Image: Excentricidades de Björk y Dylan

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Escenarios

Excentricidades de Björk y Dylan

2 enero, 2015 01:00

Björk lanza su esperado nuevo álbum este año.

James Blake lanza su tercer álbum aliado con Kanye West, Björk reaparece con nuevo trabajo discográfico inspirado en las apps de los teléfonos inteligentes, Dylan se arranca por Sinatra, El Cairo cobra relieve en el mapa del hip hop mundial, la electrónica agita Latinoamérica... Son los hitos de la música popular en este 2015 que ahora descorchamos.

James Blake

Si el sonido austero se ha propagado por la electrónica actual y el pop de masas ha sido en parte gracias a este veinteañero inglés con aires de empollón y cara de niño bueno. ¿Será su tercer álbum el momento de cambiar y volver a dejar boquiabierta a toda la modernidad? De momento nada se sabe de ese disco salvo que Kanye West podría tener algún papel en él (llegó a rumorearse, más por deseo general, que lo harían mano a mano). Como productor, Blake ha demostrado su maestría en el tratamiento de las diferentes partes de la canción y un apabullante dominio del estéreo, siendo el uso de los graves una de sus señas de identidad, mientras que como cantante es capaz de derretir hasta el corazón más impenetrable. Con dos discos sensacionales y unos directos que paralizan el ambiente, de él sólo se puede esperar la excelencia.

Electrónica latina

En los últimos años han aumentado en cantidad y calidad los proyectos de corte electrónico en los países de Suramérica y Centroamérica, entre los que es habitual combinar las músicas tradicionales con las tendencias actuales anglosajonas. Proyectos como los colombianos Frente Cumbiero y Meridian Brothers (Eblis Álvarez es lo más parecido a Frank Zappa que existe hoy sobre la Tierra), Captain Planet o Chancha Vía Circuito en Argentina, el venezolano Arca, Ibeyi (de origen cubano), Helado Negro (de origen ecuatoriano), Chicha Libre (combo multinacional instalado en Nueva York) y muchos más forman esta nueva generación latina que, con orgullo regional, pulso contemporáneo y sin dogmas, merece en 2015 la propagación mundial.

Björk

El citado Arca será el coproductor del noveno álbum de Björk, que al parecer la islandesa ha compuesto y grabado con las aplicaciones para iPad que se crearon a partir de su anterior disco, Biophilia (2011). Precisamente estas apps fueron las primeras en entrar en la colección permanente de un museo; fue en la del MoMA de Nueva York, que además dedicará la próxima primavera una exposición retrospectiva a la artista, que en 2015 cumplirá 50 años. La ex de Matthew Barney quiere sorprender con este disco, por lo que no hay pistas sobre su contenido.

Bob Dylan

En el otoño de sus días, Bob Dylan ha logrado parecer un señor entrañable. Bueno, todo lo entrañable que puede ser este Zimmerman tan Dylan que lleva 52 años consecutivos provocando el pasmo y el asombro. Con la caja integral de las Basement Tapes aún reciente, por aclamación una de las mejores reediciones de 2014, el señor Scrooge de la música popular lanzará en febrero un disco de versiones del repertorio de Frank Sinatra. Pese a que Dylan ya demostró que le pirraban los standards en su programa radiofónico Theme Time Radio, este álbum habrá de incluirse en su ya mítico catálogo de excentricidades y decisiones insólitas, pues nada parece más alejado de su ética y su estética como el fraseo mágico de Sinatra y el glamour del sinatrismo. Sin coros ni orquestaciones, grabado en seco por devoción a la grandeza indestructible de las composiciones, el disco saldrá el 3 de febrero con el título de Shadows In The Night.

Future Brown

Hay grupos con una misión. Ése es el caso de Future Brown, la reunión de cuatro jóvenes productores empeñados en que el mundo baile al ritmo de las músicas no anglosajonas. Su alianza no puede ser más oportuna pues todos ellos han emergido por separado durante 2014 como productores con el sonido de su tiempo entre los dedos: la kuwaití Fatima Al Qadiri, que masajea la electrónica computerizada hasta convertirla en ambient; el dúo Nguzunguzu (ella, de origen indio; él, puertorriqueño), que reivindican ritmos americanos y africanos desde Los Ángeles, y el neoyorquino de origen iraní J-Cush, prócer del veloz footwork con su sello, Lit City Rave. Producciones inquietas, sonidos exóticos y orgullo de la periferia dan forma a su mutante música de club, que se pondrá de largo en febrero.

Diplodocus del rock duro

Entre el 29 de mayo y el 22 de junio actuarán en España AC/DC, ZZ Top y Kiss, atracón de rock duro canónico que se completará en 2015 con nuevos álbumes de Motörhead y Black Sabbath. En contra de lo que muchos piensan por su aspecto monolítico, la evolución del género metálico no parece tener fin, por lo que el regreso a su primer estrato no debe tomarse como un signo de debilidad nostálgica, sino como la reivindicación del aspecto más ancestral de un lenguaje aún vivo. Detrás de sus inocentonas chifladuras escénicas, en el rock duro de los años 70 hay tanta verdad y fuerza que todavía es posible empatizar con su denso, primario y poderoso sonido.

Kendrick Lamar

La circulación de mixtapes en internet es la cancha donde hoy se ven las mejores jugadas del hip hop; sin embargo, sólo algunas estrellas son capaces de dar un salto digno a las ligas mayores y adaptarse al formato de los grandes álbumes comerciales sin perder la chispa. El más claro ejemplo de ello es este rapero de Los Ángeles. Su Good Kid m.A.A.d. City de 2012 es el disco de hip hop más importante en lo que llevamos de década, un oscuro viaje cinematográfico por las calles torcidas del gueto que fluye sobre una narrativa portentosa. De su tercer álbum (candidato a superventas en Estados Unidos) se espera un giro a nivel sonoro y lírico hacia motivos más luminosos.

Charli XCX

Existen seres humanos que dedican parte de sus vidas a buscar estímulos cerebrales complejos en el pop de consumo juvenil. Es una labor ingrata y, quizá por ello, reporta una eufórica sensación de revancha cuando se encuentra una pepita de oro como Charli XCX. La (por este orden) compositora y cantante inglesa traslada el carácter nihilista del punk a sus canciones desenfrenadas y gamberras; con el carpe diem como un logo tatuado en la piel y un talento melódico por el que mataría Madonna, en sus taladrantes cancioncillas el pop recupera su cualidad liberadora en vez de ser un mecanizado placebo. Su divertido segundo álbum, Sucker, debe poner a la chica, gritona, representante de un nuevo tipo de feminidad, en primera fila.

El Cairo

Una de las consecuencias que provocó la primavera árabe, que en 2011 acabó con el régimen de Hosni Mubarak, fue una inquieta actividad cultural en la capital egipcia. En la música popular el deshielo ha afectado a numerosos estilos, destacando el apogeo del hip hop o el metal, como en el resto de países árabes; en ambos casos, es interesante oír cómo se introducen los motivos locales en ambos lenguajes. La evolución electro del popular shaabi, un subgénero estridente llamado mahraganat, es toda una caja de sorpresas, y desde luego hay también una bulliciosa escena de electrónica experimental con enormes artistas por descubrir como Maurice Louca, cuyo segundo álbum es una delicia: Benhayyi Al-Baghbaghan.

Giorgio Moroder

No publica un álbum desde 1992 y se retiró cuando la EDM ni se vislumbraba en el horizonte. La desconfianza ante su regreso de momento es menor a la ilusión que provoca volver a escuchar a quien fuera uno de los mandamases del sonido disco, tan ninguneado en su época como varias veces reivindicado después. En 2013, Moroder tuvo una sonada reaparición gracias a los astutos Daft Punk, que le concedieron un papel estelar en Random Access Memories, culpable del enésimo revival disco. Ése es el preámbulo del próximo álbum del inefable productor y compositor italiano de 74 años.