Desde la evolución del clima hasta la fragilidad de los paisajes. Coincidiendo con el Día Mundial de la Vida Silvestre, se inaugura en Málaga la exposición al aire libre Cambio climático: cómo evitar el colapso. Una colección fotográfica que recoge las claves de la emergencia climática a través de impactantes fotografías.

Pero la exhibición comisariada por el naturalista y escritor Joaquín Araújo e impulsada por la Fundación AXA y la editorial Lunwerg, no sólo trata de mostrar el impacto y las consecuencias de la crisis climática, sino que va más allá: también reflexiona sobre las medidas que se están llevando a cabo para evitar el colapso.

Quien pasee por el malagueño paseo del Parque podrá visitar esta exposición de setenta imágenes de gran formato desde hoy 3 de marzo hasta el 4 de abril.

Además, esta muestra fotográfica al aire libre permitirá a los visitantes hacer un viaje por el planeta, poniendo el foco en los principales fenómenos meteorológicos que están sucediendo en los diferentes climas y paisajes afectados por el cambio climático. También hace hincapié en los efectos más evidentes de esta transformación y en esa llamada de atención sobre la emergencia climática y los factores que han llevado hasta esta situación. Esos de los que el ser humano y su actividad es el principal responsable.

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    Atmósfera

    La atmósfera es una capa gaseosa compuesta por gases y partículas sólidas y líquidas en suspensión atraídas por la gravedad terrestre. Su contaminación genera graves problemas ambientales que tienen enormes consecuencias para los seres vivos.

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    Agua

    Los océanos cubren las tres cuartas partes de la superficie de la Tierra, contienen el 97% del agua del planeta y, en volumen, representan el 99% de la superficie habitable.

    El agua es el origen del clima. Todo lo viviente es una emanación más del aire, pero no lo es menos del agua. Existe una incesante reciprocidad entre los océanos y la atmósfera.

    De hecho, se fecundan incesante y mutuamente para procrear el clima, que a su vez fundará todo lo demás. Podríamos afirmar que los océanos hacen que la Tierra sea un lugar habitable para el ser humano gracias a sus íntimas relaciones con el aire.

    Javier Sánchez Martínez
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    Meteoros

    La nieve es el meteoro con mayor capacidad de transformación del paisaje. Cambia por completo la faz de los panoramas y provoca uno de los más aliviadores fenómenos: rejuvenece, pues, lo que podemos mirar.

    En el aire se esconden los meteoros, como la escarcha, el granizo, la lluvia y la nieve que se hacen visibles cuando se descuelgan de las alturas y aterrizan. Dependiendo siempre de la mayor o menor humedad, temperatura y velocidad del viento en cada momento y lugar. Sin olvidar que el clima es también la quieta y despejada condición de la atmósfera en las situaciones de estabilidad anticiclónica.

    Javier Sánchez Martínez
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    Clima polar. Foca de Weddell (Antártida)

    El ritmo al que se están calentando los polos es muy superior al del resto del planeta. En particular, la temperatura del Ártico ha subido 0,75 °C solo en la última década.

    El frío acapara el tiempo y el espacio de las regiones árticas y antárticas del planeta. Hasta hace muy poco era normal que nunca se superaran los cero grados, pero el calentamiento global está siendo todavía más profundo y rápido en los climas polares, y de resultas de ello últimamente se dan demasiados episodios sin nieve o hielo.

    Escasas precipitaciones, todas de nieve que no llega a derretirse, y grandes vientos son la norma en esas latitudes comprendidas entre los 70 y los 90 grados tanto al norte como al sur.

    Mint Images / Art Wolfe / Getty Images
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    Clima tropical. Islas Maldivas

    El impacto del cambio climático será mayor en las especies tropicales. A pesar de que en los trópicos el aumento de temperaturas es menor, el impacto del calentamiento podría ser mayor que en los climas más fríos.

    Entre los desiertos y las zonas ecuatoriales se despliega el clima tropical. A menudo se corresponde con zonas desérticas que quedan suavizadas y hasta desplazadas por la humedad derivada de la cercanía del mar, por temporadas de lluvia suficiente y a menudo torrencial, para que la vegetación sobreviva durante la época de sequía. Nunca hiela y a menudo propicia algunas de las mayores concentraciones de vida salvaje del planeta.

    Fotoaerian/ shutterstock
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    Cambio climático. Pingüinos en un iceberg (Argentina)

    El cambio climático puede deberse a causas naturales como variaciones en la energía que se recibe del Sol y erupciones volcánicas, o por la influencia del ser humano como la emisión de CO₂ y la deforestación, entre otros motivos.

    El concepto cambio climático quedó hace mucho tiempo superado por evidencias. No solo por la recuperación del verdadero sentido de la palabra cambio. Poco, o nada, en efecto, cambia tanto como el clima.

    La realidad es que estamos ante una alteración dramática de las condiciones básicas del clima que da lugar a una acelerada acumulación de efectos negativos para todo lo que vive. Denominar catástrofe a lo que ya está sucediendo es de una coherencia elemental.

    David Merron / Getty Images
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    Deforestación

    La selva tropical está siendo arrasada en muchos países para dar paso a plantaciones de aceite de palma y caucho, es decir, todo lo contrario de lo que debería hacerse.

    El principal remedio para frenar la catástrofe climática en curso son los árboles que, como todas las plantas, fijan carbono y liberan oxígeno. Sin embargo, el bosque, por trágica desgracia, es una medicina enferma y herida. Cada día, en el planeta perdemos de 10 a 20 millones de árboles por tala, incendios o enfermedades.

    Richard Whitcombe / shutterstock
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    Sequías. Desierto de Namibia (África)

    Los efectos del cambio climático conducen a un escenario de aumento general de la severidad de las sequías debido a la acción combinada de la reducción de las precipitaciones y el incremento de la evapotranspiración.

    Al tiempo que merman los bosques y los glaciares, se expanden las zonas áridas del planeta. El avance de los desiertos es lo más explícito del desastre climático, con la paralela expulsión de los habitantes, tanto humanos como naturales, de sus antiguos dominios.

    Javier Sánchez Martínez
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    Incendios. Kimberley Kununurra (Australia)

    Desde finales de 2019 hasta principios de 2020, en un verano al que los australianos se refieren como el 'Verano Negro', gran parte de Australia ardió con una magnitud de incendios forestales sin precedentes.

    La retroalimentación positiva para el calentamiento que aportan los incendios forestales es deci- didamente dramática. Si tenemos en cuenta que los árboles son refrigeradores del aire, su pérdida solo puede saldarse con más desastres climáticos.

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    Migraciones a destiempo. Cruce del río Mara (Tanzania)

    Los ñúes azules tienen la capacidad de adaptar el ritmo y el calendario para encontrar alimento a lo largo de su ruta. Pero la alteración de algunos patrones básicos en la conducta de los animales está claramente vinculada al calentamiento global.

    Ajay Kumar Singh / shutterstock
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    Reservas de la biosfera. Fuerteventura (islas Canarias)

    Lsa distintas reservas y sitios de la Unesco esparcidos por el mundo y sus buenas prácticas pueden ser un motor de la transición. Se trata de que el buen ejemplo se aplique en otros lugares, se aprenda y se exporten soluciones.

    Westend61 / Getty Images
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    El precio del carbono

    La neutralidad de carbono significa conseguir emisiones de CO₂ netas iguales a cero, a base de equilibrar el CO₂ liberado con una cantidad equivalente retirada de la atmósfera o fijada por plantaciones forestales, o bien comprando los suficientes créditos de carbono.

    Jiraphoto / shutterstock
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    Clima mediterráneo. Calella de Palafrugell (Girona)

    El calentamiento global en la cuenca mediterránea podría hacerla menos atractiva para el turismo por las altas temperaturas y un entorno menos verde.

    Javier Sánchez Martínez
Raquel Nogueira