Interpol, Ryan Adams y J Mascis, rockeros en plena forma / La madurez de Owen Pallet y la gozosa celebración de The New Pornographers / Ariana Grande triunfa como nueva diva pop y Sinead O'Connor sorprende con un gran disco / El hip hop de Wiz Khalifa y el afrobeat combativo de Sia Tolno / Vigencia de los veteranos: Brian Eno y Basement Jaxx

Interpol: El Pintor. Rock

Surgidos a principios de la década pasada al calor del revival del post punk y el éxito de bandas neoyorquinas como The Strokes, Interpol siempre fueron los más oscuros y menos discotequeros de esa nueva ola lo que no les impidió conseguir un enorme éxito gracias a un rock de guitarras potente y muy bien engrasado. Llevaban cuatro años desaparecidos y por el camino se ha caído el bajista (el famoso Carlos Dengler, también modelo) y el cantante Paul Banks es el que adquiere todo el protagonismo en un disco que supone un regreso a las raíces del grupo en el que suenan más eléctricos y góticos que nunca y despachan una serie de canciones en las que el juego de guitarras pasa totalmente a primer plano en una mezcla entre la sabiduría y experimentación de Sonic Youth y el espíritu punk y contundente de Joy Division, de los que siempre han bebido. El Pintor (anagrama de Interpol) es un buen disco en el que destacan singles tan electrizantes como All The Rage Back Home o Anywhere, en las que insisten en el tema principal del ábum, una suerte de angustia existencial contemporánea y urbana que en sus manos suena arty pero también furiosa y genuina.



Ryan Adams: Ryan Adams. Rock-country

Uno de los cantautores más populares de pop rock de la última década, Ryan Adams siempre ha realizado discos (y ya son muchos, este es el número 14) que suenan al mismo tiempo auténticos y accesibles para todos aquellos amantes de las buenas canciones a la americana de toda la vida. Dice el solista que en este disco ha decidido desnudar sus sentimientos más íntimos y profundos porque está "muy mayor para andar escondido detrás de una máscara". Para que quede claro que es un trabajo personal le ha dado su propio nombre al disco y es uno de esos álbumes que gana con cada escucha, lo que al principio parece más de lo mismo poco a poco se desvela al oído atento como una refinada ventana a la propia alma del músico. Muy marcado por el country, como es habitual, brillan canciones como Kim, un ejercicio de melancólica nostalgia, o la "springsteenesca" I Just Might.



Eno+Hyde: High Life. Fusión

Segunda colaboración entre Brian Eno y Karl Hyde, de Underworld, en apenas unos meses (Someday World fue lanzado en mayo). El dúo no tuvo mucho éxito con ese primer disco, una suerte de revisión del pop de los 70 al estilo Talking Heads que suena monótono, y quizá por ello han tardado apenas unos meses en lanzar un nuevo álbum grabado en apenas cinco días que suena más moderno y experimental que el anterior y es mucho más interesante. El espíritu de Talking Heads también recorre un disco que se inspira de manera audaz en los sonidos del Oeste de África y donde la guitarra de Hyde y la producción de Eno dan lugar a cortes muy logrados como esa Lilac de nueve minutos que suena profunda e hipnótica o los sutiles ritmos de Time To Waste It, que crea una atmósfera de una gran delicadeza espiritual.



Sia Tolno: African Woman. Afrobeat

Hace poco disfrutábamos el espléndido disco de Keziah Jones y el afrobeat, ese estilo creado por Fela Kuti que es una mezcla entre música yoruba y funk, por resumir, vuelve a brillar con el cuarto disco de Sia Tolno, una estrella de Sierra Leona reconocida hace poco tiempo en Occidente. Tolno es fiel a las dos "leyes" del Afrobeat: la preeminencia de la música sobre los vocales y las letras políticas conectadas con la dura realidad africana. African Woman, grabado con el mítico guitarrista Tony Allen, cuya huella es muy visible, es un alegato de orgullo africano en la que tanto le canta al sanguinario revolucionario Charles Taylor en Rebel Leader todo el odio que le profesa como le dedica una canción a dos inmigrantes que fallecieron por asfixia al ocultarse en el tren de aterrizaje de un avión en Yaguine et Foude.



Owen Pallet: In Conflict. Pop-rock

A sus 35 años y después de una carrera discográfica como Final Fantasy, el canadiense Owen Pallet se consolida como una de las voces más genuinas e interesantes de la música contemporánea con su tercer disco firmado con su propio nombre. Pallet, nominado al Oscar hace unos meses por su banda sonora de la película Her, hace una música muy personal en la que la electrónica, muy particularmente los sintetizadores, casan con su peculiar forma de tocar el violín en forma de loop creando un sonido que desprende dramatismo y es al mismo tiempo austero y seco. Sin duda, Stephen Merrit es el precedente más claro de un músico que como Merrit también habla abiertamente sobre su homosexualidad en muchas de sus canciones. Diario de confesiones muy personales sobre sus experiencias sentimentales, In Conflict es una sinfonía contemporánea en la que Pallet habla de sentimientos universales como el dolor, la esperanza o el miedo con una sinceridad y belleza desarmantes.



The New Pornographers: Bill Bruisers. Power Pop

Superbanda canadiense formada por algunos de los más eminentes músicos de ese país como los muy conocidos Neko Case o AC Newman, el líder, The New Pornographers lanzan su sexto álbum en 14 años donde siguen apuntando hacia el power pop y el indie con un disco que suena más feliz y jovial que nunca. Dice Newman que el disco es "una celebración" y así suena de principio a fin, como un grupo de músicos de enorme talento pasándoselo muy bien y de paso creando canciones que parecen algo así como lo que tocaría una banda de virtuosos del pop en una fiesta mayor improvisada. Hay energía y vitalismo en un álbum que suena como un cruce entre el pop de The Wedding Present y el guitarreo eléctrico de unos Raconteurs con un aire retro que recuerda a Fleetwood Mac.



Ariana Grande: My Everything. Pop

El juego es muy fácil pero es inevitable, Ariana Grande es muy grande. Está siendo un gran año para las divas del pop. Después de los discos de Likke Ly y St. Vincent, Grande rubrica el buen momento del pop femenino con un álbum en el que la joven artista de Florida no inventa, ni mucho menos, la rueda pero al igual que la sueca Ly, Ariana logra insuflar dosis de impactante emoción en una colección de canciones modélicas con estribillos contagiosos en las que derrocha un pedazo de voz en la que hay más matices y sensibilidad de la que podría parecer a primera vista. Como en todo buen disco de pop que se precie se acumulan los hits como Problem, con Iggy Azalea, o One Last Time. Un disco para disfrutar.



Wiz Khalifa: Blacc Hollywood. Hip hop

Figura muy popular en Estados Unidos (también es actor y está casado con una famosa modelo) Wiz Khalifa ha coronado la lista de éxitos americana con un álbum de hip hop muy cercano al pop dedicado casi de manera íntegra a la pasión del MC por la marihuana que quizá pone de los nervios a los puretas del género por su evidente pegada comercial pero que es una lección de lo mejor (y es bastante) que puede dar de sí la música mainstream americana. Hay temas formidables, como We Dem Boyz, una reivindicación de los orígenes gangsta con una base dub realmente sensacional o Hope , un hit con un estribillo contundente y maravilloso: "Hope you got thousands in your pocket cause she ain't looking for love" ("Espero que tengas miles en tu bolsillo porque ella no está buscando amor").



Basement Jaxx: Junto. House

Los británicos Basement Jaxx -Simon Ratcliffe y Felix Buxton-, revolucionaron en los 90 las pistas de baile desde su Brixton natal con una serie de éxitos house que cristalizaron en un primer álbum, Remedy (1999), considerado justamente un punto y aparte en el género. Los de Londres siguen fieles al house en su primer disco en cinco años, en el que no se mueven apenas un ápice de las rutinas de este estilo tal y como sentaron sus bases Masters At Work, con poderosos vocales de divas femeninas y la festiva mezcla entre disco y funk. Junto es un disco que suena sorprendentemente fresco y vivaz, parece que después de tantos años los ingleses siguen confiando en el género electrónico con menos prestigio y que vuelve locas a las masas.



J Mascis: Tied To A Star. Folk-rock

Mito de la música independiente como cofundador de Dinosaur Jr, J Mascis es un músico imprescindible que lleva en activo desde mediados de los 80 y que en solitario saca a relucir su vena más melódica e intimista. Tied To A Star es un disco precioso de canciones folk rock que en sus momentos más suaves recuerda a Bill Callahan y cuando entra la banda se acerca al rock bucólico pastoril de Timber Timbre o Kurt Vile. Mascis canta en falsete dándole un tono muy especial al disco, de una rica y sutil delicadeza y una espiritualidad que cristaliza en la bella Heal The Star, donde el sitar es la guinda del pastel.



Sinéad O'Connor: I'm Not Bossy, I'm the Boss. Pop-rock

La irlandesa que saltó a la fama con el pelo rapado y una de las voces más memorables de la música reciente se ha hecho tan famosa por sus innumerables excentricidades que cuesta recordar que también es una artista con talento. Su décimo álbum ha sido recibido con entusiasmo en todo el mundo como el retorno a la forma de la cantante y compositora y es un disco realmente notable. O'Connor sigue a lo suyo, canciones de pop rock en las que marca el tono la melodía y su propia y prodigiosa voz a lo que cabe añadir un poderoso influjo religioso y espiritual producto de su profunda fe en Dios. Hay canciones memorables como Take Me To Church, con exuberantes coros muy abundantes en todo el disco, o Dense Water Deeper Down, una emocionante mezcla entre blues y góspel. Visto lo visto, Sinead debería dedicarse a hacer música y dar menos declaraciones extravagantes.