Los trolls son una de los principales problemas de Internet, capaces de desdibujar una buena conversación y convertirla en un lago de bilis con sólo un par de mensajes. Ya hay muchos planes para acabar con estas criaturas, pero una parece haber dado un salto evolutivo: usar los mensajes promocionados de Twitter para lograr un mayor alcance, pasando por caja.

El ente se hizo pasar por una activista y feminista australiana Caitlin Roper y tuiteo varias imágenes inapropiadas, y promocionó un tuit incitando a los transexuales a quitarse la vida. Un angelito. La plataforma tardó unas horas en reaccionar, pero eliminó la cuenta y con ello el susodicho mensaje.

No es la primera vez que Roper recibe este tipo de ataques, como otras muchas personas conocidas cuyas cuentas son clonadas, variando sólo un carácter, especialmente sustituyendo eles minúsculas por íes mayúsculas, de forma que el cambio es prácticamente indetectable a simple vista.

Todavía no se sabe quién está detrás de este tuit, pero la gran pregunta es cómo un mensaje de estas características pudo pasar los filtros de publicidad de Twitter. Preguntados por The Guardian, la única respuesta que dieron fue «tan pronto como supimos del mensaje, lo eliminamos y suspendimos la cuenta».

Burlar las medidas anti-troll de Twitter es demasiado fácil

En un informe publicado recientemente por Woman Action Media, un grupo elegido por Twitter para buscar y denunciar abusos en su plataforma, descubrimos lo fácil que es para muchos trolls evitar las medidas de la red social. Uno de los trucos más usados es «tuitear y borrar». Para poder denunciar un tuit, el usuario debe enviar un enlace al mensaje denunciado, de forma que muchos trolls borran sus mensajes al poco rato haciendo imposible la investigación.

Otra estrategia es inundar de mensajes al objetivo dese distintas cuentas, de forma que la víctima debe denunciarlas una a una, ya que Twitter no permite denunciar a varias a la vez. Los trolls también suelen realizar «denuncias de falsa bandera», denunciando por abuso mensajes normales de forma que inflan la carga de trabajo de los empleados de Twitter encargados de revisar las denuncias.

Twitter es uno de los pilares de la vida digital de muchos Internautas, una red social que ha encajado como un guante con nuestros smartphones y que nos permite comentar al mundo cualquier cosa en cualquier momento, pero desde su popularización sus problemas con los trolls, cuantas falsas y animales similares han tomado dimensiones demasiado grandes y si Twitter quiere convertirse en un foro de debate a tener en cuenta debe hacer algo para acabar con esta situación de una vez por todas.

Via The Guardian