Fahmi Alqhai y Rocío Márquez. Fotos: Javier Díaz de Luna

La convergencia de la cantaora Rocío Márquez y el violagambista Fahmi Alqhai ha cristalizado en el disco Diálogos de viejos y nuevos sones. Una sugerente combinación de música antigua y flamenco que presentan las próximas semanas en Maspalomas, Nimes y París.

La idea en principio es cautivadora: un compositor y famoso intérprete de viola da gamba, especializado en música antigua, se planta ante una cantaora célebre y de éxito, y esa aproximación en un primer momento tímida, se transforma en el germen de una profunda alianza que da como resultado un registro singular, cuyo título, Diálogos de viejos y nuevos sones, es todo un símbolo de las transformaciones que experimenta la música flamenca de hoy. Fahmi Alqhai y Rocío Márquez acaban de llegar de una gira por Italia y se preparan para otras actuaciones en Canarias, en el Festival de Nimes y en París.



Diálogo, esta vez, se puede traducir por encuentro, una convergencia provechosa y feliz que abre las puertas a la inventiva y a la construcción de nuevas y sorpresivas dimensiones artísticas. No en todos los casos, pero una de las características más habituales en el flamenco de hoy es el acercamiento a otras músicas que, a su vez, tienden las manos hacia él. Esa especie de reciprocidad se está produciendo de forma natural en la corriente fluida de sonidos que se reconocen e intentan mirarse sin recelos para asentar las bases de un entendimiento fructífero. Sin embargo, este hecho, que puede parecer normal por lo frecuente, es tan antiguo como el flamenco mismo, un arte que asienta sus bases estructurales en un proceso que se ha ido cocinando en una lenta nebulosa con las distintas músicas dejadas por las culturas que se asentaron, algunas durante siglos, en el sur de nuestro país. El flamenco, por tanto, a través de ensamblajes, influencias mutuas y derivaciones, aparece como la emanación o consecuencia de un mestizaje en el que han confluido diversas civilizaciones.



No se trata de fusión sino de interlocución, en un proyecto realizado gracias a una dedicación absoluta". Fahmi Alqhai

Fahmi Alqhai, nacido en Sevilla de padre sirio con origen libanés y madre palestina, estudió música en Siria -"curiosamente, no aprendiendo música árabe, que hubiese sido lo más lógico, sino piano con una monja en un colegio de jesuitas"-, para continuar su preparación en el Conservatorio Superior de Música de Sevilla, en Basilea y en Lugano. Es uno de los más reputados intérpretes de viola da gamba del mundo, formó parte del conjunto de música antigua Hespèrion XXI, liderado por Jordi Savall, y actualmente es el director del Festival de Música Antigua de Sevilla y fundador de la Accademia del Piacere. "Pero cuando llegué a España", afirma Alqhai, "aterricé directamente en la guitarra eléctrica y en el heavy metal, y de ahí, de manera radical, me pasé a la viola da gamba. Mi trayectoria no se puede decir que haya sido totalmente ortodoxa, pero el flamenco ha formado parte de mi vida desde pequeño, siempre me ha acompañado, lo siento muy cercano, muy mío, me apasiona, y cuando me abrió sus puertas, entré de un modo suave, familiar, estaba en casa. Ahora me cuesta pensar mi carrera sin tenerlo a mi lado".



La cantaora Rocío Márquez, que obtuvo el doctorado por la Universidad de Sevilla con la tesis La técnica vocal en el Flamenco: Fisonomía y Tipología, es uno de los nombres más destacados en el flamenco actual con una ejecutoria ascendente que va desde sus comienzos con nueve años, estudiando en la Peña Flamenca de Huelva los fandangos autóctonos, hasta la obtención del Primer Premio o Lámpara Minera en el
Diálogos es un camino en el que hemos establecido una confluencia íntima y viva de dos músicas". Rocío Márquez


Festival del Cante de las Minas y convertirse en una artista internacional de gran prestigio. "Diálogos de viejos y nuevos sones es una oportunidad de aprendizaje a muchos niveles y de conexión conmigo misma. Me gratifica sentir que tanto Fahmi como yo, que somos solistas, hemos generado unos vínculos que están por encima de cualquier jerarquía. Hasta que Diálogos se ha hecho realidad como disco, hemos estado modelándolo durante dos años en continuas giras de conciertos. Y en esos tours he descubierto un mundo y se me han abierto ventanas hacia paisajes desconocidos, tanto en lo musical como en lo estético y en lo funcional".



No podían faltar en el disco referencias al lugar de origen y a la bellísima diversidad del fandango. Desde el recuerdo de su niñez, desde un sueño lejano evoca y reaviva unos sones que siempre la han acompañado: "Contemplamos este proyecto como un viaje en el tiempo y también en el espacio. Me he criado en Cortegana, una localidad de Huelva, y sentía la necesidad de andar por sus campos, por los pueblos cercanos, esos aires de Alosno que nos lleva a lo más popular. Todo esto tiene una íntima conexión con el punto en común que encontramos entre la música antigua que toca Fahmi y el flamenco, esa fuerza ancestral de la tierra y de las tradiciones que se dan la mano".



Para Alqhai, "no se trata de fusiones, término que no comparto. Siempre defiendo y soy partidario de los encuentros, de la interlocución, de un tipo de proyecto realizado a través del esfuerzo común, la dedicación más absoluta, el intercambio y el amor que realmente le hemos puesto". Claro que esto puede despertar suspicacias en aquellos que mantienen los códigos inamovibles de los preceptos. "En este caso -y hemos tenido suerte-, es curioso observar que los ‘guardianes de la pureza', tanto del flamenco como de la música antigua, que los hay y de qué manera, lo han respetado y aceptado. No hemos pretendido engañar a nadie ni hemos intentado descubrir nada oculto; simplemente se trata de algo que parte de la música antigua y mira al pasado sin perder la perspectiva de futuro. Después de mucho tiempo de trabajar juntos y estar codo con codo compartiendo ideas, el término perfecto y más preciso para nuestra propuesta era, inevitablemente, el de ‘diálogo'". Márquez se centra en el proceso más que en el resultado: "Diálogos es un camino en el que, a lo largo de un universo sonoro muy creativo, hemos intentando establecer una confluencia íntima y viva entre dos músicas".