Tiene el periodismo un buen ramillete de asuntos pendientes sobre la mesa en relación con su salud y su porvenir, y especialmente en su rama cultural. A la crisis general que restringe la inversión publicitaria se suma la enquistada crisis de la prensa en papel, los riesgos de la adaptación a las nuevas tecnologías, la tentación de rebajar el discurso para ganar audiencia o la dificultad de cambiar la mentalidad de quienes se han acostumbrado a la gratuidad a la hora de informarse o consumir cultura. Abordar todas estas cuestiones y muchas más será la misión de las jornadas Presente y futuro del periodismo cultural, que se celebrarán durante seis miércoles -empezando por el próximo, 4 de marzo- en la Casa del Lector de Madrid. La fundación responsable del centro, la Germán Sánchez Ruipérez, ha organizado este curso gratuito -previa inscripción- junto a la Fundación Banco Santander y con la colaboración de la Universidad Complutense de Madrid, donde se impartirán dos talleres adicionales.



El ciclo de debates dará la palabra a profesionales del periodismo cultural para reflexionar con optimismo y llegar a conclusiones que permitan afrontar con determinación el futuro del oficio. "No solo pretendemos hacer una radiografía del sector, sino aportar soluciones para la gran encrucijada en la que se encuentra el periodismo", avanza Borja Baselga, director de la Fundación Banco Santander. Según su homólogo de la Casa del Lector, César Antonio Molina, se han inscrito hasta el momento más de 200 personas, en su mayoría estudiantes de periodismo, para asistir a este curso gratuito. "En estos tiempos de incertidumbre, el periodismo es más que nunca una profesión de riesgo y, precisamente por ello, atrae a mucha gente", opina el escritor y exministro de Cultura, que además es profesor de periodismo en la Universidad Carlos III de Madrid, donde, asegura, los estudiantes de periodismo son mayoría en una facultad que también acoge a los estudiantes de comunicación audiovisual, documentación y humanidades.



La primera mesa estará integrada por directores de periódicos, el gran paraguas bajo el que opera buena parte del periodismo cultural. Estarán Casimiro García-Abadillo, de El Mundo; Antonio Caño, de El País; Màrius Carol, de La Vanguardia; y Bieito Rubido, de ABC.



El segundo coloquio -11 de marzo- contará con la participación de los redactores jefe de las secciones de cultura de El Mundo (Manuel Llorente); El País (Borja Hermoso); ABC (Jesús García Calero); La Razón (Carmen Lobo); La Vanguardia (Nacho Orovio); y la agencia EFE (Concha Barrigós).



El 25 de marzo será el turno para reflexionar sobre el periodismo cultural en los medios audiovisuales. De ello se encargarán Berta Tapia (RNE); María José Ramudo (TVE); Javier Torres (Cadena SER), Ramón G. Pelegrín (Cadena Cope); y Cristina Casero (La Sexta). La cuarta mesa, formada por los directores de los suplementos culturales más importantes de España, tendrá lugar el miércoles 15 de abril. En ella se sentarán Blanca Berasátegui, directora de El Cultural; Fernando Rodríguez Lafuente, del ABC de las Artes y las Letras; Berna González Harbour, de Babelia; y Sergio Vila-Sanjuán, de Culturas.



El 29 de abril, Ángel Basanta (El Mundo), Juan Cruz (El País), Mercedes Monmany (ABC) y Juan Antonio Masoliver (La Vanguardia) reflexionarán sobre la importancia de la crítica como parte indispensable del periodismo cultural. Por último, el 13 de mayo, se debatirá sobre el presente y el futuro del periodismo cultural en Internet, con Ignacio Cardero (El Confidencial), Ignacio Escolar (El Diario), Montse Domínguez (The Huffington Post), Bernardo Marín (responsable de la web de El País) y Fernando Baeta (ex responsable de la web de El Mundo). Los talleres en la Universidad Complutense versarán sobre poesía y periodismo, dirigido por Antonio Lucas, de El Mundo; y sobre opinión y periodismo, impartido por José Andrés Rojo, de El País.



Como avance de las cuestiones que se plantearán en las mesas de debate, tanto Baselga como Molina han defendido la importancia del periodismo cultural para "separar el grano de la paja", una labor más necesaria que nunca en estos tiempos de sobreinformación. "Hoy cualquiera puede actuar como informador, pero la labor de seguimiento, profundización e interpretación de los hechos seguirá siendo cometido de los periodistas", asegura Molina.



Ambos han coincidido también en la necesidad de convencer a los lectores de que la gratuidad de los contenidos informativos y culturales es incompatible con su viabilidad, y reconocen que la prensa cometió un grave error al regalar la información cuando surgieron las ediciones digitales de los periódicos.



Asimismo, han subrayado la necesidad de que el Estado siga aportando dinero público al sector cultural y que las fundaciones privadas como las que ambos dirigen pueden "arriman el hombro" pero no sustituir a la administración pública en esta labor. En palabras de Molina, "un país como el nuestro no es nada sin la cultura. Todos lo sabemos, pero no hay que darlo nunca por supuesto, debemos discutirlo continuamente para que a nadie se le olvide".