Nueva planta de encelofanado de Fundación Arcoíris en Alcalá de Henares.

Nueva planta de encelofanado de Fundación Arcoíris en Alcalá de Henares. Cristina Villarino

Historias

Tres millones de fragancias para la inclusión: el camino hacia la inserción laboral pasa por el corredor del Henares

El 90% de la plantilla de Fundación Arcoíris que trabaja en el encelofanado de perfumes  tiene algún tipo de discapacidad psíquica, física o sensorial.

Más información: El empleo en los mayores de 45 años con discapacidad, una prioridad

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María Luisa Daganzo vive en el municipio madrileño de El Molar y va a trabajar todos los días hasta Alcalá de Henares en una planta de manipulado industrial muy especial donde empaquetan fragancias. En su tiempo libre le gusta pasear por la montaña y la fotografía. Lo que la hace diferente es que tiene una discapacidad psíquica. 

Aun así, cuenta que lleva una vida normal: "Me gusta el deporte y la fotografía, y tengo un perro chiquito que se llama Samy. Tiene ya 13 años". Los fines de semana hace rutas de senderismo por la sierra que le pilla cerca de casa. 

Además del apoyo de la familia y amigos, gran parte de esa normalización la brinda el trabajo. Tener una rutina y la autonomía e independencia de llevarla a cabo contribuye a su integración. 

En los últimos 40 años, España ha avanzado muchísimo en términos de integración laboral. Las trabas físicas y sensoriales están completamente superadas, pero aún quedan rescoldos de los estigmas que traen los diagnósticos. Se puede asociar a conductas violentas, baja eficiencia y un absentismo. 

Por ley, las empresas con más de 50 empleados están obligadas a contratar un porcentaje de personas con discapacidad. Otra vía para cumplir esa norma es colaborar con centros especiales de empleo que integran a personas con alguna minusvalía, como la planta de manipulado donde trabaja Daganzo. 

El 'encelofanado' de colonias

Desde noviembre, en Alcalá de Henares huele un poco mejor. No solo por la planta de encelofanado, el último paso del proceso de paquetería de perfumes. Si no, más bien, porque la plantilla está formada por personas con discapacidad que, como Daganzo, trabajan todos los días en el empaquetado de colonas, fragancias y productos de cosmética. 

La Fundación Arcoíris, una organización sin ánimo de lucro orientada a apoyar a personas que tengan algún tipo de discapacidad en su itinerario laboral, se trasladó de Algete al corredor del Henares durante su proceso de ampliación. Amparo Cortina, presidenta de la organización, explica que ya no cabían donde estaban si querían seguir creciendo y dar una oportunidad a más gente. 

Detalle de la fábrica.

Detalle de la fábrica. Cristina Villlarino

"Estas personas muchas veces vienen con carencias afectivas de todo tipo, problemas para relacionarse, pero aquí tienen un espacio", explica Cortina. Su función es ofrecer un empleo que sirva también como trampolín para entrar en el mercado laboral ordinario. Este espacio no sirve solo como un lugar de prácticas que emula un puesto de trabajo convencional, sino que además sirve para trabajar sus habilidades sociales

Por ejemplo, aunque Daganzo dice que los compañeros con los que mejor se lleva suelen comer en la otra sala —en la planta hay dos—, la hora del descanso es el momento ideal, como en cualquier lugar de trabajo, para entablar conversación o amistad con los compañeros. 

Una de las trabajadoras.

Una de las trabajadoras. Cristina Villlarino

Cortina cuenta que uno de los puntos fuertes de Arcoíris es que hay muy buen ambiente de trabajo. A los empleados "se les nota contentos" y "están a gusto porque aquí todos son iguales". De hecho, "les damos experiencia para que puedan marcharse fuera, pero se quedan", dice la directora.   

Daganzo venía del sector de la limpieza y dice que esto le gusta más. Ella hace de todo en los lineales. Allí es donde reciben los productos de los distribuidores, preparan las cajas y los empaquetan. En las cintas de trabajo hay entre seis y nueve personas. En total, al año, son capaces de preparar 3 millones de paquetes

Lineal en la planta de Fundación Arcoíris

Lineal en la planta de Fundación Arcoíris Cristina Villarino

La Fundación Arcoíris, además, quiere diversificar los productos con lo que trabaja e incorporar nuevos empleados para ocupar otros sectores que necesiten servicios de almacén, como electrónica, herramientas o construcción. Cortina señala que la ubicación que tienen en el corredor del Henares es un punto clave como eje en el transporte terrestre de mercancías, donde pueden formar muchos perfiles de mozo de almacén.

Oportunidades en IT

Pero el ámbito en el que opera la fundación no se restringe al trabajo, también quieren darle nuevas habilidades a sus usuarios. Uno de sus compromisos es el de la reducción de la brecha digital que muchas veces sufren las personas con discapacidad. 

Es muy habitual verles cubriendo trabajos muy específicos, como logística, área de limpieza o auxiliar de información. Sin embargo, igual que para muchos otros jóvenes, el sector emergente de la tecnología de la información (IT, por sus siglas en inglés), ofrece oportunidades para este sector poblacional. 

La Fundación Adecco, expertos en la gestión de recursos humanos y especializados en la integración de trabajadores que tienen que superar barreras —parados de larga duración, madres solteras, extranjeros o personas con diagnósticos de salud mental— ve aquí una nueva pista de aterrizaje

Begoña Bravo, directora nacional del área de Integración e Inclusión, apunta que hay muchas nuevas oportunidades, y "no todos tienen que ser ingenieros". Hay puestos para los que se necesita un perfil concreto que estas personas están capacitadas para desarrollar con la formación adecuada.

Almacén de la Fundación Arcoíris de 2.800 m2

Almacén de la Fundación Arcoíris de 2.800 m2 Cristina Villarino

Pone el ejemplo de las incidencias con asuntos menores como contraseñas, itinerarios digitales o instalación de accesorios. "Hemos desarrollado un programa piloto para el soporte técnico que está teniendo muy buen resultado con dos contrataciones. Este es un sector que creemos que tiene muy buen recorrido". 

Según Bravo, la mayoría de las veces nos fijamos en las discapacidades de las personas y no en sus habilidades, sobre todo cuando las primeras son visibles. Sin embargo, son trabajadores comprometidos, cariñosos y que traen el buen humor a los compañeros. Cada uno contribuye con las cartas que tiene y en cualquier mano puede haber un póker.