Carmen Maura protagoniza Carlota, de Miguel Mihura. Foto: David Ruano.

Carmen Maura no ha pisado un escenario español en 27 años. En todo este tiempo, ha hecho sólo un par de obras de teatro en París y Buenos Aires, y la última fue en 1997. En su prolífica carrera, la poderosa atracción de la cámara le ganó hace años el pulso a la emoción del directo. Pero el inmortal Miguel Mihura y el director Mariano de Paco han obrado juntos el milagro de traer de vuelta a la actriz a las tablas madrileñas, que protagonizará Carlota en el Teatro María Guerrero desde el próximo viernes 13 de diciembre hasta el 2 de febrero.



"He tardado tanto tiempo en volver al teatro porque no quería que todo el peso del montaje cayera sobre mis hombros y sólo me proponían papeles muy complejos", explica la actriz. Esta propuesta era diferente, ya que aunque ella sea la protagonista, el texto está muy bien repartido entre otros nueve actores dándole la réplica: Alberto Jiménez -marido de Maura-, Pilar Castro, Vicente Díez, Pedro G. de las Heras, Natalia Hernández, Jorge Machín, Antonia Paso, Carlos Seguí y Alfonso Vallejo. Además, la intención de Maura era volver con "un teatro accesible que pueda entender todo el mundo", como es el caso, una comedia policíaca ambientada en el Londres de 1910, escrita y estrenada en 1957.







Gracias al encargo de Ernesto Caballero, director del Centro Dramático Nacional, De Paco ha descubierto este texto de Mihura, "uno de sus tres mejores, si no el mejor", asegura. Nada más leerlo, no tuvo ninguna duda: "Mihura escribió Carlota para Carmen Maura". Así que pensó en buscar una actriz lo más parecida a ella, porque supuso que rechazaría el papel. Su sorpresa fue mayúscula cuando ella le dijo que sí al momento. "Tenía todo un discurso preparado para convencerla, pero no hizo falta", recuerda el director.



Adicta al silencio de la cámara, lo más difícil para Maura ha sido volver a acostumbrarse al aliento del público: "En un ensayo, Mariano soltó una carcajada y se me olvidó el texto", confiesa la musa de Pedro Almodóvar. Medio en broma, medio en serio, le ha pedido a sus compañeros que se aprendan "un poquito" su papel por si le vuelve a pasar.



Ayer realizaron el primer ensayo general con público. "Salió bien, pero saldrá mejor", dice Maura, a la vez que advierte: "No me saldrá todos los días igual, a lo mejor eso hace que la gente repita". Para la actriz, esa es la gran diferencia con respecto al cine: "Cuando haces teatro, interpretas lo mismo todos los días, y todos los días te tienes que creer tu papel".



Ernesto Caballero ha reivindicado el teatro de Miguel Mihura, perteneciente a "la otra generación del 27" junto a autores como Tono, Edgar Neville y Jardiel Poncela. "Mihura es un clásico contemporáneo que ha sido injustamente olvidado por los teatros públicos, y nosotros tenemos el compromiso de devolverle al sitio que se merece", asegura el dramaturgo, director y gestor. Por su parte, Mariano de Paco ha ensalzado "la perfección dramatúrgica del texto, a la altura del mejor teatro del siglo XX". El responsable del montaje ha trabajado mucho la poética del texto: "Mihura decía que escribía teatro como si no fuera prosa, y es verdad".



El autor se quejaba a menudo de que los directores exageraban a sus personajes. En ese sentido, los actores de esta nueva puesta en escena han tenido que "caminar por la cuerda floja para no pasarse, pero llegar", explica el director, que ha querido evitar el tono paródico y, como decía Adolfo Marsillach, "hacer teatro de humor en serio".