Imagen de archivo de un hombre utilizando su teléfono móvil

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Sociedad

El experto Julio Gómez, alto y claro: "Ignorar a tu pareja por estar con el móvil puede poner en peligro la relación"

El experto en comunicación Julio Gómez propone cinco medidas para evitar el phubbing, ignorar a una persona por prestar atención al teléfono móvil.

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El phubbing, ignorar a una persona por prestar atención al teléfono móvil, puede poner en peligro las relaciones de pareja, familiares y sociales, especialmente en estos meses de verano.

Así lo cree el experto en comunicación de la Fundación Casaverde, Julio García Gómez, quien alerta que este tipo de situaciones se acentúan aún más en verano.

"El fenómeno de estar prestando constantemente más atención al teléfono móvil que a la pareja -esa sensación que todos tenemos de que no se nos tiene en cuenta, porque la otra persona está mirando correos, las redes o los chats- supone un grave riesgo de conflicto y distanciamiento en el ámbito social y familiar", asegura.

Para combatir este exceso de utilización del móvil, propone una 'Guía de convivencia' compuesta por cinco puntos.

El primero tiene que ver con crear un plan estricto de comunicación para el diálogo en la pareja, que consistiría en dedicar una serie de minutos al día a la charla y la conversación personal, sin móviles por medio.

En segundo lugar sugiere hablar cada día de lo que se ha hecho por separado y en pareja, en el trabajo, con los amigos y los miembros de la familia. Fijar al final del día, un tiempo para comentar la jornada.

Poner por escrito cada día las frases clave de la jornada, a modo de titulares periodísticos, con los objetivos de la jornada, los problemas a resolver y los planes de actuación, es la tercera de las propuestas.

Julio García, experto en comunicación de la Fundación Casaverde.

Julio García, experto en comunicación de la Fundación Casaverde.

Además, anima a establecer un debate abierto sobre la planificación de las vacaciones, cómo afrontamos el nuevo curso y qué planes de futuro podemos tener en pareja.

El quinto y último punto es potenciar el mensaje verbal y gestual con la práctica diaria de solución a problemas mediante la técnica de pregunta/respuesta, en que un miembro de la pareja lanza una pregunta y el otro responde. A modo de entrevista en un medio de comunicación.

"España está entre los países con mayor número de smartphones, con lo que esto supone de aislamiento de las personas hacia un mundo virtual, no presencial", señala porque subraya que "en algunos casos de adolescentes, la timidez y la falta de hábito de conversación conducen a la soledad del móvil y al aislamiento de las personas con más intensidad".

Mensaje a los jóvenes

Énfasis especial pone en los jóvenes, de quienes destaca que cada vez hablan menos en persona por lo que pierden el hábito de la conversación y les cuesta el diálogo por la falta de costumbre y el excesivo tiempo que pasan en Internet y enganchados a las redes sociales.

"El móvil separa a la pareja porque no se hace un uso responsable de la tecnología y se presta más atención a la máquina que a la persona", afirma.

Cómo controlar la adicción al móvil

Tiempo controlado del uso del móvil. Hay que delimitar un tiempo para su uso durante la jornada. Es necesario fijar su rango de utilización al día, según las edades y la personalidad de cada individuo. Las personas proclives a socializar con dificultad, deberán propiciar los encuentros personales y dejar de lado el móvil.

'Contrato' entre las partes. Se fijarían unas reglas pactadas y escritas en la pareja para dialogar cara a cara, sin teléfono cerca, sobre todo los temas más conflictivos. En esta declaración de principios, de mutuo acuerdo, se establecen las normas que cada cual determine y se premia su estricto cumplimiento.

El 'policía' del móvil. Apartar los móviles de la mesa en las comidas con "sanción" para quien transgreda la norma (invitar a un café o a un refresco a la familia). Cada día, una persona del grupo, se convierte en vigilante de la comunicación para que se cumplan esas normas impuestas de manera consensuada.

Zona 'libre de móviles'. Establecer una franja horaria en el día ‘stop al móvil’ durante las reuniones sociales y de trabajo. Esa zona sin móviles puede ser en casa, en la oficina, o en el lugar de vacaciones, segunda residencia, en la calle, en la playa o en el campo, donde nos encontremos. La duración de la franja sin teléfono se determinará en función del tiempo que compartamos con los demás, para así luchar contra la nomofobia.

'Ley del silencio' de los móviles. Guardar en una caja todos los móviles silenciados de las personas que se van a reunir por ocio o negocio y entregar a cada uno al finalizar la sesión. Se dejarán conectados los móviles, con timbre, por si hubiera una urgencia, pero nadie utilizará el dispositivo mientras impere la “ley del silencio”. Evitemos también con esta recomendación, la nomofobia por no tener el móvil en la mano, para que no sea un fenómeno de ansiedad que nos descontrole. Es posible estar sin móvil, no pasa nada.