que la Xunta de Galicia espera tener aprobada y en vigor antes de final de año.

Su intención es proteger la salud de los menores mediante la restricción del acceso a productos y conductas que se consideran potencialmente adictivas o perjudiciales para su desarrollo físico y psicológico.

El texto legal, aprobado este lunes en el Consello de la Xunta y ahora en proceso de tramitación parlamentaria, contempla, entre otras medidas, la prohibición de la venta de cigarrillos electrónicos y bebidas energéticas a menores de edad.

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De esta forma, Galicia se convertirá en la primera comunidad autónoma española en equiparar legalmente los vapeadores al tabaco y las bebidas energéticas al alcohol.

El anteproyecto forma parte de la futura ley de protección de la salud de las personas menores de edad y prevención de conductas adictivas, en la que el Gobierno gallego ha trabajado desde que iniciara el proceso de consulta pública en abril de 2021.

La normativa, que según Caamaño se sustenta en una "sólida evidencia científica", pretende dar respuesta al auge del consumo de productos como los cigarrillos electrónicos entre la población adolescente.

Un joven con un vapeador en la mano en un parque. Daisy-Daisy Istock

Y es que, según la última encuesta 'Estudies' del Ministerio de Sanidad, el 41,5% de los menores de 14 años en España ya ha probado alguna vez los vapeadores, con una prevalencia significativamente mayor entre las niñas (45,9%) que entre los niños (37%).

La ley también aborda el consumo de bebidas energéticas, que contienen altos niveles de cafeína (al menos 32 miligramos por cada 100 mililitros) y otras sustancias estimulantes.

De hecho, diversos estudios advierten de los riesgos que suponen estas bebidas para los menores, especialmente cuando se mezclan con alcohol, como ocurre de forma habitual.

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Entre los posibles efectos adversos figuran alteraciones del sueño, trastornos de comportamiento o incluso intoxicaciones graves. Por ello, el texto legal contempla su retirada del alcance visual de los menores y, a partir de la entrada en vigor de esta normativa, estas bebidas deberán estar situadas en zonas separadas de los refrescos convencionales.

Otra de las novedades destacadas de la futura ley es la intensificación de la lucha contra el botellón. A partir de su entrada en vigor, será la Xunta —y no los ayuntamientos— la responsable de sancionar estas prácticas.

La norma también establece restricciones más estrictas sobre el consumo de alcohol en determinados espacios. Quedará prohibido en centros educativos, de ocio infantil o en cualquier instalación que acoja eventos dirigidos a menores.

En el ámbito sanitario, la ley contempla medidas específicas para la atención a menores intoxicados por sustancias psicoactivas. En estos casos, se solicitará la presencia de las familias y, si el menor es atendido por segunda vez, se le ofrecerá participar en un programa de ayuda en el que también se instará a colaborar al adulto responsable.

A pesar de incluir un régimen sancionador, el conselleiro ha subrayado que la ley prioriza "la prevención y los mecanismos educativos frente a la sanción económica". Como novedad, se permitirá sustituir las multas por la participación en programas preventivos, asistenciales o trabajos en beneficio de la comunidad.

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La futura normativa también incorpora medidas contra las adicciones sin sustancia, como los videojuegos o el juego online, en un intento de abordar de forma integral los nuevos desafíos que afectan a la salud mental y conductual de la población juvenil.

El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha destacado que esta ley refuerza las capacidades de los poderes públicos para actuar ante este tipo de fenómenos. Y así lo ha mostrado: "Galicia es la primera comunidad de España en regular y prohibir la venta y el consumo de vapeadores y bebidas energéticas entre los menores".

Además, la normativa amplía las zonas libres de humo, estableciendo una prohibición de fumar en un radio de 50 metros alrededor de accesos a edificios públicos, centros escolares, sanitarios, paradas de transporte y piscinas públicas.