La compañía de Hofesh Shechter (Jerusalén, 1975), afincada en Londres, nos va a sacudir en la butaca. Este artista todoterreno cuya creación abarca, además de la danza, la música o la dirección de escena, llegó a Reino Unido por casualidad. Acababa de dejar la Batsheva Dance Company que dirige Ohad Naharin tras formarse en la Academia de Música y Danza de Jerusalén y haber cumplido con sus obligaciones militares allí.



“Yo tocaba en una banda de rock y no conocía Londres, así que entré en modo supervivencia. Es tan grande y tan caro que no sabes ni por dónde empezar, pero me dejé llevar por las oportunidades. Era emocionante crear danza y música a la vez, no podía elegir. Y aquí estoy; soy un oportunista, en el mejor sentido”, explica Shechter a El Cultural.



Ama la frescura de Londres pero lamenta el Brexit. “Es una limitación administrativa y económica; los británicos no pueden trabajar fuera del país más de tres meses cada medio año, es más complicado y caro contratar a artistas europeos, visas, mandar la carga en gira... No sé qué tiene de bueno, estamos aprendiendo a manejarlo”, confiesa.

Su lenguaje es físico y exigente, y sus bailarines rebosan fuerza y expresividad

Arrancó su compañía en 2008 y su éxito como coreógrafo no para de crecer, con encargos de The Barbican, Royal Opera House, Scala de Milán o Royal Danish Opera and Theatre. En 2016 fue nominado a un Premio Tony por su coreografía en la nueva versión de El violinista sobre el tejado, de Bartlett Sher, y en 2018 obtuvo la OBE (Orden del Imperio Británico) de la Reina Isabel II.



Su lenguaje es tremendamente físico y exigente, y sus bailarines rebosan fuerza y expresividad corporal. “Cuando empezamos hace 15 años, comíamos cualquier cosa y salíamos a bailar; ahora cuidamos a los bailarines como atletas: preparación física, nutricionista... Trabajamos la improvisación y nuevas formas de movimiento. Mi equipo está muy comprometido”, dice.

'Double murder' / Foto: Todd MacDonald.

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Abrir camino

Advertido del conflicto que se vive en España hoy por el posicionamiento de unos y otros a favor o en contra de ciertos festejos taurinos, el coreógrafo opta por el diálogo. “Es muy interesante, porque la cultura es algo dinámico y lo que estaba bien hace 200 años, quizás hoy no lo esté. Seguro que significa mucho para un montón de gente, pero para otros es inaceptable ese tipo de violencia. No estoy aquí para sermonear a nadie, pero quizás mi ballet sirva para abrir el diálogo”. Clowns tiene música suya combinada con el ‘Can-Can’ de Offenbach, vestuario inspirado en diseños de Christina Cunningham e iluminación de Lee Curran.



“Fue una pieza muy interesante para mí y se baila muchísimo, pero sentía que la velada no estaba completa sin algo más. Es demasiado difícil y deprimente; pensé que Clowns podía ser un lado de cómo somos y nos comportamos, pero debía mostrar nuestra otra cara”, explica Shechter. The Fix nació para mostrar “algo mucho más compasivo en cómo nos comportamos, una realidad distinta de la humanidad; casi una rectificación en el itinerario”, añade. “Estoy compartiendo con el público mis emociones, mi corazón; esa es para mí la esencia de una actuación”.

The Fix tiene música de Pierre Bensusan, vestuario de Peter Todd e iluminación de Tom Visser. Su motivación emocional es importante. “Busco algo que me interese. O me moleste, o me estimule. Una vez que le doy vueltas, empieza a devolverme algo. Y si algo me conmueve, es de esperar que también conmoverá al público”, dice. “Cada obra nueva es como nadar en un océano de noche. Nada de lo que haya hecho anteriormente puede ayudarme”. 

Los abrazos de Madrid en Danza

'1953', de Carmen Werner / Foto: Juan Carlos Toledo.

Veinte espectáculos, que se desarrollarán entre este sábado 13 de mayo y el 11 de junio, integran la 38ª edición de Madrid en Danza, que dirige Blanca Li. El flamenco, la danza española, la contemporánea, la acrobática o el hip hop –y la habitual ausencia de la danza clásica– ocuparán ocho municipios de la región.

Por los Teatros del Canal de Madrid irán pasando Kukai Danza con ¿Y ahora qué? (Max a la mejor composición musical para escena) y Olga Mesa con Esto no es mi cuerpo (ambos los días 17 y 18 de mayo), Ann Van den Broek con Joy Enjoy Joy (20 y 21), laSADCUM con Aclucalls (27 y 28), Rachid Ouramdane con Corps extrêmes (3 de junio), Marie Chouinard con “M” (7 y 8), la Compagnie N’soleh con Faro Faro (9-11) y la décima edición de la muestra internacional Beta Pública (2-4), que reúne a un heterogéneo grupo de ocho creadores.

También estarán Riva y Repele con Lili Elbe Show (día 1) en el Teatro de la Abadía, Nerea Martínez con Abrazo (el 6) en el Teatro Pradillo y Francisco Hidalgo (el 20) en el Centro Cultural Paco Rabal. Fuera de la capital actuarán también Florencia Oz (13 de mayo) en el Teatro Jaime Salom de Parla, Daniel Ramos (día 26) en el José María Rodero de Torrejón de Ardoz, Miquel Barcelona (también el 26) en el Francisco Rabal de Pinto, Marcat Dance (el 27) en La Cabrera, Laia Santanach (1 de junio) en Coslada, Spellbound Contemporary Ballet (el 8) en el Teatro del Bosque de Móstoles y Komoco (el 10) en el Carlos III de El Escorial.



Además, este año damos la bienvenida a un nuevo estreno de la veterana coreógrafa Carmen Werner. 1953 celebra sus más de tres décadas al mando de la compañía Provisional Danza los días 23 y 24 en Cuarta Pared. Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid, Premio Nacional de Danza y Medalla de Oro de las Bellas Artes, será un plato fuerte.