La anunciada salida de las Cortes de Castilla-La Mancha del Casco Histórico de Toledo es un asunto sensible en la ciudad y, a buen seguro, va a generar muchos comentarios porque afecta a un barrio emblemático y muy turístico, pero donde los residentes y los comercio de proximidad cada vez son menos. En ese sentido, el alcalde toledano, Carlos Velázquez (PP), ha avanzado que apoyará la mudanza solo en caso de que la actual sede del Parlamento autonómico, el Convento de San Gil, que es de titularidad municipal, mantenga un uso administrativo.

"Si se mantiene la vida administrativa, incluso con más funcionarios, nosotros no pondremos problemas. Si no es así, evidentemente el Ayuntamiento no estará contento con esa decisión", ha asegurado Velázquez durante su intervención en la clausura de las jornadas 'Castilla-La Mancha hacia el futuro', el mismo foro organizado por Europa Press en el que el presidente regional Emiliano García-Page ha anunciado la futura marcha de las Cortes de Castilla-La Mancha al edificio inacabado del Quixote Crea.

"Trasladé en su momento al presidente de Castilla-La Mancha que desde el Ayuntamiento estamos muy comprometidos con la vida en el Casco y eso pasa por el hecho de que la gente resida en el barrio, pero también pasa porque haya trabajadores, porque los funcionarios públicos aportan valor a esta zona", ha añadido Velázquez, que ha dicho tener "el compromiso del presidente de Castilla-La Mancha de que, aunque se marchen las Cortes, en el Convento de San Gil habrá actividad administrativa".

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Velázquez, que según ha podido saber este periódico ha hablado en privado este miércoles con Page sobre este asunto, ha reconocido que la cesión del edificio a las Cortes de Castilla-La Mancha desde el año 1985 ha sido "una colaboración exitosa" y "buena" para la ciudad.