Toda acción genera una reacción. Tercera ley de Newton. Aunque no siempre la notamos, pues, algunas veces es imperceptible. Toda acción desmedida o desproporcionada genera una reacción. Cuando la acción es desmedida, la reacción, antes o después se nota .. Actuamos desproporcionadamente si empezamos a gritar porque una bici pasa la acera, o insultamos al camarero porque nos trae la sopa fría. O le retiramos la paga al hijo porque ha tenido un olvido, o dejamos de saludar a la vecina porque lleva un lazo amarillo. O pedimos el divorcio, porque la mujer está a favor de Maduro. O le llamamos traidor a Pedro Sánchez porque acepta “un mediador”.

Estos son ejemplos simples de actuaciones desmesuradas. Las padecemos, o las protagonizamos (...).

También hay actuaciones desmesuradas complejas. Me vienen a la cabeza dos: La desmesura de los independentistas catalanes. El gigantesco despliegue en defensa de la mujer. Hay que decir que los independentistas tienen sus motivos. Hay que decir también, que considerando la agresividad del macho, debemos defender a la mujer. «Aún así se puede hablar de desmesura. Mucho más en el primer caso». Lo decía hace poco un periodista! (...).

Los independentistas se saltaron reiteradamente las leyes, celebraron un referéndum ilegal, y tenían planes para romper el estado. La reacción tardó, sin embargo, llegó. (..). Pensando en la segunda desmesura mencionada, además de decir que la ley de violencia de género vulnera dos principios, e incentiva la denuncia, añado, que para entender lo que quiero decir hay que leerse este artículo: «Violencia y Perspectiva de Género». De Josep Miró i Ardèvol.