Marcel Reich-Ranicki.

A la edad de 93 años ha fallecido el célebre crítico alemán Marcel Reich-Ranicki. Durante décadas fue la voz crítica más relevante de la literatura alemana, escuchado por miles de amantes de los libros, temido por no pocos autores. En un libro de memorias, Mi vida, relató los hechos más relevantes de su biografía: su nacimiento en Polonia, sus peripecia de colegial judío en Berlín, su terrible aventura en el gheto de Varsovia durante la ocupación nazi, su huida con su joven esposa, los años en que trabajó de funcionario del régimen comunista polaco en Londres y su posterior afincamiento en Alemania, donde se consagró de lleno a sus dos grandes vocaciones: la literatura y la música. Participó asiduamente en los famosos encuentros literarios del Grupo 47, y diseñó y dirigió en Cuarteto Literario, una tertulia literaria en la segunda cadena la televisión pública desde la que hizo una inmensa labor de popularización de la lectura.



Reich-Ranicki fue durante varios años director de las páginas literarias del Frankfurter Allgemeine, pero su mayor influencia la logró desde el programa de televisión El cuarteto literario. El crítico, judío y superviviente del gheto de Varsovia, fue uno de los impulsores del éxito de escritores como el español Javier Marías o el holandés Cees Noteboom.



Con algunos de los grandes de la literatura alemana, como Günter Grass y Martin Walser, Reich Ranicki tuvo una relación ambigüa a lo largo de su carrera. Cuando la aparición de El tambor de hojalata, la novela que consagró a Grass, Reich Ranicki destrozó el libro en una reseña de la que posteriormente se retractó. Otros libros de Grass, como Encuentro en Telge, fueron comentados elogiosamente por Reich-Ranicki.



Sin embargo, la relación entre ambos se rompió definitivamente cuando apareció Es cuento largo, ante el cual el crítico reaccionó con una carta abierta publicada en la revista Der Spiegel en la que calificaba la novela de 'ilegible' y acusaba a Grass de minimizar la represión en la extinta RDA. Lo que más polémica desató en esa ocasión fue la portada de Der Spiegel en la que aparecía Reich-Ranicki con cara de ira y partiendo en dos el libro de Grass.



Las críticas a la obra de Martin Walser, por su parte, afectaron tanto a este escritor que terminaron llevándolo a escribir una novela en clave, La muerte de un crítico, en la que se imaginaba el asesinato de un personaje claramente identificable como Reich-Ranicki. Ya consagrado como crítico literario, Reich Ranicki escribió su autobiografía, Mi vida, que terminó convirtiéndose en un bestseller.