Tres años después de explicarnos Cómo escuchar jazz, Ted Gioia (Palo Alto, California, EE. UU., 1957) ha publicado su trabajo más ambicioso, fruto de varias décadas de investigación. El compositor, crítico, historiador, profesor, pianista y productor musical ha escrito un revelador ensayo titulado La música. Una historia subversiva (editorial Turner), que parte de la tesis de que la historia de la música convencional ha condenado sistemáticamente al olvido las innovaciones musicales realizadas por la gente común, cuando, según Gioia, estas casi siempre se producen en los márgenes de la sociedad. Además, el experto asegura que las tendencias musicales suelen surgir, en todas las épocas y en todas las partes del mundo, asociadas a aspectos considerados vergonzosos o pecaminosos, como el sexo o la violencia.

Como explica el autor en el prólogo, en las 576 páginas de La música. Una historia subversiva, “hay sitio tanto para Mozart como para Sid Vicious, y para todo lo que podamos situar en medio: juglares, raperos, pentecostalistas, chamanes, trovadores, cortesanos, vaqueros, bardos homéricos, vendedores callejeros que anuncian su mercancía cantando y muchos otros representantes de la música que se hallan fuera de la tradición de la sala de conciertos”.

Pregunta. En su libro dice que las innovaciones musicales casi siempre surgen de abajo hacia arriba y desde fuera hacia dentro. Lo que al principio se rechaza después se asimila y se incorpora al canon, después de domesticarlo. ¿Cuándo empezó a sospechar que esto era así y qué descubrimientos confirmaron su hipótesis?

Respuesta. Nadie se ha sorprendido más que yo por lo que reveló mi investigación. Hace más de 25 años, comencé a investigar sobre la vida musical de la gente común. Los libros de historia de la música nos hablan de músicos contratados por reyes o papas y otras élites, pero yo quería saber qué canciones escuchaban los pobres y los marginados. En el antiguo Egipto, ¿qué canciones cantaban las personas que construyeron las pirámides? En las antiguas Grecia y Roma, ¿qué música hacían los esclavos? En la época medieval, ¿qué música era popular en los pueblos o entre las clases bajas? Lo que descubrí —para mi asombro— es que las innovaciones musicales surgieron repetidamente de grupos pobres y marginados muchas décadas antes de que aparecieran entre las élites gobernantes. Los nuevos estilos musicales siempre surgieron de la base de la sociedad y luego viajaron hacia arriba. Esta es una de las tendencias más poderosas y poco comprendidas en la historia de la música.

"Los nuevos estilos musicales siempre surgieron de la base de la sociedad y luego viajaron hacia arriba. Esta es una de las tendencias más poderosas y poco comprendidas en la historia de la música"

P. ¿Esto ocurre con todas las artes?

R. No, otras formas de arte son diferentes. Alrededor de 500 personas adineradas determinan qué pintores y escultores están de moda. La arquitectura siempre ha estado controlada por los ricos. Las tendencias literarias surgen de las universidades y los grandes centros culturales. Pero la música es diferente. Una y otra vez, surgen nuevos estilos musicales de los barrios bajos y pobres. Eso fue así durante todo el siglo XX con el jazz, el reggae, el tango, la samba, el rock, el hip-hop, el soul, el ragtime, el blues, el country y otros estilos. Pero también fue así hace miles de años. Desde el comienzo de la historia registrada, los esclavos y los inmigrantes han tenido más influencia en la historia de la música que los ricos y poderosos.

P. Esto es más fácil de investigar en la música del siglo XX, y más difícil a medida que retrocedemos en el tiempo. ¿Cómo consiguió demostrar que esto también ocurría en la Antigüedad e incluso la prehistoria?

R. Necesitas ser una especie de detective o espía para descubrir esta información. Muchas de estas canciones nunca se conservaron. Por ejemplo, casi todas las canciones seculares fueron borradas de los libros de historia durante los primeros mil años del cristianismo. Pero puedes encontrar mucho sobre estos cánticos en sermones y documentos de la iglesia, que atacaban estos cánticos pecaminosos. También hay relatos de estas canciones de guías escritas para sacerdotes que administraban la confesión. Algunas canciones eran tan terribles que podías ser excomulgado por cantarlas. Un detective cuidadoso puede aprender mucho sobre esta música censurada. Ahora nos damos cuenta de que entre el público circularon miles de canciones que fueron consideradas peligrosas por las autoridades. Es lamentable que los musicólogos hayan mostrado tan poco interés en estas canciones, pero nos dicen muchas cosas importantes sobre la historia de la música y la evolución de la cultura occidental.

P. ¿Qué hace a la música tan distinta a otras artes y por qué consigue provocar más reacciones en la sociedad que otras? ¿De dónde procede ese poder tan fuerte que tiene la música?

Tratamos la música como si fuera un artefacto cultural, pero realmente deberíamos considerarla como una fuerza biológica. Ninguna obra de arte tiene tanto impacto en nuestro cuerpo. El latido de nuestro corazón cambia en respuesta a la música. Nuestras ondas cerebrales cambian. Las hormonas de nuestro cuerpo se alteran. Nuestro sistema inmunológico se fortalece. Una pintura o una escultura no pueden hacer eso, pero una canción sí. Incluso muchos dispositivos médicos son en realidad instrumentos musicales disfrazados. Los médicos usan ondas sonoras para tratar cataratas, cálculos biliares y otros problemas médicos. El marcapasos es una especie de dispositivo rítmico que mantiene su corazón en el ritmo correcto. Recientemente, una persona en coma profundo en Los Ángeles volvió a la vida con un pequeño dispositivo que emitía ultrasonidos. Es asombroso, y me recuerda el mito de Orfeo, que usó su música para traer a su esposa de entre los muertos. No solemos considerarlos como instrumentos musicales, pero en realidad son solo eso.

"Tratamos la música como si fuera un artefacto cultural, pero realmente deberíamos considerarla como una fuerza biológica. Ninguna obra de arte tiene tanto impacto en nuestro cuerpo"

P. ¿Qué clase de fuentes valiosas encontró al alejarse de la corriente principal de la historia de la música?

R. Las canciones que me interesan se borraron de los libros de historia de la música. Así que tuve que buscarlos en lugares escondidos e inesperados. Esto me obligó a investigar crónicas medievales, estudios antropológicos, folklore y mitología, filosofía antigua, textos sagrados, literatura de viajes, informes arqueológicos y muchas otras fuentes que los musicólogos rara vez consultan. Esto fue difícil y me llevó muchos años, pero resultó de un valor incalculable. Aprendí cosas importantes sobre la historia de la música que los estudiosos anteriores han pasado por alto.

P. Usted ha leído miles de libros para realizar sus investigaciones. ¿Nos podría recomendar un puñado de títulos interesantes y reveladores, además de los suyos?

R. Hay muchos autores que han dado forma a mi pensamiento a lo largo de los años y, a menudo, no estaban realmente enfocados en la música. Aprendí mucho del historiador de las religiones Mircea Eliade, el filósofo José Ortega y Gasset, la psicóloga Mihaly Csikszentmihalyi, los teóricos literarios Susan Sontag, George Steiner y René Girard, narradores como Javier Marías, Philip K. Dick y Jorge Luis Borges. También me gusta volver a las fuentes primarias, especialmente a las antiguas como Herodoto y el Libro egipcio de los muertos. Paso mucho tiempo leyendo textos muy, muy antiguos, y lo he estado haciendo durante décadas.

P. El crítico David Hajdu le reprocha usar muchas veces palabras como violencia y destrucción. ¿Cree que la subversión siempre está asociada a ella?

R. Los libros de música omiten las partes vergonzosas de la historia. Pero he aprendido que las mismas cosas que tratan de borrar (violencia, sexo, magia, estados mentales alterados, superstición, protestas) son en realidad las partes más importantes de la historia de la música. De hecho, la innovación en la música casi siempre está ligada al sexo y la violencia. Me concentro en estos temas no para ser chismoso o emocionante, sino porque no puedes entender lo que está pasando con nuestras canciones si las ignoras. Espero ser criticado por esto, pero esa crítica en sí es parte del síndrome que estoy describiendo.

P. Tomemos el ejemplo de España. El flamenco surgió en los sectores marginales de la sociedad y muy relacionado con el pueblo gitano. Hoy es el elemento más reconocible de la cultura española fuera de España y uno de los más vendidos por parte de las autoridades. ¿Cree que es un buen ejemplo de las tesis que defiende en su libro?

R. El flamenco es un excelente ejemplo. Pero muchos otros tipos de música española tienen una historia similar. España fue el punto de entrada de las prácticas musicales africanas en Europa y, por lo tanto, ha sido una fuente de muchas innovaciones. Había escuelas de música en España hace mil años que enseñaban prácticas de canto africano, cuando eran desconocidas en otras partes de Europa. de hecho, la canción de amor moderna también llegó del norte de África a España por esta misma época; los trovadores de Francia se llevan el mérito por ella, pero muestro en mi libro cómo la aprendieron de los músicos españoles.

P. ¿Por qué está tan mal visto la idea de que hay algo universal en la música? ¿Cuál es ese algo universal?

R. Los musicólogos nos dicen que cada cultura tiene tipos de música completamente diferentes. Pero los neurocientíficos y los psicólogos nos dicen exactamente lo contrario: han encontrado propiedades universales recurrentes en la música. Estas personas enseñan en las mismas universidades, así que tal vez deberían sentarse y resolver sus diferencias. Tengo más confianza en los científicos. La historia de la música solo tiene sentido cuando aceptamos ciertos tipos universales de música. Las canciones de cuna existen en todo el mundo. Las canciones de trabajo existen en todo el mundo. Las canciones religiosas existen en todas partes del mundo. Considerar que la música de una sociedad no tiene relación con el resto del mundo es como negar su humanidad. Sin embargo, este es un dogma aceptado entre muchos profesores de música.

P. ¿Cómo sería la música hoy si Pitágoras no hubiera fijado su relación con las matemáticas y la lógica? ¿No cree que las notas y la armonía son fenómenos inherentes a la música?

R. Pitágoras inventó nuestras escalas musicales. Pero su sistema omitió los sonidos que no encajan en las escalas. La mayoría de las innovaciones musicales del siglo XX provinieron de músicos cuyas raíces y tradiciones africanas les dieron libertad para doblar notas [en inglés, bending, técnica que consiste en subir ligeramente el tono inicial de una nota] y crear sonidos que el sistema pitagórico no permitía. La nota de blues doblada, por ejemplo, no se puede escribir en notación musical occidental estándar. Hay todo un mundo de sonido entre las notas del teclado del piano. A la cultura occidental le costó 2.500 años aceptar este hecho. Y necesitábamos aprenderlo de África.

P. Dice que la música digital ha reforzado esa visión algorítmica de la música, pero ¿no cree también que propicia un abanico infinito de posibilidades sonoras que se alejan de toda norma?

R. En teoría, la música digital ofrece a los oyentes opciones casi infinitas. Cada semana se lanzan miles de álbumes nuevos. Cada tipo de canción está ahí, esperando ser escuchada. Pero, en la práctica, Internet crea un mercado confuso en el que una pequeña cantidad de músicos se vuelven millonarios, mientras que todo lo demás se olvida. Como resultado, muchos oyentes no tienen idea de adónde ir para encontrar nueva música creativa. Es como darle a una persona solitaria una guía telefónica con un millón de números, y decirle que así será más fácil conocer gente nueva. Así es el mundo de la música digital hoy en día: hay muchos números, pero no hay una conexión real.

"Los trovadores de Francia se llevan el mérito por la canción de amor moderna, pero muestro en mi libro cómo la aprendieron de los músicos españoles"

P. Safo es un personaje importante en su libro. ¿Qué le debemos a la célebre poeta griega?

R. En nuestro tiempo, escuchamos canciones como expresión de las emociones y actitudes personales del cantante. Pero eso no siempre fue así. Durante miles de años, las canciones trataban sobre dioses, rituales, héroes y gobernantes. Entonces surgió un asombroso conflicto en la antigua Grecia hace unos 2.500 años, con un desacuerdo sobre si las canciones deberían expresar sentimientos personales o cantar alabanzas a hombres poderosos. Safo fue la campeona de las canciones sobre emociones. Píndaro, en cambio, fue el poeta lírico que cantó sobre la clase dominante. En aquel entonces, Píndaro era el cantante más famoso, pero ahora sabemos que Safo fue la cantante que anticipó el futuro. Ella validó el tipo de canción individualista que se encuentra en todas partes hoy.

P. El poder cristiano siempre ha alentado algunos tipos de música y ha censurado otros. ¿Cree que el balance de su influencia en la música occidental es positivo o negativo?

R. Los líderes de la iglesia a menudo han luchado contra los músicos. Pero han tenido mejor suerte cuando los contrataron. Alemania experimentó una gran expansión en su cultura musical cuando los líderes de la iglesia decidieron contratar a los mejores compositores y cantantes que pudieran encontrar. Por el contrario, Suiza trató de deshacerse de toda la música religiosa durante la Reforma. Incluso sacaron los órganos de las iglesias. Fue un gran fracaso. En realidad, las religiones necesitan música. La música es siempre una parte esencial de la experiencia extática y la trascendencia espiritual. No se puede tener una religión exitosa sin ellos.

P. ¿Cuáles son los géneros o movimientos musicales de hoy que aún no son respetados por el establishment? ¿Cree que estos, por ejemplo el trap, también acabarán siendo asimilados?

R. Dondequiera que mires alrededor del mundo hoy en día, los gobiernos tratan de controlar qué canciones canta la gente. La música trap es un buen ejemplo. Pero hay muchos otros. En Tailandia, los políticos estaban tan enojados por una canción de rap reciente que criticaba al gobierno que el primer ministro hizo su propio video musical de rap que elogiaba a su régimen. Esta medida fue ampliamente ridiculizada, pero te dice cuán preocupados están los gobiernos por la música. En los últimos meses se han librado batallas similares en Egipto, Etiopía, Hong Kong, Rusia y otros países.

@FDQuijano