La "misión imposible" de la atención sanitaria en Gaza: sólo 17 de los 36 hospitales de la zona están "parcialmente" operativos

Jueves 26 de junio. Tan sólo ocho minutos pasan de las 10 de la mañana. España amanece con la noticia de dos nuevos bombardeos en Gaza, por parte del ejército israelí, en los que ya son —al menos— 20 las personas fallecidas.

Esta vez, los objetivos han sido una escuela que acogía a desplazados y un hospital en el norte y el sur de la Franja, respectivamente. Pero, desgraciadamente, esto ha pasado a ser ya la tónica habitual de los ataques sobre este enclave palestino. 

Los centros sanitarios y de acogida se han convertido en las zonas rojas del territorio, siendo punto de mira para ataques a los que se suma, también, un bloqueo que ya dura más de 100 días.

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Esta concatenación de 'sinsuertes' ha dejado ya 19 hospitales fuera de servicio y, de los 17 que quedan operativos, algunos sólo funcionan "parcialmente".

Esto ha convertido la situación de la atención sanitaria en "crítica", sumiendo al personal de ayuda humanitaria en un camino que cada día está más cerca de la puerta de salida.

O eso se teme Marina Pomares, responsable médica de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Gaza, que asegura a ENCLAVE ODS que, de mantenerse el bloqueo y persistir los ataques a infraestructuras médicas, no les quedará más remedio que "dejar de atender pacientes". 

Porque "trabajar en estos hospitales", advierte Pomares, se ha convertido en una "misión imposible". 

Alternativas desbordadas

La panorámica en la Franja muestra cada vez más centros médicos reducidos a escombros y, los pocos que quedan en pie, funcionan a trompicones. Según explica Pomares, de los 17, no se puede decir que estén "funcionando al 100%". 

"Algunos de ellos tienen edificios destruidos, servicios que por falta de suministros no están funcionando correctamente… Hay algunos departamentos que se han tenido que cortar al mínimo o que directamente no están operativos, como algunas plantas de hemodiálisis", apunta.

Palestinos inspeccionan los daños en el Hospital Al Shifa después de que las fuerzas israelíes se retiraran del hospital y sus alrededores tras una operación de dos semanas, en medio del conflicto en curso entre Israel y Hamás, en la ciudad de Gaza el 1 de abril de 2024. Reuters

Como alternativa, desde MSF cuentan con siete hospitales de campaña, "que están cubriendo las necesidades de todos los hospitales que han sido destruidos o que están en zonas de evacuación a las que, por seguridad, no se puede acceder porque se considera un punto de peligro".

Es por eso que, ante la enorme falta de infraestructuras médicas, estos hospitales están desbordados porque "no hay sitio físico donde poner a los pacientes".

"Lo que se está haciendo es intentar aumentar la capacidad de camas. Donde antes a lo mejor había 30 o 40 camas, nos hemos visto forzados a poner 100. Hemos aumentado mucho la capacidad porque no dan abasto en los hospitales", afirma la responsable médica de MSF en Gaza.

117 días de bloqueo

Desde el pasado 2 de marzo, ya son 117 los días de bloqueo por parte del ejército de Israel, que han interrumpido la entrada de todos los bienes, incluidos los suministros médicos, entorpeciendo aún más la prestación de servicios sanitarios y poniendo en grave riesgo la salud de la población.

Pomares recuerda que, antes de este bloqueo, la atención sanitaria se desarrollaba "de manera estable". "No podemos decir que con total normalidad", matiza, "porque siempre ha habido escasez de medicamentos, pero antes sí que existía cierta estabilidad". 

"Antes, los programas regulares funcionaban, había acceso a vacunas y a programas de maternidad, de prevención, de pacientes crónicos... Había acceso a medicamentos para pacientes diabéticos, hipertensos y, dentro de lo que cabe, sí que podíamos cubrir esa parte de la población", relata Pomares.

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Pero, tras este bloqueo, todos estos medicamentos "están escaseando de una manera muy drástica", viéndose afectadas diferentes organizaciones, como el Ministerio de Salud, que también está sufriendo esta falta de antibióticos y tratamientos.

Ante este contexto, Pomares asegura que se adaptan "como pueden". "Estamos intentando ahorrar lo máximo en pastillas, materiales, dando tratamientos para menos tiempo del indicado porque no sabemos si vamos a poder cubrirlo todo... Entonces hacemos lo que podemos con lo que tenemos, pero no es suficiente en absoluto", recalca.

Tanto es así, que desde Naciones Unidas avisan de que se está "atendiendo con las manos y en las calles a algunos heridos, y se sube a las ambulancias a otros para tratar de llevarlos a los hospitales, donde los médicos son insuficientes".

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En la misma línea, Pomares defiende que "trabajar en estos hospitales se ha vuelto una misión imposible". "Faltan muchísimos materiales básicos, como gasas, jeringuillas, herramientas de sutura, bisturí... Todo esto nos dificulta mucho el trabajo. Entre todos nos estamos intentando ayudar, pero cada vez quedan menos suministros", sentencia. 

Por todo esto, califica la situación de MSF en la Franja como "muy delicada". "Estamos en un momento crítico, porque tenemos suministro para poder atender a pacientes durante unas pocas semanas, pero no es suficiente", afirma.

"Si la situación no mejora y si el bloqueo sigue, llegaremos un momento en el que no podremos atender pacientes y tendremos que plantearnos la manera en la que trabajamos aquí, porque poco a poco vamos a tener que parar nuestra actividad sanitaria", contesta contundente. 

Pomares finaliza haciendo un llamamiento, donde "exige" a las autoridades y a las partes implicadas en este bloqueo que "paren esta situación".

"Necesitamos que entren suministros médicos y poder acceder a ellos para ayudar a la población más vulnerable, que es la que está sufriendo las consecuencias. Y si el bloqueo se mantiene, no vamos a poder", apostilla.