Plástico flotando frente a un banco de peces en Bali, Indonesia.

Plástico flotando frente a un banco de peces en Bali, Indonesia. Naja Bertolt Jensen Unsplash

Historias

Los residuos plásticos se triplicarán de cara a 2060: el daño "al planeta y la salud" que Ginebra podría evitar

Esta cumbre busca un acuerdo global que aborde la "alarmante" situación respecto a este material y su impacto en la vida marina y la economía.

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Ginebra es el escenario y el foco, evitar un 'apocalipsis' en forma de residuos plásticos. Hace dos días arrancaba en esta ciudad suiza la quinta sesión del Comité Intergubernamental de Negociación (INC-5.2) de la ONU, una reunión de líderes mundiales que tiene como objetivo disminuir el uso y la producción de este material que tantos quebraderos de cabeza provoca en cada vez más instituciones.

La cumbre se prolongará hasta el 14 de agosto, y desde el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) advierten de que, de no llegar a un acuerdo internacional que aborde la "alarmante y creciente" cantidad de residuos plásticos y su impacto en la salud humana, la vida marina y la economía, en 2060 estaríamos ante la triplicación de este tipo de desechos.

Para tratar de evitarlo, 179 países se han dado cita en la sede de la ONU para redactar el que sería el primer tratado mundial contra la contaminación plástica, tras el fracaso en las negociaciones de 2024 en Busán (Corea del Sur).

La directora ejecutiva del PNUMA, Inger Andersen, afirma que "no reciclaremos para resolver la crisis de la contaminación por plásticos: necesitamos una transformación sistémica para lograr la transición a una economía circular".

Desde el programa, a su vez, aseguran que la magnitud del problema es "enorme": popotes, vasos, agitadores, bolsas de plástico y cosméticos con microesferas son solo algunos de los productos de un solo uso que terminan en los océanos y vertederos.

8M de toneladas de plástico

En la misma línea, el último estudio lanzado por la revista científica The Lancet —muy a propósito de este enésimo intento de negociación por parte de las autoridades competentes— revela que ya hay más de 8.000 millones de toneladas de plástico en el mundo, que afectan a la salud "en todas las etapas de la vida humana" y que generan un impacto económico de unos 1.300 millones de euros.

Según más de una veintena de expertos en salud citados en la revista, los bebés y los niños pequeños son particularmente vulnerables, y los investigadores apuntan que aún solo se conoce el daño que provoca una pequeña parte de estos residuos.

El 90% de los residuos plásticos acaba en el medioambiente.

El 90% de los residuos plásticos acaba en el medioambiente. WWF

Sin embargo, el nuevo informe de WWF junto con la Universidad de Birmingham —que sintetiza cerca de 200 estudios recientes sobre los riesgos que representa la contaminación plástica para la salud humana y ambiental—, muestra que los micro y nanoplásticos, así como los aditivos plásticos, están relacionados con efectos biológicos como la disrupción endocrina y tipos de cáncer hormonales (como el de mama y testículos), problemas reproductivos e infertilidad, y afecciones respiratorias crónicas.

Por su parte, Jyoti Mathur-Filipp, secretaria ejecutiva del Comité Intergubernamental de Negociación sobre la Contaminación Plástica que lidera las conversaciones en Ginebra, señaló que "los plásticos representan un peligro grave, creciente y poco reconocido para la salud humana y planetaria y son responsables de pérdidas económicas relacionadas con la salud que superan los 1,5 billones de dólares anuales".

"Los cálculos indican que solo en 2024 la humanidad consumió más de 500 millones de toneladas de plástico. De esta cantidad, 399 millones de toneladas se convertirán en residuos", añadió.

Además, las últimas previsiones indican que las fugas de plástico al medio ambiente aumentarán un 50% para 2040. "El coste de los daños causados por la contaminación plástica podría ascender a un total acumulado de 281 billones de dólares entre 2016 y 2040", sostuvo Mathur-Filipp.

Última oportunidad

Los principales culpables, en los que se va a poner el foco en las negociaciones de Ginebra, son los envases de un solo uso como botellas, bolsas o cubiertos.

Solo el 10% de estos es reciclado mientras el 90% restante se quema, se tira en vertederos o directamente no es procesado, yendo a parar al medioambiente.

Por eso, el objetivo del acuerdo es abarcar el ciclo de vida completo de los plásticos, desde el diseño hasta la producción y la eliminación, "para promover la circularidad de los plásticos y prevenir su fuga al medio ambiente", tal y como indica el texto que guía las conversaciones del Comité Intergubernamental de Negociación.

Con 22 páginas, el documento contiene 32 borradores de artículos que se debatirán línea por línea. El texto está diseñado para dar forma al futuro instrumento y servirá como hoja de ruta para las negociaciones, que partieron con un margen de 10 días para llegar a una conclusión que, de una vez por todas, sea efectiva.

Desde WWF aseguran que se trata de la "última oportunidad" de hacer frente "a una pequeña minoría de países que se niegan a aceptar la ciencia y bloquean los avances significativos". Por ello, "los Estados miembros deben reconocer que un tratado fuerte y eficaz por consenso formal es improbable, y que no es la única vía posible".

Zaynab Sadan, responsable global de política sobre plásticos de WWF, señala que "en un mundo en el que el multilateralismo está en riesgo, estas negociaciones están en la cuerda floja. Los países productores de petróleo han usado el consenso no para construir acuerdos, sino para socavarlos y sabotearlos a través del obstruccionismo".

"Pero la falta de consenso no tiene por qué significar estancamiento. La mayoría ambiciosa debe trazar su propio camino hacia un tratado significativo, mediante la votación o la formación de una coalición. Rechazando los bloqueos de mala fe y aprovechando su fuerza en números, este grupo mayoritario puede construir un tratado que proteja a las personas ahora y en el futuro. Tienen el apoyo y las herramientas, ahora deben actuar", añade.

Desde la organización aseguran que las negociaciones ya van con retraso y, cada día que pasa, otras 30.000 toneladas de plástico acaban en los océanos. Por eso, no lograr un tratado sólido que pase por "la prohibición global de los productos plásticos más dañinos; requisitos globales de diseño; apoyo financiero y técnico; y mecanismos fuertes" en la INC-5.2, "solo hará más difícil, costoso y peligroso abordar esta crisis a nivel global".