Karonte

Tomando como base los registros que efectuó a lo largo de un concierto ofrecido en el Palacio de Villavicencio en 2013, dentro del Festival de Jerez, David Carpio ha estructurado un disco donde se lanza, con toda la fuerza y frescura del directo, a la singular aventura de poner en pie ocho cantes básicos, difíciles y complejos por propia naturaleza, pero que el cantaor recrea con profundo conocimiento, técnica admirable y, sobre todo, con un innato y sugerente poder de comunicación, transmitiendo, descubriéndonos espacios desconocidos de la vida y el arte. En principio puede parecer un disco de repertorio clásico, pero si ahondamos y nos dejamos llevar por su dinámica, deja de tener connotaciones académicas para transformarse en un elemento vivo y cambiante, con la emoción de no saber si nos va a llevar al borde del precipicio o a lo más alto de lo sublime, a causa de la entrega sin concesiones del joven jerezano, que logra pasajes de alta calidad musical en cada una de sus interpretaciones.