La aparición de varios brotes de Covid-19 en el Hospital Virgen de la Salud de Toledo han obligado en las últimas horas a endurecer las medidas. Según dos documentos internos a los que ha tenido acceso EL DIGITAL CLM, a partir de ahora el acceso de acompañantes será mucho más restringido y también se estrechará la vigilancia entre los pacientes ingresados.

En lo que tiene que ver con los visitantes, el subdirector gerente avisa de que "se han producido varios focos intrahospitalarios que han tenido consecuencias negativas en la salud de los pacientes y en la organización del centro," por lo que pide extremar las precauciones.

En este sentido, detalla que una de las medidas más eficaces ha sido evitar la visita de familiares, cuyo control será mucho más estricto a partir de ahora. En pacientes que no hayan dado positivo por COVID, no están permitidas ni las visitas ni la presencia de acompañantes salvo en contadas excepciones que son: "situación de últimos días," "paciente que va a ser sometido a una intervención" y "pacientes con dependencia que presenten riesgos de caídas por su extrema situación de agitación o desorientación." En los tres casos estaría permitida la asistencia de un único familiar que además siempre tiene que ser el mismo.

En cuando a pacientes COVID, "se mantiene la absoluta prohibición de visitas o acompañante salvo excepción puntual y momentánea a efectos de despedida."

Estas nuevas instrucciones no afectarán a la planta de pediatría, donde no se han producido cambios.

Por otra parte, el centro quiere atacar estos brotes detectados en diversas plantas del centro redoblando la vigilancia entre los ingresados. Así pues, aunque hayan sido internados con PCR negativa, esta prueba se le repetirá 72 horas después. Además, si algún paciente tuviera síntomas compatibles con el COVID, será sometido a un test de antígenos con el fin de detectar cuanto antes una posible infección.