Bajo el título de "Un ejemplo de las posibilidades económicas de un Tajo limpio: el restaurante Tabordo en los años 60", el gran blog Toledo Olvidado de Eduardo Sánchez Butragueño publica este domingo varias impagables fotografías, cortesía de Ángel Mora, para denunciar una vez más la "absoluta degradación" del Tajo a su paso por la capital de Castilla-La Mancha y reivindicar actuaciones urgentes que den la vuelta a esta intolerable situación.

"A las históricas demandas de carácter ambiental, paisajístico y cultural, se deben unir también las económicas, pues el ingente lucro cesante que produce en la ciudad la contaminación y la merma de caudal por el Trasvase Tajo-Segura debe ser tenido cada vez más en cuenta", afirma Toledo Olvidado, a la vez que afirma que "las posibilidades de negocios que podrían florecer alrededor del río son muy numerosas, desde las destinadas a la ciudadanía local hasta aquellas con un enfoque más turístico".

La oferta gastronómica y de ocio sería una de esas posibilidades, que tuvieron auge en el pasado y que actualmente no son viables en el mismo nivel debido a ese enorme deterioro que sufre el río.

Restaurante Tabordo en los años 60

Restaurante Tabordo en los años 60

"No me refiero hoy a los gangos o casetas más o menos improvisadas y de carácter humilde que se colocaban en zonas como las playas de Safont y la Incurnia, sino a estructuras más robustas en forma de restaurantes con terraza en la orilla del Padre Tajo. El más representativo, por seguir aún en activo de forma absolutamente meritoria, es el restaurante Tabordo que desde los años 60 lleva dando alegrías culinarias a sus clientes", afirma Sánchez Butragueño en esta entrada del blog que se publica este domingo.

Río Tajo y Tabordo en los años 70, foto de Julio Sánchez. Se ve Río Chico.

Río Tajo y Tabordo en los años 70, foto de Julio Sánchez. Se ve Río Chico.

"Situado cerca del denominado Río Chico, aguas abajo de la ciudad histórica en la margen derecha del Tajo, en aquellos primeros años el mayor atractivo del restaurante era su cercanía a un río limpio y vivo, en el que sus crecidas periódicas generaban praderas de color verde intenso en sus orillas. De esta época datan estas maravillosas fotografías que hoy os traigo, donadas por Ángel Mora a quien agradezco infinitamente su colaboración. Se trata de imágenes que deben llevarnos a reivindicar el regreso de un río con caudal suficiente y aguas sin contaminar", afirma el comentario de Toledo Olvidado.