En cada rincón del Santiago Bernabéu se trabaja en la remodelación del estadio que entre finales de 2022 e inicios de 2023 deberá haber acabado. A la vista son suficientemente apreciables los cambios sufridos por el coliseo blanco en los últimos meses, pero lo que se esconde, aquello que no está al alcance de los ojos de los viandantes, es igual de espectacular.

Una de las claves de las obras del Santiago Bernabéu es la reforma del césped que lo convertirá en un terreno retráctil. Esta actuación entraña una enorme complejidad y, aunque la temporada esté en curso, los trabajos no cesan en el denominado hipogeo del estadio. Este viene a ser el agujero que esconerá el futuro tendido de juego del campo cuando sea 'recogido'.

Recientemente, se filtró una imagen del hipogeo que fue tomada hace en unas semanas y en esa se apreciaba la inmensidad de la cueva. El youtuber Javier Caireta ha recreado en 3d, a través de esa foto real, cómo es el aspecto actual del hipogeo. En el vídeo, se 'introduce' al vidente en los adentros del hipogeo.

El césped retractil

El césped retractil es la novedad que ha obligado a ampliar la financiación del Santiago Bernabéu en 225 millones. El club lo presentó como la construcción de "un gran invernadero subterráneo que no estaba previsto en la obra inicial". Este aspecto no se incluyó por la complejidad, pero gracias al uso de la tecnología se ha conseguido resolver el problema.

La construcción del invernadero, según explica el club, "permitirá la retirada automática del terreno de juego y su conversación en condiciones óptimas". Es decir, el césped del Santiago Bernabéu no perderá nada de calidad cada vez que el estadio cambie de partido u organización. "De esta manera el número de eventos que se podrá realizar sin impactar en el césped será el máximo posible", reconocen desde la entidad madridista.

El césped retráctil es una de las claves del nuevo Santiago Bernabéu. El hecho de poder cambiar el terreno de juego permitirá a la entidad merengue, en apenas unas horas, albergar un partido de fútbol y cambiar posteriormente a otro de baloncesto, tenis y demás eventos deportivos. Además, también se prevé ser sede de conciertos y actos que impliquen un gran aforo de personas. En total, la idea es poder recaudar 320 millones de euros al año sumando las aportaciones que generen los puestos de restauración y ocio que existan.

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