Joaquín Pérez Azaústre. Foto: Madero Cubero

Si con Una interpretación, premio Adonáis en 2000, Joaquín Pérez Azaústre (Córdoba, 1976) anunciaba ya una voz potente, sentido del ritmo y una fuerte capacidad para la imagen, una concepción de la unidad del libro, en fin, una voz propia y ello precisamente dejando en sus versos los tributos debidos a su formación, literaria, cinematográfica, ha ido confirmando en sus sucesivas publicaciones todas esas cualidades y su obra poética es ya una de las fundamentales de la poesía española contemporánea, ahora con este Vida y leyenda del jinete eléctrico nos presenta todo aquello y mucho más en lo que para mí es su mejor libro, un libro excelente.



La unidad de lo que el propio texto denomina "el poema el poema largo el poema río el poema canto" viene dada, ya desde el título, por el jinete eléctrico, expresión tomada de la película de 1979 dirigida por Sidney Pollack y que tiene como actor a Robert Redford y ésta es sólo una de las numerosas inscripciones cinematográficas que jalonan el poema, pues Vida y leyenda es un único poema dividido en treinta y seis secciones que se pueden leer como independientes o en su conjunto. Redford, los personajes con fuerte impronta ética, política, que ha ido encarnando y él mismo es leitmotiv del discurso y todo lo que ello representa es también marca del libro. Otros filmes, como Soldado azul o Tal como éramos, servirán para aludir a la matanza de los indios americanos o la caza de brujas, y éstos y varios otros más van configurando un gran fresco de la historia contemporánea de los Estados Unidos, ni siquiera falta la mención de Henry David Thoreau o el asesinato de Martin Luther King, pero que, tomada como sinécdoque, viene a ser la historia del mundo moderno en cuanto lucha de los ciudadanos por los derechos y las libertades.



Aunque lo norteamericano sea el eje del discurso, las referencias a España no escasean: el proceso de Burgos, pero también acontecimientos más próximos como el pueblo indignado rodeando el Congreso -"patroclo sin jubón acampa ante el congreso"- o "mientras llega al bufete tu expediente el granito/ de una ejecución hipotecaria", etc., imágenes de la crisis, de la gran estafa que se está viviendo. Y es que este discurso río, este discurso canto tiene una ambición totalizadora, decirlo todo, de ahí que, como en una de las citas precedentes, el personaje homérico, y son varios más los que comparecen en el fragmento, sirva para nombrar a un ciudadano que quiere hacer oír su descontento. La historia, incluida la legendaria, no es ya un transcurso lineal sino que, por la acción de un gran pliegue, las épocas se superponen -"las tropas españolas conquistan california/ bobby kennedy cae"- y se hacen todas ellas presentes en un único instante, el instante del poema.



Ese decirlo todo, fórmula que está ya en Louis Aragon y que hizo suya Pere Gimferrer en L'agent provocador -a cuya obra reciente no es ajeno vida y leyenda, aunque tampoco a la remota: "malienus volverá a yacer con nosotros"-, ese decirlo todo, digo, como principio poético, en al menos uno de sus sentidos, desbarata las categorías al uso para poder hacerlas suyas sin exclusiones: "hoy voy a darlo todo el idioma o la vida/ culturalismo compromiso", y no es sólo que se exponga ese propósito sino que el resultado da fe del logro.



En efecto, compromiso del poema con el otro, implicación en la lucha contra el poder, y culturalismo -los fílmicos ya nombrados, además los musicales, los literarios, españoles y de otras tradiciones-, lo uno y lo otro al servicio del conjunto, de un discurso totalizador, que busca además ser palabra para todos: "la poesía digna será de todos cuando la vida digna sea la frente de todos". En suma, un libro magnífico, un libro como muy pocos.

Fragmento

hoy no puedes jugar a fingir el diamante

bajo tu chándal gris corre el césped crispado

rutilante al partir las naranjas azules

su apertura solar nos rechaza la luz

encogida en el campus rasgo de roca amable

que palidece al ver su propia majestad su llovizna en la cancha

hoy vamos a lanzar un mensaje optimista

que quizá nos indigne pero arderá en su franja de la televisión

con su exangüe sabor que anochece en el sábado

me alegra que hoy acates la orden de cerrar

el misterio apagado los contratos antiguos

sin documentación no se activan las cuentas

si la palabrería barnizó el hormigón

afecto de contrarios radical los neones

que te pareció el libro ahora puedes fumar

pero no sacrifiques ninguna institución ven a sierra leona

gobernabilidad de las horas impares beberé un fernet branca

antes de desarmar su temible futuro

fuegos artificiales su señal irredenta

es el aire furioso sin pasión nuclear del cíclope abrasivo



una almendra en el labio nácar del sol latente

con el pulso acatado en su quieta sordina

cómo va a disentir ninguna eternidad de su esquiva hipoteca

vamos a rodear el congreso a vallarlo con la fiebre añadida

sin sanidad ni estigmas que llevarse a los ojos vamos a perdurar

de qué nos servirá la representación con su estricta agonía

hay que legalizar el cuarzo transitorio de todos los preámbulos

y tocar madre el agua sin paños ni alaridos

huye de los rapsodas de la raza inclinada gritan únicamente

su virtud la opulencia del menor desamparo

recuerdas que soñamos con su muerte lapídea

han levantado el sueño ahora es un parque público

donde flotan por fin todos los manuscritos la calaña adherida

malienus volverá a yacer con nosotros y pervive en la luz

en su propia canción sin dulce acabamiento

el encabalgamiento visceral de la nube su lejano tabique

es la proposición de trompetas arcaicas su palacio flotante

que supo detener su propia pubertad en el tajo anguloso

limpio sobre la aorta no llegó la legión maullarán las malvinas

en el fondo del mar sin dúctil raspadura sin terciopelos malvas

bajo el pubis noctámbulo de los tigres marcianos