Imagen de archivo de un wombat de Tasmania.

Imagen de archivo de un wombat de Tasmania. iStock

Historias

Heces en forma de cubo: la explicación de la ciencia para esta fascinante cualidad de los wómbats

Están entre los animales más icónicos de Australia; biólogos y curiosos se han interesado por ellos por ser los únicos animales que defecan cubos. 

15 enero, 2024 12:45

La naturaleza está llena de misterios. Y lo más perceptible es normalmente lo que sorprende. Los científicos se han 'estrujado la mente' para desentrañar la razón detrás del los patrones cromáticos de algunos felinos o de las cebras. Pero otro misterio les ha dejado en vilo: la peculiar forma de las heces de los wómbats, un icono de la fauna australiana. 

Estos pequeños marsupiales herbívoros —y de hábitos crepusculares— deponen excrementos de color oscuro en forma de pequeños cubos. Son las únicas heces prismáticas conocidas en el mundo. Esto ha fascinado a biólogos y curiosos de todo el mundo. Una de ellos fue Patricia Yang, investigadora del Instituto de Tecnología de Georgia especializada en fluidos corporales. En 2018, tras oír esta cualidad natural del wombat empezó a indagar. 

"Lo primero que me impulsó a ello es que nunca había visto nada tan raro en biología. Era un misterio", dijo Yang. "Al principio ni siquiera creía que fuera cierto. Lo busqué en Google y vi muchas cosas sobre cacas de wómbat con forma de cubo, pero era escéptico".

[La curiosa manera por la que los animales saben que es hora de comer (sin necesidad de un reloj)]

Yang, encabezando un grupo de investigadores, publicó en 2021 un estudio que analizaba los tractos digestivos de ejemplares de wómbat a los que se había practicado una eutanasia después de haber sido atropellados en Tasmania (Australia). Y a partir de los datos crearon un modelo matemático en 2D para simular cómo las regiones se articulan y contraen con los ritmos de la digestión. Sus resultados fueron publicados en la revista Soft Matter, de la Royal Society of Chemistry.

Cerca del final del intestino, descubrieron que las heces pasaban de un estado líquido a un estado sólido formado por pequeños cubos. El grupo llegó a la conclusión de que las distintas propiedades elásticas de las paredes intestinales de los wómbats permitían la formación de las heces cúbicas.

"Como hornear un pastel"

Lo primero que advirtieron fue la extraordinaria longitud del intestino del animal, que llega a alcanzar los nueve metros. Esto provoca que su proceso digestivo sea inusualmente largo. Puede durar alrededor de cinco días. Durante el mismo extraen todos los nutrientes y los líquidos; lo que hace que produzcan heces más secas que, por ejemplo, los humanos. Este marsupial australiano puede hacer hasta 100 deposiciones al día.

Las partes más rígidas son "como una banda de goma rígida: se contraen más deprisa que las partes blandas", afirma David Hu, investigador de biomecánica del Instituto de Tecnología de Georgia y autor del estudio a Science. "Como las contracciones se producen cada par de segundos durante un periodo de cinco días, las heces experimentan en realidad del orden de 100.000 contracciones", escriben en el estudio. 

[Esta es la raza de perro más desobediente: son preciosos pero no te harán ni caso]

"Es casi como hornear un pastel [o un brownie]", explicó Hu en declaraciones al portal de la Academia Australiana de Ciencias. La masa empieza húmeda y descuidada, y se va secando a medida que se calienta en el horno. Al chocar contra el borde del molde, empieza a formar esquinas y superficies planas. 

La mayor parte de la solidificación se produce justo al final. Las heces se solidifican en el último 25% de los intestinos y en el último 17% es donde empiezan a tomar forma cúbica [en 2018 el equipo pensó que era a partir del 8%]. Las regiones intestinales más blandas se contraen lentamente y moldean las esquinas del cubo. 

Cubos para marcar territorio

Para marcar territorio y comunicarse entre sí. Esas serían las razones que explican la peculiar forma de los excrementos de los wómbats. Tienden a amontonar los cubos sobre troncos, rocas o pequeñas elevaciones. Y cuanto más alta sea la pila, más probable es que los wómbats, con una visión reducida, la vean. 

Esta es una de las conclusiones que se pueden extraer del estudio. Hu, en declaraciones recogidas por Science, sugirió que con esta información se pueden buscar nuevas maneras de para manufacturar y moldear productos delicados o valiosos. 

"Actualmente, solo disponemos de dos métodos para fabricar cubos: Los moldeamos o los cortamos. Ahora tenemos este tercer método", explicó Yang. "Sería un método genial para aplicar al proceso de fabricación: cómo hacer un cubo con tejido blando en lugar de simplemente moldearlo".

De igual forma, sería un conocimiento útil para las personas que crían wómbats en cautividad. A diferencia de los salvajes, se ha identificado que sus heces presentan formas más irregulares. "A veces sus heces no son tan cúbicas como las [salvajes]", subrayó Hu a Science. Y en el campo de la medicina, este proceso digestivo puede ayudar a los investigadores a detectar el cáncer de colon.