Samuel Navalón, a hombros dando la vuelta al ruedo en la plaza de Ciudad Real.
Navalón y ‘Extranjero’, el idilio perfecto para abrir la Puerta Grande en la feria de Ciudad Real
El torero cortó a este astado los únicos trofeos que se vieron en la Corrida de la Beneficencia.
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Corrida de la Beneficencia en Ciudad Real. Hacía años que no se celebraba, aunque solía ser para Semana Santa, pero gran acierto que se recuperen las tradiciones que antaño tuvieron tan buena acogida. Muy buena presentación de los astados de Martín Lorca en sus dos hierros, una pena que Alejandro Peñaranda errara con la espada y Carlos Aranda quedara inédito en su primero. De lo que se disfrutó de lo lindo, fue con el tercio de banderillas, nunca se habían desmonterado tantos hombres de plata en una misma tarde. Un lujazo de tercio. Sin dejar atrás las dos ovaciones que se llevaron dos de los picadores. Una tarde en la que el tiempo permitió que se respirara mejor y no hiciera tanto bochorno.
Salió el tercero de la tarde, del hierro de Escribano Martín y Navalón no se lo pensó, hincó la rodilla en tierra para lancear con dos largas cambiadas, no una vez sino dos veces. Ahí empezó este idilio que continúo cortejando al astado con un ramillete de verónicas rematadas con una media. Lástima que el animal clavara los pitones en tierra y diera hasta dos costaladas, pero aún así tuvo el brío para que Navalón conjugara una faena importante.
Aplaudido, por una minoría de la plaza, el varilarguero Cristian Romero, que supo entender que no había que picar mucho al toro, si quería que su torero pudiera tener faena después de las fuertes volteretas del animal. Se desmonteraron Agustín de Espartinas y Alfredo Cervantes. En los medios citó a ‘Extranjero’ para darle pases cambiados por la espalda, en varias ocasiones, eso mantuvo la atención del respetable que vibraba con cada pase. Dos buenas tandas por la derecha de esas que gustan al público por la profundidad y el temple.
Con la izquierda no pudo cuajar gran cosa, puesto que no era el pitón del burel. Volvió a la mano diestra en esta ocasión la sintonía era otra, en donde tuvo que tragarle y arrimarse a los pitones, aún así no mermó el idilio que había fraguado desde el principio. Estocada que le sirvió el corte de las primeras dos orejas y únicas de la tarde.
Con el sexto la tizana le jugó una mala pasada al no entrar a la primera y tener que hacer uso del verduguillo. Si no, otro gallo hubiera cantado. Tenía al respetable en el bolsillo por su magnífica actuación. Con el saludo capotero rematado con la media ya estaba la afición expectante, y más cuando de rodillas en los medios inicia la faena. Supo aprovechar que el toro humillaba para ligar los muletazos por el pitón derecho.
En una de las tandas tuvo que aguantarlo mucho porque se le paró el astado, lo que hace que a un torero le funcione la cabeza y quiera ser alguien en esta profesión. Corrigió el sitio para más comodidad del de Martín Lorca. Al natural cuajó una tanda muy buena. Pinchazo hondo, estocada tendida y varios descabellos más aviso, pusieron fin a su faena. Siendo ovacionado. Brindis al empresario Nacho Lloret.
Peñaranda
Alejandro Peñaranda dejó su impronta en Ciudad Real con el primero de su lote, lanceó a la verónica en el saludo capotero. En la revolera los pitones lo saludaron muy cerquita en la cara. Tras desmonterarse en banderillas Basilio Mansilla y Víctor Martínez. Peñaranda se acercó a las tablas para brindar al joven alumno de la escuela taurina de Miguelturra “El Blonda”, que sintiendo el toreo se fue a torear a los antitaurinos el pasado domingo, gesto que ha llegado a todos los rincones de España.
Por el comportamiento en el primer tercio parecía que no iba a dar oportunidad en la muleta, pero en eso consiste ser torero en ver las posibilidades del toro y sacarle el máximo provecho, eso hizo Peñaranda que dejó buenas tandas por el pitón derecho. Con el cartucho de pescar citó al astado para torear una tanda al natural. Cogía vuelos la faena pero la espada le privó de tocar pelo. Pinchazo hondo y estocada, aviso y descabello. Ovación que salió a recoger desde el tercio.
El quinto salió con tanto brío que remató en el burladero y se quedó en el sitio, tuvo que salir a apuntillarlo Víctor Martínez. El quinto bis gustó por hechuras al respetable, tras el saludo a la verónica recibe un buen puyazo de Ricardo Romero que recibió una ovación. Peñaranda intenta enjaretar una faena pero ante un toro parado poco se puede hacer.
Sacó todo lo que tenía por el pitón derecho, ya que con el izquierdo era imposible, por lo tanto tomó la decisión acertada de ir a por la espada y dejar una estocada que le hizo volver a recoger la ovación desde el tercio.
Carlos Aranda
Carlos Aranda lanceó a su oponente a la verónica con una embestida muy brusca del toro que topaba en su capote todo el tiempo. Tras un puyazo demasiado largo que menguaría la calidad del toro, empezó la faena con doblones en los que sometió al de Martín Lorca, pero no continuó por ese camino y el toro no llegó a humillar, en alguna ocasión pasaba por su lado como quien sale a pasear por libre. Con el izquierdo peor pues tiraba muchos derrotes y siempre con la cara alta. Pinchazo hondo y estocada defectuosa. Aunque hubo más ovación que pitos, unos pocos se escucharon del sector más crítico de la plaza.
Con el cuarto, Aranda se pudo quitar la espinita de su primero y lancearlo a gusto a la verónica rematando con media. Quite por chicuelinas. Se desmonteran Miguel Murillo y Miguel Ángel Ramírez. En la faena supo aprovechar la embestida de las primeras tandas en las que humillaba el astado por el pitón derecho, después de eso no hubo nada destacable, ya que por el izquierdo el toro ya se había rajado y buscaba las tablas y por ende la querencia, le costó sacarlo y aunque lo intentó ya los pases eran de uno en uno que no calaron tanto en el tendido. De nuevo la espada le falló con varios pinchazos y descabellos recibiendo hasta dos avisos. Silenciada su labor.
Ficha del Festejo
Se han lidiado astados de la ganadería de Martín Lorca 1º, 2º, 5º y 6º, de Escribano Martín 3º, 4º y 5º bis, bien presentados y de juego desigual.
Carlos Aranda: Ovación con saludos y silencio tras dos avisos.
Alejandro Peñaranda: Saludos desde el tercio con aviso y saludos desde el tercio.
Samuel Navalón: dos orejas y ovación tras aviso.
Entrada: Algo más de media plaza.
Se desmonteraron: Basilio Mansilla y Víctor Martínez, en el segundo. Agustín de Espartinas y Alfredo Cervantes, en el tercero. Miguel Murillo y Miguel Ángel Ramírez, en el cuarto.
Ovación para el varilarguero Ricardo Romero, en el quinto.
Incidencias: se guardó un minuto de silencio tras los veinte años como presidente de la plaza de toros, Vicente Utrero.