El Comentario EL LADO BUENO DE LAS COSAS

La luz de Pepe Castro y la inolvidable tarta de cerezas del agente Dale Cooper

6 marzo, 2020 00:00

La tarta Cherry Pie cumple 30 años

Todo el mundo de David Lynch está en “Twin Peaks”. Tal vez este fabuloso y singularísimo director no tenga una gran película, pero desde luego ha sido capaz de crear una de las series más fascinantes y revolucionarias de la televisión. Quién sabe si la mejor. Cumple los treinta años y sigue siendo una serie insuperable. Inquietante, mágica, surrealista, llena de simbolismos y referencias, “Twin Peaks” lleva dentro todos los universos y obsesiones de Lynch de una forma tan magnética y original que, dicen los que saben, cambió para siempre las series de televisión y la manera de entender el cine y mirar los planos. Hoy vemos a Lynch por todas partes. No hay cafeterías tan maravillosas como las de “Twin Peaks”, ni mujeres tan guapas, ni una tarta de cerezas como la Cherry Pie, pasión del inolvidable agente Dale Cooper. Ni canciones tan memorables como las que cierran cada capítulo en esos ambientes tan nebulosos. Cómo olvidar los acordes iniciales, tan evocadores. La atmósfera es asfixiante y extraña, siempre a punto de saltar por los aires o de sobrevenir algún hecho terrible, con esa música tan bella y perturbadora, pero no sé por qué uno quiere irse a vivir allí y meterse en el laberinto imposible con esos personajes raros y complejos que son, en realidad, los que todos llevamos dentro. Una exploración alucinante del alma humana y el mundo invisible.

Angelo Badalamenti Twin Peaks Theme ( Instrumental) 1990

Trapiello, Galdós, Cervantes

Es Andrés Trapiello el escritor de nuestros días. Uno de los grandes. Grafómano total, como Baroja, como Pla, como Umbral, lleva toda la vida en estado de gracia literaria y eso le está permitiendo acumular una obra asombrosa, tan adictiva como magnífica. Cantidad y calidad en un proyecto literario de magnitud desconocida en la literatura española y que no deja género vivo. Abre por cualquier sitio y ponte a mirar: leer a Trapiello es encandilarse y encontrarse uno continuamente con una gran página que echarse a la boca, o sea cualquier tarde de felicidad reposada, se ponga uno por dónde se ponga. La monumental corriente autobiográfica de sus diarios, apasionantes y hermosos así pasen los años, es una aventura y una fiesta, y ahora mismo no encuentro otro ejemplo mayor de excelencia y compromiso con el escribir cada día. Cómo me gustan estos escritores al correr de la vida. Cuántas miles de páginas y qué bonitas y perdurables. La historia y los premios tendrán que hacerle justicia a Trapiello en algún momento, aunque por ahora él no hace más que rendir homenaje a sus grandes pasiones, particularmente dos: Cervantes y Galdós, a los que lleva tanto tiempo adorando y sobre los que no para de enseñarnos todos los días. Su “traducción” del Quijote al español actual es impagable y su apasionada forma de abrirnos los libros de Galdós estos días de aniversario, un acontecimiento de puro enamorado. Trapiello es la Literatura. Hay que leer a Trapiello.

Pepe Castro, la luz

A Pepe Castro se lo han llevado al Olimpo los dioses de la fotografía. Qué talento y qué gran maestro. Su vertiginoso éxito de los últimos años es paralelo al asentamiento de su excelencia y este singular fotógrafo toledano no deja de provocar asombro y admiración. Un gigante del retrato, el perfecto detallista del blanco y negro y un impactante componedor de la luz. La arruga es bella, tirando a infinita. Tal vez Pepe Castro ha creado ya su propio género en la fotografía, un mundo propio bien identificable, pero en todo caso Toledo ha dado un momento estelar con él en este arte de enseñar la vida con una cámara. Le conozco personalmente, aunque muy poco, pero sigo su imparable progresión en todo este tiempo y veo una riqueza creciente, una larguísima primavera, que debe estar haciéndole muy feliz, saltando por el mundo y conociendo a todo tipo de gentes. La cámara de Pepe Castro ya se ha convertido en un lujo y todos quieren ser inmortalizados por ella, con esa magnética fuerza que tiene, ese contraste adorable. Un orgullo toledano en un gran momento de creatividad que puede llegar al cielo. Rayo de luz en Toledo y el mundo.

LEE AQUÍ LAS ANTERIORES ENTREGAS DE "EL LADO BUENO DE LAS COSAS:

La vida resbalando escaleras bajo la tormenta o quién es el dueño de esta pocilga

Tres fogonazos de fascinación que te deslumbrarán

El maravilloso mundo de ayer, el crack en blanco y negro y el último clásico