Las Cortes de Castilla-La Mancha han cerrado el quinto periodo de sesiones de la actual legislatura con el debate y la aprobación de los Presupuestos Generales de la Junta para 2022. El último periodo del año suele ser el más corto, pero también el de contenido más importante y mediático ya que en estos meses -de septiembre a diciembre- se celebran los debates del Estado de la Región y el de Presupuestos.

En ese aspecto todo sigue igual en el parlamento castellano-manchego. Por el contrario, hay tradiciones que se han ido perdiendo con el paso del tiempo. Dos esas actividades que eran habituales cada año en las Cortes se perdieron durante la etapa de gobierno del PP, con María Dolores de Cospedal como presidenta del Gobierno y Vicente Tirado como presidente de las Cortes. Una de ellas intenta recuperarla el actual presidente, Pablo Bellido. La otra, estrictamente navideña, es difílmente recuperable en estos momentos.

En este último caso nos referimos a la cena que por estas fechas celebraban juntos los diputados de todos los grupos parlamentarios. Dichos grupos organizaban por separado una comida o cena, cosa que siguen haciendo en la actualidad, y finalmente, coincidiendo con el final del debate de los Presupuestos, cenaban todos juntos, lo cual ayudaba a limar asperezas y a entender la actividad política desde una perspectiva más social y lúdica. La legislatura con Cospedal fue tan intensa y afectó de tal forma a los diputados y a sus grupos parlamentarios que fue imposible mantener este hábito de cena conjunta. Si no había dinero para pagar el salario de los diputados tampoco podía haberlo para estos menesteres. El resultado es que se perdió la tradición y todavía no se ha recuperado.

Otra de las actividades que hacían en común los distintos grupos políticos con relativa asiduidad eran los viajes a Bruselas o Estrasburgo, donde mantenían contacto con políticos y técnicos de la UE sobre temas que interesaban a Castilla-La Mancha. En general viajaban todos los miembros de una comisión parlamentaria concreta -la que correspondiera en cada momento- y de esta manera los diputados profundiazaban en sus relaciones fuera del día a día de las Cortes y se propiciaba una nueva forma de diálogo y de tender puentes entre partidos.

Aquella práctica viajera también sucumbió a la legislatura de Cospedal y todavía no ha vuelto al parlamento, aunque Bellido lo ha intentado y seguirá haciéndolo en cuanto pueda. De hecho, ya estaba programado uno de estos viajes a Bruselas pero la aparición de la sexta ola del Covid, con especial virulencia en Bélgica, ha impedido que pueda llevarse a cabo.