El tenor alemán Jonas Kaufmann. Foto: Josep Aznar.

Especial: Lo mejor del año

La sombra de Verdi y Wagner ha sobrevolado todo 2013. Un aluvión de conciertos, grabaciones, simposios... han cumplimentado el debido homenaje a los dos colosos musicales. En mitad de ese magma conmemorativo una figura ha brillado con luz propia, el tenor Jonas Kaufmann, que ha firmado dos discos memorables. Más allá de la efeméride el año también ha ofrecido numerosos destellos. El Cultural selecciona los principales acontecimientos (incluido el territorio del jazz y el flamenco) y las mejores óperas, orquestas, grabaciones...

Jonas Kaufmann

Decca: Kaufmann. Wagner

Sony: The Verdi Album



El tenor alemán se encuentra en estado de gracia. Algunos ya empiezan a equipararle con el Plácido Domingo de los mejores tiempos. Lo cierto es que este año ha protagonizado el bicentenario Verdi/Wagner con un pulso frente a los dos compositores del que ha salido muy reforzado. Primero grabó una fascinante miscelánea wagneriana (incluidos los Wesendonck Lieder). Cabía esperar un resultado sobresaliente: a su compatriota le tiene muy bien tomada la medida. Más dudas había respecto a su prestación con el maestro de Busseto. Pero las acalló inmediatamente. A su colección de arias de Verdi “aplicó su belleza vocal y su cálido temperamento, con un timbre broncíneo propio de un tenor latino” (Rafael Banús). Además fue aclamado por sus retratos de Manrico en Il trovatore y de Don Carlo en los festivales de Múnich y Salzburgo. Una técnica impecable, una musicalidad hipnótica y la evolución de sus cualidades canoras (ha pasado de ser un tenor lírico ligero a lírico spinto) le han elevado al pedestal más alto del universo operístico. En este 2013 que ahora cerramos ha recibido un nuevo espaldarazo.



Integral Beethoven | Cuarteto Quiroga

Integral: Auditorio Nacional. López Cobos

Cuarteto Quiroga: Palacio Real. Stradivarius palatinos



Una verdadera machada la que protagonizó López Cobos al frente de cuatro agrupaciones: la Orquesta Nacional, la Sinfónica de Madrid, la RTVE y la Joven Orquesta Nacional. Dirigió las nueve sinfonías de Beethoven a lo largo de 12 horas. Una hazaña inédita en España y con escasos precedente en el mundo: Lorin Maazel en 1988, Marthyn Brabbins en 2010 y poco más. La ejecución estuvo a una gran altura, con pasajes sobresalientes. Un derroche de vigor, claridad conceptual y facilidad gestual.



El talento y la finura del Cuarteto Quiroga ha recibido este año un jugoso reconocimiento: en los próximos años será la formación que empuñará regularmente los Stradivarius palatinos, pertenecientes a Patrimonio Nacional. Su valor es incalculable, motivo por el que nunca salen del Palacio Real (no hay seguro que asuma el riesgo). Y tienen una peculiaridad que los hace únicos: el maestro Stradivari los fabricó en su taller de Cremona con la intención de que fueran tañidos conjuntamente. A partir de ahora, además, los conciertos que ofrezcan en el patio de columnas del Palacio estarán abiertos al público (los precios de las entradas, por cierto, muy asequibles).



Filarmonica de Berlín

Teatro Real / Auditorio Nacional

Beethoven, Schumann, Mozart, Fauré y Berg



Qué gozoso resulta presenciar en plena acción la afinada maquinaria de la Filarmónica de Berlín, con Simon Rattle a la cabeza. Este año tuvimos la suerte de verles en Madrid por partida triple. En el Teatro Real acometió la Novena de Beethoven. Fue una aproximación casi camerística a la sinfonía, con un planteamiento objetivo, en la tradición clásica más que romántica. Luego ofrecieron dos conciertos más en el Auditorio Nacional, de la mano de Ibermúsica. Ahí sacaron a relucir un Réquiem de Fauré cargado de un lirismo extraordinario y con unos pianísimos fuera de serie a cargo del Orfeón Donostiarra (memorable el broche final con In Paradisum, pura elevación). Además de una Tercera de Schumann esbelta y libre de gangas, clara y precisa.



Pepita Jiménez

Teatros del canal. Calixto Bieito



Más opresiva no podía ser la puesta en escena que urdió Calixto Bieito para poner en pie la ópera de Albéniz Pepita Jiménez, basada en la novela de Juan Valera. Un frontón de armarios apilados unos encima de otros reflejaban la cerrazón y el tenebrismo de la España franquista. Sí, Bieito adelantó unas décadas la agónica lucha de la joven viuda por salirse de los caminos marcados por la beatería. Del siglo XIX pasamos al XX. Un salto cronológico y una apuesta visual que le han valido el Premio Lírico Campoamor al mejor director de escena. José Ramón Encinar impuso su veteranía sobre la Orcam, y en la tablas brillaron la soprano Nicola Beller Carbone, en la piel de la atribulada de Pepita, y el tenor Gustavo Peña, en la de su amante furtivo Luis de Vargas.



Ariadne auf Naxos

Decca (dvd): Strauss



Renée Fleming debutó en el papel de Ariadne en Baden-Baden al lado del tenor Robert Dean Smith y la soprano Sophie Koch. Christian Thielemann se puso al frente de la Staatskapelle de Dresde, que vuela mucho más alto desde que asumió su dirección a principios de año. Y Philippe Arlaud ideó una escenografía tan austera como precisa, aparte de manejar con maestría la luminotecnia, encargada de subrayar los puntos cruciales del desarrollo dramático. Un alarde de sutileza y refinamiento. Todos esos ingredientes hicieron de esta Ariadne auf Naxos un hito operístico inolvidable. La filmación de Brian Large, lanzada a mediados de año, nos la devuelve sin usurparle ni un ápice de su estilizada elegancia formal y sonora.



Marathon Masada

Heineken Jazzaldia. John Zorn



Los conciertos de John Zorn son citas ineludibles, pero si además el gran gurú de la vanguardia neoyorquina comparece junto a artilleros de su misma afiliación creativa el asunto adquiere categoría de acontecimiento histórico. Es lo que sucedió en el último Heineken Jazzaldia donostiarra, donde el saxofonista reunió a 15 bandas de su sello Tazdik durante un maratón de 5 horas de jazz libre e inédito.



Festival de Jerez

Isamay Benavente. Teatro Villamarta



El Festival de Jerez es en la actualidad el acontecimiento más destacado de danza flamenca y española. Durante dos semanas, a dos o tres espectáculos por día, pasan por la ciudad las más importantes compañías y se estrenan obras protagonizadas por grandes figuras del baile. A sus cursos, impartidos por prestigiosos maestros, se inscriben alumnos de cincuenta países. Este año otorgó su Premio de la Crítica a la bailaora Isabel Bayón, por su espectáculo Caprichos del tiempo.