Imagen de archivo de una abeja junto a una ventana.

Imagen de archivo de una abeja junto a una ventana. iStock

Historias

Qué hay que hacer si te encuentras una colmena de abejas o se te cuela un murciélago en casa

Lo fundamental es que no cunda el pánico, aplicar el sentido común y siempre evitar aplastar o eliminar a los animales no bienvenidos. 

26 abril, 2023 01:50

La experiencia de tener un animal en casa es, la mayoría del tiempo, una bendición. Pero cuando se cuela un animal no deseado, se convierte en un quebradero de cabeza. Por lo general, devolverlos la naturaleza no suele ser una tarea sencilla. La espiral de nerviosismo nos inunda y también a los pequeños animales. Por eso, hay que tener siempre en cuenta cómo hay que actuar ante una visita inesperada.

Desde abejas a lagartos, son muchos los ‘bichos’ que se pueden colar en el interior de nuestros hogares. La regla de oro es simple: tener sentido común y evitar hacerles daño. Esto es algo muy difícil de cumplir, puesto que muchas veces, sobre todo si se trata de insectos, uno se encuentra a un zapatazo o alpargatazo de acabar con el problema.

Existen muchos animales que han invadido tu casa sin que tú tengas conocimiento de ello. A los insectos, por ejemplo, les encantan los espacios húmedos o con restos de suciedad, ya que les permiten esconderse y proliferar. En cuanto a otros tipos de animales, pueden ser muchas las razones por las que son atraídos al interior de las casas.

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Lo más probable es que sólo pasaban por allí. El ejemplo más paradigmático es el de los animales voladores, que terminan colándose a través de las ventanas o puertas abiertas. Su presencia, además de asustarnos, puede poner en peligro nuestra salud, ya que son potenciales portadores de enfermedades.

Sea cual sea, antes de ponerse manos a la acción hay que saber qué es lo que ha entrado—es fundamental asegurarse de que no sea una especie amenazada— y por dónde. Solo entonces, se podrá actuar sin arriesgar un quebrantamiento de la ley. 

En primer lugar, la mejor manera de evitarlo su presencia en el hogar es la prevención. Quizás el consejo más importante es acordarse de cerrar adecuadamente las puertas y las ventanas y, si decidimos dejarlas abiertas, que sea con las persianas bajadas o la mosquitera puesta. Y para evitar la proliferación de insectos, nunca debemos dejar los restos de comida expuestos.

Desde ENCLAVE ODS, os contamos cómo hay que actuar para expulsar a los animales no deseados de nuestros hogares:

1. Pájaros

Imagen de archivo de un gorrión bebiendo agua de una fuente.

Imagen de archivo de un gorrión bebiendo agua de una fuente. iStock

Dependiendo de si estamos en la costa o en el interior, pueden invadirnos diversas especies de pájaros. Las aves pueden colarse en casa a través de las puertas o ventanas principalmente. Se posan y, cuando entran en pánico, pueden volar contra los objetos y dañarlos. Es más, pueden hasta llegar a golpear o atacar a la gente en la confusión. 

El secreto está en actuar lentamente. Antes de hacerlo hay que identificar de qué tipo de ave se trata. Si sospechamos que es una especie protegida, hay que avisar al 112. En caso de que se trate de una paloma, una gaviota, un gorrión u otra ave común, podemos intentar forzar su salida.

La clave está en evitar los movimientos bruscos que puedan asustar al ave. Abre todas las puertas y ventanas exteriores de tu casa. Y entonces, el pájaro se guiará a sí mismo al exterior. Si no consigue hacerlo por sí solo, se recomienda pasar a la habitación donde se encuentra y guiarle hacia la salida más cercana. 

2. Murciélagos

Imagen de archivo de un grupo de murciélagos posados bajo el techo de una casa.

Imagen de archivo de un grupo de murciélagos posados bajo el techo de una casa. iStock

Hay varias especies de murciélagos que pueden llegar a refugiarse en el interior de nuestros hogares. Suelen cobijarse en las grietas en el tejado o permanecer en lugares oscuros como la chimenea o el desván. La mayoría son especies protegidas. 

"Los murciélagos no son agresivos y no atacan, pero al ser animales silvestres pueden reaccionar intentando morder cuando tratamos de capturarlos", destacan en un artículo de la Asociación Española para la Conservación y el Estudio de los Murciélagos (SECEMU). Y recomiendan "que no se manipulen y en caso de ser inevitable, hacerlo siempre provistos de guantes". 

Si nos lo encontramos posado por la noche, será suficiente con cerrar la habitación donde se encuentra, abrir las ventanas y esperar a que salga. En cambio, si es de día, lo ideal es intentar atraparlo con la ayuda de una caja de cartón y no soltarlo hasta que caiga la noche. Por lo general, los murciélagos son sensibles a la luz. 

3. Roedores (ratas y ratones)

Imagen de archivo de un ratón alimentándose en el sótano de una casa.

Imagen de archivo de un ratón alimentándose en el sótano de una casa. iStock

Si has visto pequeños restos de color negro o agujeros en las bolsas o cajas de comida, es muy probable que tengas uno o varios roedores en casa. El problema que tienen las ratas y los ratones es que se multiplican muy rápido. El primero de los consejos, si se sospecha que ya están en casa, es identificar por dónde se pueden haber colado y sellar el agujero. 

Un roedor en una casa puede causar enfermedades, o morder a tu hijo o a tus mascotas. En el caso de que se trate de un solo individuo, se puede recurrir a las temidas trampas para ratones. Pero si es un problema mayor, lo mejor es avisar a una compañía de control de plagas. 

4. Abejas

Imagen de archivo de un enjambre de abejas en la rama de un árbol.

Imagen de archivo de un enjambre de abejas en la rama de un árbol. iStock

Las ventanas, los muros o los porches son lugares perfectos para que los enjambres de abejas se asienten. En general, las abejas no son animales agresivos, atacarán como último recurso, puesto que su picadura significa dar fin a su vida.

Según datos de Greenpeace, el 37% de las poblaciones de abejas en Europa están en declive y hasta un 70% de los cultivos producidos en España dependen también de la polinización, según los datos de la oenegé.

Por esto, conviene pensárselo dos veces antes de acabar con la vida de estos importantes insectos. Si se encuentran en el hogar, se recomienda no utilizar pesticidas y tratar, en la medida de lo posible, desplazarlas al exterior. Pero esto solo lo puede realizar un profesional, por eso hay que avisar a los bomberos o a la policía en cuanto se descubra una colmena en casa. 

6. Serpientes

Imagen de archivo de una serpiente en la ducha.

Imagen de archivo de una serpiente en la ducha. iStock

Incluso en las ciudades, es posible que nos topemos con serpientes en las calles. Hasta se han llegado a ver dentro de las casas. Es habitual encontrar en las redes sociales historias de culebras que se han colado en patios, inodoros e incluso lavadoras.

Aunque no te hayas visto nunca en esa situación, conviene saber cómo actuar cuando entra en casa una serpiente. Lejos de que cunda el pánico, no hay que temerlas, siempre y cuando se las deje en paz. La mayoría son inofensivas y no tienen veneno

Lo que hay que hacer es no acercarse y llamar al 112 para explicar la situación. Después, llegarán los agentes pertinentes para retirar al animal y ponerlo en libertad. Su preservación es importante, ya que cumplen una función importante en su hábitat: el control de plagas. 

7. Ranas y sapos

Imagen de archivo de una rana en un jardín.

Imagen de archivo de una rana en un jardín. iStock

Encontrarse un sapo en la puerta de casa puede ser signo de buen augurio, pero si está en casa puede convertirse en un quebradero de cabeza. Los anfibios son un eslabón importante en la cadena de vida. 

Para mantenerlos alejados de casa, hay que controlar las premisas. Hay que mantener el césped a una altura baja y apagar las luces para evitar que proliferen. Y no cabe recordar que no se les debe hacer daño ni exterminar. 

8. Arañas grandes

Imagen de archivo de una araña en el suelo de una casa.

Imagen de archivo de una araña en el suelo de una casa. iStock

Si las arañas comieran humanos, podrían comernos a todos en un año, según un estudio publicado en la revista Science of Nature. El pánico hacia estos insectos —la aracnofobia— es una condición que afecta a millones de personas. Es inevitable cruzarse alguna vez con ellas. En casa, en el patio o en la naturaleza: pueden estar en todas partes

El miedo a los arácnidos es muy difícil de resistir. Pero lo innegable es que tienen una importante función en la cadena de vida. Las arañas se alimentan principalmente de insectos, a excepción de algunas especies de arañas más grandes que tienen un gran apetito por lagartos, pájaros o pequeños mamíferos. Es muy raro que muerdan, a no ser, como sucede con todo animal, que se sientan amenazados. 

Si detectas una araña muy grande en el techo o en el suelo, conviene tratar de retirarla sin aplastarla y facilitar su salida al exterior. Si eres demasiado escrupuloso o no puedes ver arañas ni en pintura, puedes avisar a un vecino o a alguna otra persona conocida para que te ayude a sacarla.