
Un niño se encuentra entre dos mujeres en una escuela convertida en refugio, en Puerto Sudán, Sudán. Reuters
Sudán, un infierno para la infancia: niños y niñas de apenas un año entre los supervivientes de violaciones
Desde principios de 2024, se han registrado 221 casos de violación a menores en medio del conflicto nacional que se extiende por el país.
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"Me obligaron a subir a un coche grande. Me llevaron a un lugar al lado de la vía férrea y tres personas me violaron. No podría confrontar a mi familia por lo que había pasado. Me senté en la calle hasta que me recompuse, luego entré. Ahora estoy embarazada de nueve meses. Estuve a punto de suicidarme, eso es lo que me pasó".
Estas son las declaraciones de Tamara, una joven sudanesa de 16 años, que, por razones de seguridad, no quiere dar su nombre real para proteger su identidad. Pero no es la única.
Miriam, que también emplea un pseudónimo, describe la llegada del conflicto a su hogar como una pesadilla hecha realidad. Secuestraron a sus hijas y pese a sus intentos, no pudo encontrarlas. Terminó cayendo enferma del dolor. Meses después supo que estaban siendo violadas por "hombres armados" y que una de ellas había intentado suicidarse. Tras escapar, descubrieron que ambas estaban embarazadas.
"Pasadas las nueve de la noche, alguien abre la puerta portando un látigo. Selecciona a una de las chicas y la lleva a otra habitación. Podía oír a la niña llorar y gritar. La estaban violando. Cada vez que lo hacía, esta chica volvía cubierta de sangre. Todavía es una niña", cuenta una mujer superviviente que fue retenida por hombres armados en una habitación con otras mujeres y niñas.
Como estos, son muchos los testimonios de niños y niñas víctimas de violencia sexual recogidos en el último informe publicado por UNICEF. En total, desde principios de 2024 se han registrado 221 casos de violaciones a menores, pero, aseguran, esta es solo una pequeña parte del total de casos.

El 3 de diciembre de 2024, unas adolescentes asisten a una sesión en un espacio adaptado para la infancia (CFS) de UNICEF en el estado de Kassala, Sudán. UNICEF
Los supervivientes y las familias a menudo no quieren o no pueden denunciar debido a las dificultades para acceder a los servicios y a los trabajadores de primera línea. A esto, explican, se suma el miedo al estigma al que podrían enfrentarse, el temor al rechazo de su familia o comunidad, las posibles represalias de los grupos armados o el hecho de que su historia se haga pública.
221 denuncias
De los 221 menores supervivientes de las violaciones denunciadas, 147, es decir, el 66%, son niñas. Aunque, subrayan desde el comunicado de UNICEF, "el hecho de que el 33% de los supervivientes sean niños es destacable, ya que ellos también se pueden enfrentar al estigma y a retos únicos a la hora de denunciar, buscar ayuda y acceder a servicios".
Entre todos los casos, 16 eran referidos a víctimas menores de cinco años, incluidos cuatro de un año. Las denuncias se reportaron en nueve estados del país, a las que se suman otros 77 delitos de agresión sexual contra niños y niñas, donde la mayoría fueron intentos de violación.
Efectos del conflicto
Desde que comenzara el conflicto en 2023, 11 millones de personas han sido expulsadas de sus hogares y decenas han sido asesinadas. En pocas palabras, aquel año fue el inicio de una crisis humanitaria sin precedentes, donde la hambruna, las enfermedades y los desplazamientos se han convertido en la tónica del día a día de la región.
Pero el conflicto va más allá y así lo explica a UNICEF la directora ejecutiva de una organización dirigida por mujeres sudanesas que presta servicios a supervivientes de la violencia de género: "Tenemos que reconocer el problema de Sudán. Sí, es la guerra. Sí, es el conflicto. Sí, es desplazamiento, pero lo más importante es una crisis de protección y, en el fondo, es una crisis de violencia de género. Tenemos que reconocerlo".
En menos de dos años, el número de personas en riesgo de violencia de género se ha más que triplicado hasta alcanzar los 12,1 millones de personas, es decir, el 25% de la población. De hecho, de acuerdo a los datos de ONU Mujeres, hasta diciembre de 2024, la cifra de supervivientes que buscaron servicios aumentó en un 288%.
En el pasado año, muestra el informe de UNICEF, las violaciones graves documentadas contra niños en Sudán aumentaron un 16% respecto a 2023, lo que ya supuso un incremento del 473% con respecto a 2022. Pese a ello, se trata de una de las cuestiones contra la infancia menos denunciadas.
Relato del horror
Durante diciembre de 2024 y enero de 2025, UNICEF documentó docenas de relatos de primera mano de violencia de género en Sudán, incluidos casos de supervivientes de violencia sexual infantil.
Las violaciones se cometieron durante las invasiones de ciudades, especialmente durante las redadas a las casas de personas; mientras huían del peligro; mientras eran detenidos contra su voluntad, a menudo en domicilios; mientras eran retenidos; durante la trata de personas dentro o fuera del país con fines de explotación sexual, a cambio de alimentos u otros suministros esenciales; y en las actividades de la vida diaria, como ir a buscar agua o asistir al mercado.

El 2 de diciembre de 2024 en Sudán, Dana (pseudónimo), de 16 años, descansa en un colchón en una oficina de UNICEF. UNICEF
Las cuentas contemplan todo tipo de actos. Violaciones, incluida la violación en grupo y la conyugal; agresión sexual, incluida la tentativa de violación y la violencia o el abuso sexual sin penetración; agresiones físicas y asesinatos, especialmente en combinación con la violencia y, en particular, contra cónyuges, hijos y familiares de supervivientes; matrimonio infantil; y maltrato psicológico o emocional, amenazas de violencia, hostigamiento e intimidación, especialmente en puestos de control y en combinación con el saqueo.
Los relatos, además, detallan cómo la violencia sexual provoca traumas psicológicos significativos, estigma social, aislamiento y rechazo familiar, embarazos, infecciones de transmisión sexual como el VIH y la hepatitis, o lesiones físicas graves, incluyendo heridas, fracturas, abscesos y otras complicaciones.

REUTERS Sudán
De acuerdo a las informaciones de UNICEF: "Los hombres armados amenazan y violan a los niños cuando salen de las ciudades, incluso mientras huyen o cruzan los puestos de control". Las niñas, por su parte, denuncian haber sido "violadas en repetidas ocasiones, a menudo por varios hombres armados, uno tras otro, especialmente después de haber sido secuestradas y retenidas en casas".
"La experiencia más horrible es ser sometida a una violación. No quedó nada más que lágrimas. No queda nada más. Recuerdo este incidente como si hubiera ocurrido ayer", confiesa una de las supervivientes.