La mejor prueba de que este ecosistema se está caldeando es la evolución que han registrado sus temperaturas entre el verano de 2021 y el de 2022. Durante el estío pasado, la temperatura más alta que registró el agua ascendió a 29,95 grados centígrados y la más baja fue de 25,49, pero en la estación actual la máxima ha escalado hasta los 32,4 grados centígrados y la mínima también se ha elevado hasta los 26,59.

El portavoz del Comité de Seguimiento del Mar Menor, Emilio María Dolores, tiene claras cuáles son las causas que están detrás del incremento térmico del ecosistema: "La temperatura del Mar Menor y del Mediterráneo son un fiel reflejo de la temperatura atmosférica y la irradiación solar que están siendo muy elevadas este verano".

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La combinación de esos dos factores se refleja en la temperatura media del agua del Mar Menor: en julio ha sido de 29,76 grados centígrados y en lo que llevamos de agosto de 30,46. Unos valores que están por encima de los 28,44 grados que se registraron en julio de 2021 y de los 28,94 de agosto de 2021. De un verano a otro, la temperatura media del litoral marmenorense casi se ha elevado dos grados centígrados, pasando de 28 a 30 grados.

- ¿Qué efectos tienen sobre el ecosistema estos valores térmicos?

- Emilio María Dolores: La elevada temperatura provoca estrés metabólico en todo el ecosistema del Mar Menor, derivado no solo del efecto térmico sino también de la menor solubilidad del oxígeno en el agua por el aumento de la temperatura. Se ven afectadas las comunidades de algas como la Caulerpa, y las angiospermas, como la Cymodocea.

Un técnico de la Comunidad Autónoma, este verano, en el Mar Menor, midiendo parámetros como la temperatura y el oxígeno del agua. CARM

El Instituto Español de Oceanografía realizó una investigación sobre la serie histórica de temperaturas del Mar Menor y detectó que las del verano pasado se hallaban en los rangos de altas temperaturas de otros años. De forma que lo lógico es pensar que el estío de 2022, con una cascada continua de olas de calor, pasará a engrosar un puesto destacado en la citada serie.

"Las temperaturas elevadas no son la causa de los episodios de hipoxia ni de los de mortandad masiva del Mar Menor, que son causados por el exceso de nutrientes, sin embargo, las altas temperaturas sí que favorecen y aceleran el proceso de crecimiento del fitoplancton que desencadena el proceso de eutrofización", tal y como advierte la bióloga y directora de la Fundación Nueva Cultura del Agua, Julia Martínez.

"El incremento de temperaturas de este año, respecto a 2021, es congruente con las tendencias de cambio climático y en los próximos años seguiremos viendo la tendencia de que sigan incrementando las temperaturas", según avanza la bióloga. "Este incremento facilitará y adelantará posibles nuevas crisis eutróficas si no se ataca el problema, con una reducción sustancial de la entrada de nutrientes: el combustible de la eutrofización".

El agua de la albufera murciana se está caldeando en un año marcado por la proliferación descontrolada de algas y la degradación de su ecosistema, lo que ha provocado la visita de una delegación de la Comisión Europea a raíz de las numerosas denuncias, concentraciones y manifestaciones, convocadas por todo tipo de asociaciones y plataformas, tanto en Murcia como en distintas localidades del litoral marmenorense.

De hecho, ecologistas y activistas no cesan ni en vacaciones en su lucha por recuperar este espacio protegido. Valgan como botón de muestra dos ejemplos. El primero: el vídeo realizado por un particular a un emisario de La Manga por el que se cuelan toallitas usadas a la albufera y del que se ha hecho eco la plataforma Salvemos el Mar Menor para denunciar un nuevo episodio de contaminación a este ecosistema incluido en la lista Ramsar.

El segundo ejemplo es la concentración de este sábado, a las 20 horas, frente al esqueleto del Hotel Lagomar de La Manga que próximamente será derruido. La convocatoria lanzada por colectivos ecologistas y plataformas reclamará a las administraciones más espacios verdes naturalizados; el cumplimiento de la legislación urbanística; la aprobación urgente del Plan de Ordenación Territorial de la Cuenta Vertiente del Mar Menor, y el acceso público a las concesiones caducadas de los balnearios.

16.562 toneladas de algas

Entretanto, continúan los trabajos de limpieza de algas para evitar que vaya a más la degradación del ecosistema marmenorense. Entre enero y agosto se han recogido un total de 16.562 toneladas de algas, sobre todo de la variedad Chaetomorpha linum, conocida como cabello de ángel. Todo ello, gracias al retén de operarios de la Consejería de Medio Ambiente y a la Cofradía de Pescadores de San Pedro del Pinatar.

"La retirada está teniendo una influencia muy positiva en la evolución del ecosistema, ya que todas esas algas retiradas se hubieran convertido en fango o lodo ocasionando un grave perjuicio", subraya Emilio María Dolores, portavoz del Comité de Seguimiento del Mar Menor.

A pesar de la buena marcha de los trabajos de limpieza, el portavoz muestra "cautela" sobre el devenir de la albufera murciana. Y tiene motivos para ello: las olas de calor que se están enlazando este verano son el caldo de cultivo perfecto para una DANA, cuya consecuencia podría ser un nuevo episodio de mortandad masiva de especies marinas en el Mar Menor.

"Cualquier cosa puede ocurrir, todavía no hemos llegado al momento de máxima evaporación y salinidad que se da en septiembre, un poco después de las máximas temperaturas", tal y como reflexiona el biólogo y exdirector del Centro Oceanográfico de Murcia, Julio Más. "Tampoco es de descartar que después de tantos meses de tanto calor y tan intenso, con la llegada del los frentes fríos se produzcan gotas frías".