Varios de los carteles que portaban los participantes en la protesta.
Fuente-Álamo y su comarca se unen para plantar cara en la calle al macrovertedero de hasta 75.000 toneladas al año
Con la participación de vecinos, alcaldes de distinto signo político, sindicatos, organizaciones agrarias, cooperativas, etc.
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La localidad albaceteña de Fuente-Álamo ha acogido este sábado una concentración ciudadana contra el proyecto de una planta de residuos sólidos urbanos y un vertedero de apoyo previsto en su término municipal.
Se trata de una infraestructura que, según la información manejada en fases previas del expediente, podría procesar hasta 75.000 toneladas de residuos al año durante varias décadas.
La movilización ha sido convocada por la Asociación Juntos por Fuente-Álamo, que ha trasladado en un comunicado que la protesta ha servido para evidenciar el "rechazo social, político y económico" al proyecto, al considerar que "no cuenta con licencia social, territorial ni económica".
Un grupo de manifestantes.
Según la asociación, al acto han acudido vecinos, agricultores, empresarios, asociaciones y representantes públicos de distintos municipios de la comarca para mostrar su oposición a la iniciativa.
Desde Juntos por Fuente-Álamo subrayan que la concentración celebrada este sábado ha servido para visibilizar, según sostienen, una amplia unidad institucional.
En su nota de prensa, la asociación señala que han expresado públicamente su rechazo al proyecto Josefa Montes, alcaldesa de Fuente-Álamo; Jesús López, alcalde de Ontur; Joaquín Martínez, alcalde de Montealegre; Francisco Mansilla, alcalde de Albatana; y Estefanía Escribano, alcaldesa de Tobarra.
Todos ellos, según recoge el comunicado, han coincidido en que "cuando se trata del agua, de la salud y del futuro de los vecinos, no hay colores políticos, solo responsabilidad".
Rechazo social y económico
La asociación asegura además que la oposición al macrovertedero se extiende al ámbito económico y social.
Según afirma, ya han manifestado su rechazo diferentes entidades como Bodegas San Dionisio, cooperativa con más de 1.500 socios; el sindicato Comisiones Obreras de Albacete; ASAJA; la Unión de Consumidores; el Consejo Regulador de la DOP Jumilla; la Ruta del Vino de Jumilla; Acrimur o la Asociación de Enología de Castilla-La Mancha, entre otros colectivos.
Representantes de la asociación Juntos por Fuente-Álamo.
Durante el acto han intervenido el presidente de Juntos por Fuente-Álamo, Rosendo Hellín, y el vicepresidente, Carlos Cerdán. Según el colectivo, ambos han advertido de los posibles efectos del proyecto sobre los acuíferos, la agricultura, el empleo y la actividad económica de la comarca.
En ese contexto, han planteado cuestiones como "quién quiere comprar una casa junto a un macrovertedero" o "qué empresa responsable va a invertir en un pueblo estigmatizado por la basura", concluyendo que "aquí no se habla de ideología, se habla de sentido común".
Situación administrativa
En su comunicado, Juntos por Fuente-Álamo ha informado también sobre la situación administrativa del proyecto, que se encuentra en una fase previa y sin autorización concedida hasta el momento.
Según indican, se han mantenido reuniones tanto en Albacete como en Toledo con responsables provinciales y autonómicos en materia de medio ambiente.
Desde la asociación señalan que la administración les ha trasladado una posición de neutralidad como intermediación entre el promotor privado y el territorio, una postura que el colectivo cuestiona al considerar que "no es lo mismo el interés económico de una empresa privada que el derecho de un pueblo a su salud, a su agua y a su futuro".
Por último, la asociación ha hecho un llamamiento a la participación ciudadana cuando se abra el plazo administrativo de 30 días para la presentación de alegaciones.
Según explican, tanto el colectivo como los ayuntamientos ofrecerán apoyo para la elaboración y registro de estos escritos, que consideran "una herramienta imprescindible" para acreditar el impacto real del proyecto.
La concentración ha concluido, según el comunicado remitido, con un mensaje que resume la posición del colectivo: "No se van a rendir, no se van a callar y no van a permitir que se decida por ellos algo que hipotecaría décadas de futuro".