En el PP de Castilla-La Mancha lo tienen claro. Los más próximos a María Dolores de Cospedal, presidenta del partido en la región, ya dan por seguro su próximo destino. Solo falta cuándo lo va a hacer público y de qué manera. Lo que dan por seguro es que Cospedal va a dejar la política activa. Se va a marchar dejando la presidencia del PP-CLM y renunciando a cualquier otro cargo o destino en España o en Europa. EL DIGITAL CLM se hacía eco recientemente de una información de El Confidencial que sostenía que la exministra de Defensa dejará la política y empezará a ejercer su profesión de abogada en el sector privado, en el que ya tendría alguna oferta de gran interés.

Falta saber cuándo va a hacer pública su decisión y de qué manera. Lo que es seguro es que esperará a que pase el congreso nacional del próximo 21 de julio en el que el PP debe elegir al sustituto de Mariano Rajoy como presidente nacional del partido, cargo que se van a disputar Soraya Sáenz de Santamaría y Pablo Casado. Los "cospedales" ya están haciendo campaña y volcados con este último y no hay más que ver los comentarios de los dirigentes del PP de Castilla-La Mancha en las redes sociales para advertir claramente hacia donde dirigen sus tiros. Según fuentes de los "populares" en la región, lo que Cospedal quiere es dejar la organización castellano-manchega lo mejor situada posible de cara al futuro, en el que el PP se juega el ser o no ser. Si apoya a Casado y resulta elegida Soraya podría generarse algunos contratiempos importantes para los actuales dirigentes del partido en Castilla-La Mancha. Si el elegido es Casado la situación sería distinta y las cosas seguirían más o menos igual en el PP de la región, pero sin Cospedal.

Pase lo que pase, en circunstancias normales los "populares" castellano-manchegos tendrían que celebrar un congreso extraordinario y elegir un nuevo presidente en sustitución de Cospedal, que sería también el próximo candidato a la Presidencia de la Junta en las autonómicas del año que viene. Sin embargo, la situación no es de normalidad ya que estamos prácticamente en año electoral, por lo que será improbable que se convoque dicho congreso. Unas primarias a estas alturas sería un suicidio electoral para el PP en la región.

Por eso lo probable es que, siguiendo los mecanismos que contemplan los estatutos, se elija un nuevo presidente provisional hasta que se celebre el congreso después de las elecciones. Lo lógico es que asuma esa función Vicente Tirado y que sea también el candidato a la Junta, aunque en los tiempos que corren será difícil hacer comprender a los afiliados y al resto de la sociedad que no se convoquen primarias para elegirlo.

Y es todo este proceso el que podría complicarse en extremo si la presidenta nacional resultara ser Soraya Sáenz de Santamaría, que aspiraría a poner al frente del partido en la región a gente de su confianza. Con todo lo que eso supondría.