Son, sin duda, ejemplos dinamizadores de la industria vitivinícola en este país, además de reconocidos referentes del desarrollo agroindustrial en Castilla-La Mancha. Félix Solís y José García Carrión, dos firmas permanentemente enfrentadas, y no precisamente en los lineales de los supermercados a la hora de defender sus productos, han sido citados a partir de la próxima semana como investigados por el juez de la Audiencia Nacional y titular del Juzgado Central de Instrucción número 4, José Luis Calama, por delitos de publicidad engañosa, estafa y falsedad documental. Ambas comparecencias, en fechas diferentes, se convocan en el marco de la causa abierta en la Audiencia Nacional por la presunta comercialización como crianza, reserva y gran reserva de determinados vinos de la Denominación de Origen Valdepeñas, entre 2017 y 2019, que supuestamente no cumplían los requisitos de elaboración indicados en la etiqueta. El instructor de la causa incluye en la lista de investigados a las entidades certificadoras Sohiscert y Liec Agroalimentaria como presuntas cooperadoras necesarias.

Los hechos datan de abril de 2021, cuando el magistrado admitió a trámite la denuncia presentada por la Fiscalía, previa acusación de las organizaciones agrarias, para investigar si las bodegas de la Denominación de Origen Protegida (DOP) de Valdepeñas Félix Solís, García Carrión, Bodegas Navarro López y Bodegas Fernando Castro -así como sus administradores- comercializaron como crianza, reserva y gran reserva millones de litros de vinos que "no cumplían los requisitos de elaboración, ni en periodo mínimo de envejecimiento, ni en la permanencia en barrica de roble ni en botella". Un dictamen realizado tras la documentación presentada a la causa, la obtenida a través del Consejo Regulador Valdepeñas, de la entidad certificadora Liec Agroalimentaria y de trece mercantiles compradoras. El juez Calama solicitó posteriormente a la Fiscalía que se pronunciara sobre la posibilidad de decretar el sobreseimiento de la causa para las bodegas Navarro López y Fernando Castro, así como para sus representantes, dado que tras el examen de la documentación no se podía inferir que dichos investigados hubieran participado en una actividad ilícita.

Lamentablemente, resultan frecuentes en este país la venta de graneles embotellados bajo etiquetas con DOP y marcas de prestigio, un fraude de consideraciones millonarias. Igualmente, cuando el producto que se adquiere no se ajusta a las características de elaboración que señala la etiqueta de la botella. Un engaño que no solo afecta al consumidor, también a la DOP que lo protege bajo su sello, en este caso Valdepeñas, con una tradición y relieve comercial ampliamente reconocido. De la misma forma, al resto de bodegas que bajo el mismo marchamo de calidad comercializa fidedignamente sus vinos.