Antonio María Ávila, director ejecutivo de FGEE, la escritora y diputada Marta Rivera de la Cruz, y Daniel Fernández, presidente de FGEE y la Asociación de Cámaras del Libro de España.

Durante un acto celebrado en el marco de LIBER, la Feria Internacional del Libro que se celebra este fin de semana en Barcelona, la Asociación de las Cámaras del Libro de España ha reiterado este viernes la necesidad de que se implemente el plan de fomento de la lectura que la organización presentó al Ministerio de Cultura en abril de 2015. El presidente de la asociación, Daniel Fernández, ha recordado que el plan fue bien acogido por todas las fuerzas políticas y que la mayoría de ellas incluyeron una parte de sus propuestas en sus programas electorales. Sin embargo, hasta el momento solo se han llevado a la práctica algunas medidas. "Primero una falta de decisión y luego la incertidumbre política han hecho que el conjunto del plan no se haya puesto en marcha", ha declarado Fernández.



Fernández ha apoyado sus palabras con los últimos datos del CIS sobre hábitos culturales, publicados a comienzos de octubre, según los cuales el 36,1 % de los españoles no lee nunca o casi nunca, porcentaje que asciende al 43,9 % si incluimos a quienes solo leen alguna vez al trimestre.



En el acto ha estado presente la escritora y diputada Marta Rivera de la Cruz y se ha comprometido a promover el debate de estas medidas en la Comisión de Cultura del Congreso, que ella preside. Aunque ha opinado que "nadie se puede oponer a un plan de este tipo", ha recordado que su aprobación "no está en manos de la comisión". También se ha referido a la necesidad de "entender la cultura desde el punto de vista industrial y de la importancia económica y social del sector del libro. Y hay que luchar decididamente contra la piratería. Para ello hay que dotar de medios suficientes a la Comisión de Propiedad Intelectual".



El plan de fomento de la lectura de la Asociación de Cámaras del Libro de España incluye medidas como el aumento de la red de bibliotecas públicas locales, escolares y universitarias, un incremento del presupuesto para ampliar sus fondos bibliográficos y una mayor presencia de la lectura en las aulas. También propone aumentar los recursos para luchar contra la piratería, equiparar el IVA de los libros digitales (actualmente de un 21 %) al de los libros en papel (4 %), establecer deducciones en el IRPF por la compra de libros de texto, ayudas a las librerías, la creación de un sello de calidad y la creación de un "bono cultural" para comprar bienes y servicios culturales, una medida similar a la que ha implantado recientemente Italia.