Image: Hannah Arendt. La promesa de la política

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Ensayo

Hannah Arendt. La promesa de la política

Hannah Arendt

17 julio, 2008 02:00

Hannah Arendt

Trad. de E. Cañas y F. Birulés. Paidós. Barcelona, 2008. 241 páginas, 25 euros

¿Cuál es la promesa de la política? La libertad. Comienzo desvelando el posible enigma del título con el fin de que el libro se lea no como si fuera una novela policíaca sino como lo que realmente es: uno de los textos más tensos de Hannah Arendt (Linden, Hanover, 1906), uno de los más preocupados tanto por la imposibilidad de llevar a cabo la promesa de la política a lo largo de la historia y en el marco de la tradición como por la imposibilidad redoblada de realizar esa promesa tras la ruptura con la tradición, en nuestra modernidad huérfana.

La promesa de la política es un proyecto, es un conjunto de textos que debían servir para la confección de un libro nunca escrito. Esos materiales fueron utilizados en cursos y conferencias, o fueron recluidos en el diario de la autora. Rescatarlos de la semiclandestinidad a la que quedaron relegados ha sido un enorme acierto de los editores, ya que en esos textos, nada menores, se da curso a una reflexión de gran calado que no tiene lugar en los libros más conocidos de la pensadora: Los orígenes del totalitarismo, La condición humana o La vida del espíritu.

Política es libertad. éste es, reducido a lo esencial, el axioma del pensamiento de Hannah Arendt. Un pensamiento que, así expresado, puede parecer sencillo pero que es enormemente complejo. Y que es, sobre todo, punto de partida de los innumerables debates que la autora ha librado a lo largo de su vida y por medio de su obra. Que la política es libertad quiere decir, sobre todo, que la libertad no es exterior a la política: que no es un fin que la política persigue y con respecto al cual se configura como medio. La libertad es la condición, el ámbito y el fin de la política. éste es el núcleo del pensamiento de Arendt, el que queda expuesto en los fragmentos que conforman este libro de forma más clara y rotunda que en otros estudios quizá mejor trabados.

Con especial finura y sentido del matiz insiste la autora en que, desde el pasado griego, la libertad ha de entenderse en un doble sentido. No sólo en el más obvio, de ausencia de dominación, sino en aquel otro, de especial relevancia en Grecia, que consiste en poder escapar a la coerción impuesta por la necesidad: a las condiciones impuestas por la mera vida.

A partir de esa distinción, perfilada en el primer capítulo del libro dedicado a la figura de Sócrates y a la "inauguración" de la política, desarrolla Arendt el argumento más poderoso del texto. Un argumento que se va modulando a través de las revisiones del legado clásico en diversos autores y que concluye con la fractura de la tradición: con el hecho de que, en un cierto momento, que la autora hace coincidir con la "traducción" por parte de Marx de la filosofía de Hegel, los viejos conceptos del legado tradicional han dejado de hablarnos.

Y sin embargo el problema de la política, su amenaza de ruina, se agiganta. Arendt lo percibió en la década de los 50 del siglo pasado, mucho antes de que se hiciera habitual hablar de biopolítica, de políticas de la vida… Pues, hoy más que entonces, sabemos que lo que se denomina política está más comprometido con la necesidad y la vida que con la común conquista de la libertad. Y ese es el gran problema.

Todo el final del libro, de ese gran texto titulado "Introducción a la política", es un ensayo literalmente programático: cuando la tradición no nos instruye y cuando observamos que se da un cruce perverso entre la política y la vida, entre las categorías de la una y las de la otra, observamos, sí, "una contradicción interna que suprime y arruina lo específicamente político" (p. 176). Esa observación ha de ser punto de partida para una reflexión de mayor calado de la que estos fragmentos son un gran ejemplo.

Pues si como la misma autora dice, la tradición ya no es un recurso, el esfuerzo de hallar en su curso -difuminado, roto- ciertas huellas, quizá haga posible explorar otros caminos. Distintos.