El Quabit Guadalajara, con los deberes hechos, se mide esta jornada a un Logroño que se juega mucho en este tramo final de la temporada. El conjunto riojano aspira a llegar a su partido de dentro de una semana con opciones de ser segundo y para eso debe ganar mañana lo que, de paso, le aseguraría el tercer puesto y jugar en Europa la próxima temporada.

Los alcarreños se encuentran tranquilos con el objetivo cumplido un final de ejercicio relativamente plácido, puesto que el cuadro de César Montes no sufrirá para mantener la categoría. Todo lo contrario que su rival de esta jornada, que se halla en un punto clave para alcanzar sus metas. Por ello, el cuadro riojano ha preparado el partido como si se tratara de una final, aunque teniendo en cuenta el momento físico y mental de muchos jugadores de su plantilla. Su técnico, Miguel Ángel Velasco, repite desde hace semanas una llamada a la concentración de sus jugadores "porque si pensamos que va a ser fácil es cuando podemos perder".

De hecho, recuerda el partido ante el Benidorm, donde el exceso de relajación llevó a su equipo a realizar una gran remontada para ganar en el tramo final. Y el Guadalajara "es muy buen equipo", ha advertido "y la prueba es que empató en el campo del Bidasoa un partido que pudo ganar" y que hace que los riojanos puedan, incluso, ceder un punto de aquí a final de temporada, siempre y cuando ganen a los vascos.

"El partido del Guadalajara en Irún fue un aviso y demostró que aunque tuvo un momento malo es un gran equipo ante el que tenemos que estar concentrados", ha insistido, "sobre todo porque hay jugadores a los que les pesa ya la temporada y otros que piensan en su futuro", ha reconocido. El técnico riojano cuenta con toda su plantilla con la excepción del central Eduardo Cadarso, lesionado en un tobillo, aunque todavía no se conoce el alcance total de la dolencia.