Clara Sánchez y Ángeles González-Sinde, ganadora y finalista del Planeta 2013. Foto: Santi Cogolludo

Tándem de mujeres en la 62ª edición del Premio Planeta. El pronóstico más extendido los últimos días se ha confirmado: Clara Sánchez es la ganadora del Planeta 2013, por su novela El cielo ha vuelto, según acaba de anunciar el jurado durante la ceremonia de entrega del galardón, en el Palacio de Congresos de Cataluña. Quien ha dado la sorpresa ha sido Ángeles González-Sinde. La cineasta y ex ministra de Cultura ha resultado finalista con su primera novela, El buen hijo, tras varias incursiones en la literatura infantil. Ambas se embolsarán, respectivamente, 601.000 y 150.250 euros.



El fallo confirma por partida doble "la feminidad" a la que aludió el lunes Juan Eslava Galán, miembro del jurado, como prisma común en varias de las 10 obras finalistas. Un año en el que también el premio Nobel ha caído en manos de una mujer, Alice Munro, para la que la ganadora ha tenido también unas palabras al subir a recoger el galardón: "Me hizo muy feliz conocer la noticia, pero más feliz me hubiera hecho que se lo dieran a nuestra Ana María Matute [presente entre los invitados], que es muy buena.



Clara Sánchez (Guadalajara, 1955), que también ha tenido un recuerdo para su padre, recientemente fallecido y, según ha dicho, atento todos los años a esta gala de la literatura, ha dado las gracias a Planeta por premiar algo "tan poco práctico como imaginar, soñar y verter trozos de realidad en un papel". La escrito ha obtenido el premio por una historia de desconfianza, como ella misma ha explicado.



La protagonista, como casi todos sus personajes principales, también femenina, "es el personaje más humano que ha salido de mí", ha asegurado. Se trata de una modelo a quien le sonríe la vida pero que un día en un avión se sienta al lado de una mujer extraña que le advierte de que alguien la quiere muerta. A partir de ese momento entra en un mundo de sospechas, dudas y desconfianzas. Muy relacionado con la época actual en la que "todos hemos tenido que enfrentarnos a una desconfianza nueva que hemos tenido que incorporar a nuestra vida y que nos lleva a la crueldad o la lucidez, a la fortaleza o a la debilidad". Eso ha querido Clara Sánchez indagar en la novela. "A veces lo más doloroso de la vida es desenmascarar nuestra vida", concluye.



El premio le llega a la escritora tres años después de alzarse con el Nadal por Lo que esconde tu nombre, que indagaba en la confortable vida que ha llevado parte de la cúpula nazi tras borrar sus huellas criminales. El libro cosechó un enorme éxito en Italia con más de 400.000 ejemplares vendidos.



Hace apenas siete meses, Sánchez publicó su novela más reciente, Entra en mi vida, en la que aborda el tremendo drama del tráfico de niños en nuestro país, un mal inenarrable que no ocurrió sólo durante el régimen franquista, sino también en los últimos años del siglo XX.



Su primera novela fue Piedras preciosas (1989), a la que siguieron No es distinta la noche, El palacio varado, Desde el mirador, El misterio de todos los días, Últimas noticias del paraíso (Premio Alfaguara, 2000), Un millón de luces (2003) y Presentimientos (2008).



Ángeles González-Sinde (Madrid, 1965), que ha sido sin duda la sorpresa de la noche en Barcelona, ha explicado que este manuscrito lo empezó antes de dejar la política pero por distintos motivos y demasiadas ocupaciones no logró sacarlo adelante hasta que acabandonó el Gobierno. La que fuera ministra de Cultura entre 2009 y 2011 decidió retomar la historia de El buen hijo al retirarse de la vida pública: "La historia fue creciendo y creciendo por una necesidad de recogimiento y soledad tras vivir un periodo de enorme exposición", ha comentado.



El libro, su opera prima, que le ha llevado a la final del Planeta es la historia de un hombre joven que vive con su madre viuda y entre los dos regentan un negocio familiar heredado del padre. "Las cosas le van bien pero no avanzan, tiene algunas historias amorosas que no acaban de cuajar, es un buen ciudadano, un buen hijo, un buen amigo pero se pregunta si haber obedecido toda su vida es lo que le convenía de verdad. El protagonista intenta cambiar eso pero no es fácil porque no puede dejar de ser lo que es, un buen hijo", ha explicado la autora quien ha tenido también un recuerdo para Santa Teresa, con cuya onomástica coincide el anuncio del Platena: "Era obstinada y con mucho esfuerzo conseguía lo que se proponía y es su esfuerzo el que debe inspirar a los escritores".