El coronavirus pierde fuelle en Castilla-La Mancha, lo que ha permitido relajar las restricciones en toda la comunidad autónoma, pero sigue siendo mortal para algunas personas pese a que la vacunación impide en la inmensa mayoría de los casos que la COVID-19 se convierta en una enfermedad grave.

Según los datos aportados este lunes por la Dirección General de Salud Pública de Castilla-La Mancha, correspondientes a los pasados viernes, sábado y domingo, siete personas más fallecieron en la Región durante el fin de semana como nuevas víctimas de la pandemia, las mismas que el fin de semana anterior. 

Sin embargo, tanto los contagios como las hospitalizaciones se mantienen a la baja. Durante el último fin de semana se han registrado 240 nuevos casos por infección de coronavirus, 81 menos que a lo largo del anterior. Así, el viernes se registraron 125 casos, el sábado 95 y el domingo 20. Por provincias, Toledo ha registrado 102 casos, Ciudad Real 51, Albacete 40, Guadalajara 24 y Cuenca 23.

Hoy la COVID-19 mantiene hospitalizados en planta a 88 castellano-manchegos, 10 menos que el pasado jueves. Por provincias, Toledo tiene 25 de estos pacientes (18 en el Hospital de Toledo y 7 en el Hospital de Talavera de la Reina), Ciudad Real 23 (10 en el Hospital de Tomelloso, 7 en el Hospital Mancha Centro, 3 en el Hospital de Valdepeñas y 3 en el Hospital de Ciudad Real), Albacete 20 (16 en el Hospital de Albacete, 2 en el Hospital de Villarrobledo, 1 en el Hospital de Hellín y 1 en el Hospital de Almansa), Cuenca 10 (todos ellos en el Hospital de Cuenca) y Guadalajara 10 (todos ellos ingresados en el Hospital de Guadalajara).

Lo que no se reduce es el número de pacientes con coronavirus atendidos en las UCI de los hospitales castellano-manchegos. Si el pasado jueves eran 29, hoy son 30. Por provincias, Toledo tiene 10 de estos pacientes, Ciudad Real 9, Albacete 7, Guadalajara 3 y Cuenca 1.

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