
José Miguel Martín de Blas, narrador de toros de CMM, en el estudio de su programa semanal.
Martín de Blas, voz de los toros en Castilla-La Mancha: "Muchos quieren imitar a José Tomás, pero no con la mano izquierda"
El narrador ensalza el potencial de la televisión para la difusión del acontecimiento. Por una parte, invita a los profesionales del toro a reflexionar sobre los beneficios que proporciona un canal masivo al que decenas de miles de espectadores se acercan en cada retransmisión. Al mismo tiempo, elogia la "función social" que cumple su labor, otro empeño por la vertebración del territorio, en tanto permite que aquellos vecinos con movilidad reducida o renta escasa se aproximen a una expresión cultural identificativa de la región y del propio ente público.
Si el tiempo no lo impide, según la máxima que prologa los carteles, el narrador de los toros de la televisión regional trenzará esta tarde su paseíllo número 1.300, una cifra tan extensa como la audiencia que lo ha escuchado en los últimos 23 años. José Miguel Martín de Blas (Madrid, 1971) es uno de los rostros de la apuesta del ente público por los festejos taurinos.
El narrador presume de la colección de plazas desde las que ha retransmitido, entre otras, Lima, Barcelona, Sevilla, Bilbao, Lisboa o Madrid, al tiempo que reivindica la proyección que las cámaras han brindado a algunos de los cosos históricos diseminados por la comunidad autónoma, como Santa Cruz de Mudela o Almadén.
La inclusión de San Isidro en la temporada televisiva de CMM, con once tardes, eleva una apuesta que trata de desplegarse por el vasto territorio regional y alumbrar a los nuevos valores del toreo.
Amigo de José Tomás, el protagonista de una hipotética retransmisión que probablemente nunca será, ensalza al equipo que lo rodea y con quien comparte horas y kilómetros.
Pregunta. Los toros forman parte de la historia de la televisión autonómica de Castilla-La Mancha.
Respuesta. El dato de las retransmisiones de toros en CMM es de más de 1.500 festejos. Estamos hablando de unas cifras que arrojan una media bastante potente cada temporada. Me incorporé a la entonces Castilla-La Mancha Televisión en octubre de 2002. Ya se habían hecho retransmisiones taurinas; yo empecé con una novillada sin picadores, una final de escuelas que se hizo en Tobarra [provincia de Albacete]. Lo que tiene esa plaza, como luego han incorporado otras, es la cubierta que garantiza la celebración del espectáculo y, por tanto, que la programación de la televisión se cumple.
Al año siguiente empezó Puerta Grande, que era un concurso de novilleros en el que estaba Palomo Linares como director artístico para la selección de los toreros. Fue su primera edición. Aquellos fueron mis primeros contactos. Y hasta la fecha de hoy.
P. Los festejos que daba el ya desaparecido Canal Plus tenían una identidad propia. ¿Qué caracteriza a los que ofrece CMM?
R. El sello creo que lo deben poner otros, pero sí que tenemos clara la intención y el objetivo de las retransmisiones. Para empezar, el respeto al evento, al espectáculo, a los que allí están y se juegan la vida. Estamos hablando de un arte que ocurre o no ante los ojos del público y en directo. Conviene conocer esa realidad y saber que no todos los días puede llegar la gran faena. Tenemos que estar preparados, que a veces eso se nos olvida, para la mala tarde, para la tarde de bronca. Aunque parece que ya no se estila, ha sido parte consustancial del mundo del toro.
El estilo de nuestras retransmisiones parte del cuidado de cada detalle, porque todos suman. El detalle de la imagen y la búsqueda del mejor plano son cosa de nuestro compañero Paton, el realizador, y de su equipo. "El equipazo de retransmisiones taurinas de CMM" al que yo me refiero no es el de los que estamos de cara al público con el micrófono: hablo de un número amplio de hasta 25 personas que se ponen en marcha en cada tarde de toros. También en aportar el detalle de la imagen, el detalle del sonido o el intentar dar las claves con toda la riqueza lingüística que seamos capaces de tener en ese momento, porque es en directo. O en dar agilidad a la narración con personajes y protagonistas, una labor de la que se encarga Óscar Aranda, quien juega un papel fundamental en el engranaje.
Cada aspecto de la lidia cuenta y merece la pena verlo y escucharlo. Los sonidos son fundamentales. Nuestro equipo está muy implicado en que podamos escuchar hasta las pisadas del toro por el túnel de chiqueros. Después, nosotros hacemos lo que podemos con el micrófono.
P. ¿Cuál es el perfil del espectador que, especialmente las tardes de los sábados y los domingos, sintoniza su canal?
R. Creo que es muy amplio y que también lo prueban las edades de las personas que acuden a las plazas: hay niños, jóvenes, personas de mediana edad y algunos más mayores. Posiblemente, en sus respectivos domicilios o en residencias haya personas de más edad que, por pura condición física, no pueden desplazarse a las plazas. O gente que esté enferma y que tampoco puede acudir a las plazas. Ahí, la retransmisión de los toros en abierto tiene una función social porque ese público que no tiene ni medios económicos ni medios físicos para acercarse a una plaza, tiene la opción, si quiere, de verlos por CMM.
En cuanto a su afición, el perfil es indemostrable, no podemos saberlo. Por eso, siempre me preocupó el no intentar dirigir la retransmisión ni hablar exclusivamente para el aficionado que controla la técnica, la jerga y conoce. Entiendo que hay que hablar para todos, para que todo tipo de público, sea el más neófito, el que se está aficionando, o el que se asoma por primera vez a una retransmisión, pueda sentirse interesado en seguirla. Al mismo tiempo hay que respetar a los muchos muy aficionados que nos siguen para que no nos tomen por analfabetos taurinos.
P. Es la primera vez que la cadena pública regional ofrece San Isidro, el mayor acontecimiento global de la tauromaquia.
R. Es un sueño realizado para una cadena que se vuelca tanto con los toros y cubre temporadas completas, de marzo a octubre, en todas las plazas de Castilla-La Mancha y, en otros tiempos, también en otras de la geografía española e incluso americana. San Isidro nos da una alegría y un prestigio porque es la primera plaza del mundo y la feria decisiva. Ojalá sea la primera de muchas.
CMM ha retransmitido un buen número de corridas desde la plaza de Las Ventas. Estuvimos, en su momento, en las Ferias del Aniversario. Pero no era San Isidro. Hemos estado muchos años el 2 de mayo, también algún 15 de agosto y algún 12 de octubre. Pero San Isidro es San Isidro.
P. Llegaron, allá en la primera década del siglo, a Perú y Ecuador.
R. Sí, la primera retransmisión que se hizo desde América fue en Lima, en una plaza histórica como es el coso de Acho. Recuerdo perfectamente aquel viaje, la experiencia y el gran triunfo de un tal Miguel Ángel Perera que acababa de tomar la alternativa: cortó cuatro orejas y fue una gran tarde de toros allí que, por el cambio horario, se vio en la franja nocturna aquí. Después, esa experiencia de Lima se amplió a Quito, donde ahora, tristemente, no hay feria.
Fue una experiencia que en su momento tuvo su sentido. También recuerdo alguna retransmisión desde Cartagena de Indias [ciudad de Colombia].

Martín de Blas gesticula durante la entrevista
P. También televisaron desde Portugal.
R. Hemos estado en Campo Pequeño, la plaza de Lisboa, en un festival. Es la plaza más importante de Portugal y ahí también estuvo CMM. En Francia, todavía no.
P. El castellanomanchego identifica a esta cadena con los toros. Son habituales en la parrilla desde la fundación del ente.
R. Es que la apuesta tiene su origen en el nacimiento mismo de la televisión. Y lo que hace, simplemente, es corresponder a la realidad social que tiene Castilla-La Mancha. En este caso, y en esta casa, se apuesta por un tratamiento integral. Hay programas especializados, como puede ser Tiempo de Toros u otros documentales. Junto a las retransmisiones y el programa de la radio, también tenemos presencia en informativos cuando hay un acontecimiento, con el seguimiento de las grandes ferias o con los protagonistas del mundo del toro que pasan por los informativos de la cadena. Es una retroalimentación de la actualidad taurina que, además, incluye a las diferentes esferas: desde los que están empezando, los novilleros, hasta los toreros más importantes. Sin olvidar que, además de tierra de toreros, Castilla-La Mancha es tierra de toros.
P. La región es un oasis para la fiesta brava. La tauromaquia puede presumir de buena salud en esta tierra.
R. Sí, la fiesta taurina está absolutamente arraigada desde el pueblo más pequeño, donde además es la base de sus fiestas, hasta las grandes ferias. Están Albacete y Cuenca, también la feria de Guadalajara con los encierros que se han recuperado o la feria de Ciudad Real que cobra un nuevo impulso ahora. Tenemos el Corpus en Toledo. La fiesta va desde los pueblos hasta los escenarios más principales que intentamos que estén presentes en esa realidad que, desde marzo a octubre, ofrecemos.
P. En julio de 2016 estuvieron en Teruel. Aquella tarde llevaron a los hogares el fallecimiento de Víctor Barrio. Muchos años después, un torero moría en la plaza. Allí estuvieron para contarlo.
R. Se televisó en directo y fue un mazazo para todo el equipo y toda la afición. Fue una piedra de toque para todos porque enfrentamos la crudeza que tiene el riesgo cierto de la muerte. A veces lo olvidamos, pero puede pasar cualquier día y en cualquier momento. Fue un baño de realidad, una tarde muy dura en la que se hizo realidad una pesadilla recurrente que yo he experimentado. "Que no nos pase esto, que no nos pase esto". Y nos pasó. Creo que el tratamiento desde todos los ángulos, de todo el equipo, de las imágenes que se ofrecieron y la reacción que tuvimos quienes estábamos en ese momento en directo, se convirtió en una respuesta buena a un momento muy difícil.
P. De sus 1.300 tardes como locutor, ¿cuáles les han dejado un recuerdo aún vivo?
R. Son muchas y no puedo hacer una competición entre ellas. Pero poder visitar y retransmitir toros desde plazas emblemáticas como Barcelona ha sido una satisfacción importante. O abrir camino hacia el norte, por ejemplo, en Bilbao, donde gracias a los seis toros de Iván Fandiño estuvimos en Vista Alegre, una plaza legendaria. Retransmitir toros desde la Maestranza de Sevilla también lo hemos experimentado. Y muchas tardes desde Madrid.
Todas las grandes plazas tienen su por qué, pero me gustaría también detenerme en las más pequeñas, que además son joyas de Castilla-La Mancha. Hablo de Las Virtudes, de Santa Cruz de Mudela. O de la Plaza de los Mineros, que yo siempre la llamo así, que es la de Almadén, una maravilla con ese coso hexagonal. Son esos recintos en los que parece que el tiempo se ha detenido y donde, de repente, nos presentamos con la tecnología moderna de una televisión para asistir a un rito antiguo como es el del toro.
En lo estrictamente taurino, ha habido de todo. Aunque no sé si nos retiraremos sin haber podido dar en directo alguna corrida de José Tomás. Ojalá.
P. Del mismo modo que cada torero tiene una faena soñada, supongo que el narrador también tendrá un cartel anhelado.
R. Bueno, quizá por lo infrecuente y por qué no: me gustaría ver en CMM a un torero como José Tomás. Nunca sabremos si es posible. Normalmente, nos fijamos en los de arriba, en los que están en el foco de todo el mundo. Pero nos satisface, y muchas veces lo hemos comentado entre los compañeros del equipo, que a muchos de los toreros que ahora están triunfando los hemos visto de novilleros sin caballos en nuestra televisión. Muchos de los toreros jóvenes de Castilla-La Mancha, y no solo de esta región, que ahora tienen 20 años o incluso menos porque están empezando nos han contado que se aficionaron viendo toros en CMM. En el corazoncito también llevamos algo de culpa de que esa afición en los que han de ser los toreros del futuro haya prendido.
P. Buena parte de su programación incluye novilladas con y sin caballos, festejos de menor relieve.
R. Resulta perfectamente proporcionado que para una temporada [televisiva] de casi 70 festejos haya más de 30 corridas de toros. El número de novilladas sin caballos y novilladas picadas también obedece a un apoyo clarísimo a la cantera y a los que están empezando. La pregunta que habría que devolver es a quién quitamos del panorama. Hablamos de novilladas sin picadores como los concursos Promesas de nuestra tierra o Alfarero de Plata; también ahora con el certamen Domingo Ortega de Toledo o el de Guadalajara busca torero. En cuanto a novilladas picadas tenemos el certamen de La Solana y la joya de la corona, el Alfarero de Oro de Villaseca de la Sagra. Desde 2016 se emite íntegro en CMM, y creo que ese binomio Villaseca-CMM también le ha dado un impulso tremendo a ese certamen.

P. También se les ha criticado por el trapo de algunos animales lidiados en los festejos que televisan. Esas voces justifican su reprobación por la falta de presencia de las reses y las sospechas de pitones para cuestionar si ciertos espectáculos se deben enseñar o es preferible evitar su proyección.
R. La realidad del toreo es la que es. Y caben varias reflexiones en cuanto a la presentación de los toros, que creo que ha mejorado notablemente en los últimos años en los festejos que emite CMM. Pero la primera reflexión es que esos toros los aprueba la autoridad de cada festejo. Y que cuando salen al ruedo, y la primera reacción y la directa es la del público que está en la plaza, normalmente no se observa ninguna protesta al respecto. CMM retransmite lo que otros organizan, no es organizadora de eventos taurinos.
P. Entre las ferias de la región reluce la de Albacete. ¿Se podría llegar a ofrecer íntegra?
R. No sé si se puede considerar la retransmisión completa de Albacete porque eso significaría eliminar otras fechas del calendario [se solapa, por ejemplo, con el Alfarero de Oro de Villaseca]. Y habría que tener en cuenta las otras plazas de capital de provincia que existen en la comunidad para que hubiera un equilibrio entre todas. Entiendo que ese equilibrio tampoco es tan sencillo alcanzar porque Castilla-La Mancha es un territorio bastante amplio y desde el punto de vista del reparto de la atención no sé si sería posible. Pero ojalá todo Albacete, todo Ciudad Real, todo Cuenca, todo Toledo y todo Guadalajara. Pero eso tampoco es posible, ni por calendario.
P. En lo de contar los toros también hay presiones y críticas.
R. Bueno, hay de todo: está la crítica y está el halago. Las dos cosas son efímeras y no creo que convenga quedarse ni en lo uno ni en lo otro. Sí que hay que tomar nota para, a estas alturas y ya con el recorrido que tenemos, saber más o menos lo que hemos hecho bien y lo que no hemos hecho bien para corregirlo.
Cuando entramos al directo, con lo que hay en el ruedo, no sabemos lo que va a pasar, no sabemos cómo se va a desarrollar y, por tanto, no sabemos cómo vamos a responder en nuestro trabajo. Nuestro propio análisis de una retransmisión lo hacemos con los compañeros durante los viajes de vuelta. Ahí nos da tiempo a decirnos "aquí teníamos que haber hecho esto", o "tendríamos que haber estado más atentos a esta otra historia", o "qué bien que no nos hemos perdido este detalle y lo hemos podido dar al público".
P. Ha tenido como compañeros de narración a Cristina Sánchez o César Jiménez. Los toreros también agarran el micrófono.
R. Hubo una temporada completa que hice en solitario y que, además, fue de un altísimo número de festejos. Pero los acontecimientos en esta tele y en otras han ido llevando a que no hubiera un único comentarista. He estado muy bien con ambos. Cristina Sánchez fue un descubrimiento. Siempre ha tenido muy buena imagen y muy buena relación con los medios de comunicación. Y en CMM creo que hizo el máster con tantas retransmisiones en directo. Después, se le presentó otro proyecto y tuvimos la suerte y el acierto de encontrarnos con César Jiménez, quien ha sido y es un auténtico hallazgo por cómo desvela las claves del toro y del torero.
He tenido más compañeros. En los rejones estuvo Josechu Pérez de Mendoza y ahora me acompaña Raúl Martín Burgos. En los festejos de recortes, José María Vivas.
La reaparición de Cristina por un día en Cuenca fue un acontecimiento. Cerraba su círculo taurino con aquella corrida que se emitió y fue récord de audiencia, y que toreó con Enrique Ponce y El Juli. Para esa ocasión tuve la suerte de conseguir que me acompañara Juan Mora, un torero de culto para muchísimos aficionados y una persona con una sensibilidad exquisita.
En una Feria del Aniversario también tuvimos que improvisar compañeros de micrófono. Fue una experiencia impresionante hacerlo con un tal Pedro Gutiérrez Moya 'Niño de la Capea' en la retransmisión de una corrida de Victorino Martín en Madrid.

P. ¿Qué tal se lleva con los taurinos, o sea, con los ganaderos, matadores, banderilleros y apoderados.
Con el mundo del toro la relación es correcta. Evidentemente, existe una tendencia preocupante para la imagen de los toros que, a mi juicio, es el alejamiento voluntario que muchas veces los protagonistas de la fiesta tienen.
Yo siempre recurro a este argumento: quieren imitar en eso a José Tomás, pero no le quieren imitar con la mano izquierda, que sería lo interesante, lo más positivo. Mi deseo es que, en general, hubiera más conciencia en el sector del toro —y hablo de empresarios, del tejido de empresarios, ganaderos, toreros— de la importancia vital que tiene la presencia en los medios. En este caso, de la importancia de tener esas cotas de popularidad que, por unas cosas o por otras, se han perdido. Y una baza que tienen a su alcance es la televisión en abierto
P. Hay televisiones autonómicas que parecen seguir sus pasos. Canal Sur ofrece un número de festejos como hace muchos años no tenía. Aragón TV va a dar hasta trece tardes de San Isidro. Quizás piensen que, como a CMM, las audiencias les responden bien cuando ponen toros a las suyas les sucederá lo mismo.
R. Ahora parece que se ha puesto de moda, pero conviene no perder de vista que esta casa lleva apostando por los toros todos estos años. Son más de 1.500 retransmisiones taurinas. Se ha convertido en una norma. Y ojalá no lo tengamos que añorar en un futuro. La televisión de los toros es CMM. Es la referencia. No se puede gustar a todo el mundo y habrá quien no esté tan de acuerdo, pero los datos están ahí y nuestras temporadas también.