Image: Jasmina Khadra

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Letras

Jasmina Khadra

"No ha sido fácil escribir en Argelia"

18 septiembre, 2013 02:00

Jasmina Khadra. Foto: Sergio Enríquez-Nistal

El escritor argelino publica 'Los ángeles mueren por nuestras heridas' (Destino)

Tras el pseudónimo de Jasmina Khadra que Mohammed Moulessehoul tuvo que adoptar para escribir en su país, Argelia, ya se encuentra uno de los escritores árabes más leídos de hoy en día. Ex oficial de la armada Argelina, Khadra ha publicado más de veinte novelas de grandísimo éxito como El atentado (2007), o La ecuación de la vida (2011). Algunas de ellas, como Lo que el día debe a la noche (2008), han sido adaptadas al cine.

Pero Khadra no quiere hablar de su vida: "El pseudónimo no es más que un nombre. La gente me ha descubierto a través de mis textos y por eso se interesaron por la persona que estaba detrás. Yo he vivido en un país en el que no era fácil escribir. Para no renunciar a esta vocación natural escogí la clandestinidad. Pero mi vida no es interesante. Lo interesante son mis escritos. Al lector no le importa nada quien soy. Pero si existe un texto capaz de transportarlo, iluminarlo, eso es lo que le interesa".

Estos días Destino publica en España, Los ángeles mueren por nuestras heridas, la novela "preferida" de su autor y que se acerca a la vida de Turambo, un muchacho musulmán, que nace sin ningún recurso, en la Argelia de los años 20. Turambo irá subiendo en la escala social, hasta convertirse en una estrella del boxeo en África.

Pregunta.- ¿Cuál es la génesis de esta historia?
Respuesta.- Ninguna. No me gusta inspirarme de otras historias. Solo me baso en la ficción. Para Los ángeles mueren por nuestras heridas, necesitaba un bello lenguaje. Una historia fuerte. Unos personajes atractivos. Y una manera de contar Argelia bastante original. Este conjunto de factores ha hecho posible la obra.

P.- La historia de su novela se sitúa en la Argelia de los años 20. ¿Piensa que este momento histórico es representativo del país hoy en día?
R.- Todos los países son la prolongación de una historia. La Argelia de hoy en día podría explicarse por lo que ha vivido bajo el Colonialismo. Uno se pregunta, por qué razón, este país rico, este pueblo magnífico, se queda sin embargo a la cola de las naciones. Pero mi objetivo nunca fue contar el Colonialismo o el racismo, sino el de escribir una gran obra capaz de transportar al lector. Quiero que cuando el lector entre en esta novela deje atrás su vida cotidiana, de la banalidad de su día a día, del estrés de su vida, para vivir plenamente esta historia.

P.- Al presentarnos al personaje de Turambo, un chico cándido que nace en la pobreza más absoluta y que, poco a poco, se acercará a una riqueza, el narrador describe a unos personajes cuyos destinos no tienen salvación. Asimismo, asistimos en la novela a las complejas relaciones entre las tres comunidades que viven en Argelia: musulmanes, judíos, y colonos. ¿Dónde está la esperanza?
R.- Claro que hay esperanza. El humor, la esperanza, el combate para sobrevivir, el amor. Pero no hay que olvidar lo que era la vida de la época. La Segunda Guerra Mundial había devastado el mundo, las personas estaban completamente desequilibradas. Millones y millones de muertos por todas partes, Europa había caído en una descomposición absoluta y había muchos países por reconstruir. La gente estaba en la miseria y la pobreza más atroz. Todo esto tuvo su repercusión también en África del Norte.

P.- Pero el personaje principal, Turambo, no levanta cabeza.
R.- No hay que entender un personaje, hay que vivirlo. No hay que juzgar a un hombre porque nazca en el país equivocado. Turambo es un personaje que todo el mundo ha querido. No he recibido jamás tantos mails a su favor. En la novela se retrata un momento histórico muy duro. Argelia no existía. Era un país colonizado. Turambo estaba destinado a ser comido por las moscas y al buscar el amor, cambia su destino.

P.- Cada uno de los títulos de las tres partes que estructuran el libro viene dado por las mujeres que amó Turambo en su vida. ¿El amor es lo que hace avanzar a las personas en sus vidas?
R.- No hay nada más importante que el amor. El que no haya amado, no ha vivido. El que no sepa amar, no sabe vivir. Lo he dicho siempre. Es la mayor generosidad que Dios nos ha dado. Y Turambo pone la búsqueda de ese amor, ante todo. Aunque no consiga vivirlo. Hay mucha gente que pasa al lado de su más bella historia de amor. No es porque Turambo quiera a las mujeres por lo que las mujeres van a quererlo a él.

P.- De hecho las mujeres son los personajes más fuertes en su novela. Las que dan a Turambo las verdaderas lecciones de la vida. Sus voces son las más lúcidas. ¿Qué papel representa para usted la mujer en el mundo?
R.- Para mí la mujer es lo más importante. Ellas deberían estar a la cabeza de todo. Pienso que tienen el mismo derecho que el hombre a vivir su vida y de la forma que ellas quieran. A elegir al hombre que quieren amar y no a ser elegidas por él. El hombre no es ningún rey. Siempre he defendido esta libertad. ¿Sabe usted que es en Europa donde hay más maltratos hacía las mujeres registrados? Una vez, un congreso a favor de la mujer me invitó a presentarlo porque saben que soy absolutamente feminista.

P.- ¿Cómo ve las revueltas en los países árabes a las que estamos asistiendo últimamente?
R.- No se trata de revoluciones sino de disturbios. No hay una política detrás. Pero no he venido aquí para hablar de eso, sino de mi novela.