Lo de la vida comunitaria y las alegrías beats tienen estas consecuencias: parece que en enero de 1960 Allen Ginsberg y Ferlinghetti, entre otros, viajaron a Chile para participar en el Primer Encuentro de Poetas Americanos y que Ginsberg, que fue para una semana, se quedó tres meses en la casa de Nicanor Parra en La Reina. Ferlinghetti fue más discreto, aunque años más tarde era posible reconocer la influencia del antipoeta chileno en sus versos.



La desigualdad que castiga a las escritoras frente a sus colegas masculinos es un clamor. La semana pasada las temidas Clásicas y modernas presentaban "Descubrir lo que se sabe", un informe que denuncia que los hombres han ganado el 82 por ciento de los 48 premios de poesía estudiados. No son las únicas: en Gran Bretaña acaba de nacer el premio Staunch, dotado con 2000 libras, para thrillers en los que ninguna mujer sea agredida, golpeada, acosada, explotada sexualmente, violada o asesinada. ¿Recogerán el guante los Lemaitre, Conolly, Winslow y demás?



Como cada febrero, he empezado a prepararme mi lista de galerías para visitar durante ARCO y no salgo de mi asombro al no encontrar entre ellas a la santanderina Juan Silió. Dicen las lenguas que saben que galerías más poderosas con las que comparte artistas, han presionado para que se quede fuera. No lo sé, pero qué pena perdernos sus piezas de Miguel Ángel Tornero, Juan López, Carlos Irijalba y tantos otros. A López, por ejemplo, tendremos que buscarlo en la galería mexicana Tiro al Blanco.



Cómo me ha alegrado que Álex de la Iglesia se haya apartado de su línea habitual y haya realizado Perfectos desconocidos, remake de la italiana Perfetti sconosciuti (2016), que se ha mantenido en cartelera con una dignidad insólita gracias a interpretaciones como las de Belén Rueda y Eduard Fernández. Pero quería hablarles de su faceta de productor, porque tiene en cartera, para estrenar en marzo, Errementari, una película dirigida por Paul Urkijo que está ambientada en la primera Guerra Carlista y que la protagonizan Kandido Uranga y Eneko Sagardoy. Vuelve el terror y la mitología vasca a nuestras salas y hablado en euskera antiguo.