La aeronave militar medicalizada T-22 del Ejército del Aire y del Espacio aterrizó el viernes en la Base Aérea de Torrejón, en Madrid, a las 18:30 horas. Volaba desde el aeropuerto polaco de Rezszow. A bordo, se encontraban seis niños enfermos –dos con las defensas muy bajas– y nueve acompañantes con destino a distintos centros de la Comunidad de Madrid para poder continuar con su tratamiento.

La invasión de Ucrania por parte de los rusos ha causado innumerables daños. Desde que comenzó el conflicto, Naciones Unidas cuenta por más de 5.000 las muertes de civiles, entre los que estarían, al menos, unos 340 niños. Según los datos del Gobierno de Volodímir Zelenski, a estas cifras habría que añadir los decesos de más de 10.000 soldados ucranianos.

En medio de toda esta barbarie y aún en pleno conflicto, la vida, y todo lo inherente a ella, continúa. Prosigue la lucha de muchos ucranianos por sobrevivir a otras guerras que no cesan y que permanecen silenciosas bajo el sonido de las bombas: las enfermedades.

[Entre el cáncer y la guerra: el periplo desde Ucrania de los niños en tratamiento oncológico y sus familias]

El escenario es, cuanto menos, complicado. A la compleja situación por la que atraviesa el país ucraniano, se suman las dificultades de muchas personas con enfermedades crónicas para poder recibir su tratamiento. Se han bombardeado hospitales y pacientes en una situación de vulnerabilidad no han podido acceder a su medicación diaria, o ni tan siquiera han dispuesto de agua o comida.

En estos casos, la ayuda internacional está siendo vital. En lo que respecta a España, el Ministerio de Defensa ha fletado un avión desde Polonia con menores enfermos de Ucrania como parte de su solidaridad, contribución y apoyo al Gobierno de Zelenski. 

Imágenes del interior del avión con los pasajeros a bordo. Ministerio de Defensa

Lo ha hecho en colaboración con la Sociedad Española de Hematología y Oncología Pediátricas (SEHOP) y con su presidenta, Ana Fernandez-Teijeiro. Entre los menores con necesidad de tratamiento y sus acompañantes, la aeronave ha podido transportar a 15 personas. 

Una actuación que, como señalan desde el Ministerio de Defensa, ha sido posible con el apoyo de un oficial de enlace del Mando de Operaciones (MOPS) del Estado Mayor de la Defensa español, tres escoltas técnicos y cinco miembros de la Unidad Médica de Aeroevacuación del Ejército del Aire y del Espacio (UMAER), así como dos traductores y un enfermero civiles.

Una vez aterrizaron en la capital española, se procedió al traslado y hospitalización de los niños en distintos centros sanitarios de la Comunidad de Madrid. El objetivo primordial era que pudiera continuar con el tratamiento adecuado y que, en muchos casos, se ha visto interrumpido por la guerra de Ucrania.

Una ambulancia se prepara para trasladar a los enfermos a los hospitales, a 19 de agosto. Ministerio de Defensa

No es la primera vez

Desde el inicio del conflicto en el país ucraniano, esta no ha sido la única vez en la que España, a través de su Ministerio de Defensa, ha conseguido evacuar a menores enfermos en situación de extrema vulnerabilidad.

Nada más estallar el conflicto, el avión A-400M del Ejército del Aire despegó desde Polonia para aterrizar en la base madrileña de Torrejón de Ardoz. Al menos 30 niños enfermos de cáncer y sus familias viajaban en su interior con la intención de poder continuar con su tratamiento en España. 

Era el primero de cuatro vuelos previstos para evacuar a, al menos, 100 menores desde Polonia que ya habían podido cruzar la frontera. Tal y como informó la SEHOP en su día, una vez en España, distintos equipos de enfermería y asistencia, intérpretes y voluntarios ayudaron a trasladar a los niños a hospitales públicos madrileños de referencia en el tratamiento de cáncer infantil: Niño Jesús, Gregorio Marañón, 12 de Octubre y La Paz.

Otros centros hospitalarios de Cataluña, Comunidad Valenciana o Andalucía también se movilizaron para poder trasladar a más niños enfermos con necesidades urgentes de tratamiento. Desde el mes de marzo, han podido llegar pacientes, aunque el goteo es cada vez más escaso.

Todas estas ayudas se suman a las acciones que está llevando a cabo la Unión Europea en su conjunto para ayudar a los más afectados por la guerra de Ucrania. Como ha informado la Comisión Europea, este agosto la UE desembolsó 1.000 millones de euros de ayuda macrofinanciera, como parte del paquete de ayuda de emergencia de hasta 9.000 millones de euros de junio.

En total, se han asignado hasta 348 millones de euros a proyectos de ayuda humanitaria destinados a los civiles afectados por la guerra en Ucrania. De esta cantidad, 335 millones de euros están destinados a Ucrania y 13 millones a Moldavia, para las personas que huyen de la agresión. Una ‘mano tendida’ que ha facilitado el acceso a alimentos, agua, asistencia sanitaria y alojamiento.