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El actor Eusebio Poncela ha fallecido este miércoles a los 79 años en Madrid debido a un cáncer. Conocido, entre otros papeles, por participar en obras de Pedro Almodóvar, trabajó en películas míticas como Matador o La ley del deseo.

Poncela fue un actor transgresor que se atrevió a ir más allá y encarnar una realidad en la que nuestro país ya se estaba sumergiendo sin que parte de su población quisiera reconocerlo todavía. Emergiendo en el contexto de la Movida madrileña, dio vida a personajes sumidos en los nuevos problemas y preocupaciones que planeaban sobre la jovencísima España democrática.

Aunque su salto a la fama definitivo vino durante la Transición de la mano del cine, Poncela ya había probado las mieles del éxito sobre las tablas del teatro. Tras graduarse en la Real Escuela Superior de Arte Dramático (RESAD), a mediados de la década de los 60 debuta con una versión de Mariana Pineda, de Federico García Lorca. A ella le seguirían varios éxitos en el Teatro Español, como Marat-Sade, bajo las órdenes de Adolfo Marsillach.

Fue en 1979, tras la muerte del dictador ("Yo estaba en París cuando murió Franco. ¿Que si me tomé un vinito? No, querida, me tomé un ácido, me tomé un LSD, para celebrarlo", recordaba en una entrevista con EL ESPAÑOL), cuando arrancó su carrera en el cine con Arrebato, segundo largometraje de Iván Zulueta. El filme fue un fracaso tanto en taquilla como para la crítica, pero décadas más tarde fue considerada una película de culto.

En este atrevidísimo filme de corte vanguardista en el que Zulueta se atrevió a innovar tanto en forma como en contenido, Poncela interpretaba a José Sirgado, un cineasta de serie B de poco más de treinta años que vive la realidad como en un sueño debido a su adicción a la heroína. Un problema, el del "caballo", que azotaría a la juventud española por aquel entonces y que también marcó severamente la vida del actor.

Vídeo | Eusebio Poncela en una entrevista de EL ESPAÑOL en 2017: "Salí de la heroína porque soy un genio absoluto de la supervivencia"

A este primer y emblemático escarceo en el séptimo arte le siguió ese mismo año otro polémico largometraje, Operación Ogro, de Gillo Pontecorvo. En él, Poncela interpreta a Txabi, uno de los miembros del comando de ETA detrás del atentado que acabó con la vida de Carrero Blanco. La película se estrenó tan solo seis años después del asesinato de la mano derecha de Franco.

En la década de los 80 ya era un actor de renombre en el cine español. Fue en 1986 cuando comenzó su colaboración con Pedro Almodóvar, participando en Matador (1986), donde interpretó al comisario, y La ley del deseo (1987). En este segundo trabajo, Poncela compartía el protagonismo con Antonio Banderas. Junto a él interpretó la que pasó a la historia como la primera escena de sexo anal en el cine patrio.

A estos papeles se le sumaría su participación en trabajos dirigidos por grandes nombres del cine español, como Carlos Saura (El dorado) o Imanol Uribe (El rey pasmado).

Pero Poncela no se quiso quedar encerrado en aquellos dorados años canallas. "Seamos modernos de verdad y avancemos", espetaba en la antes mencionada entrevista con EL ESPAÑOL hace cerca de ocho años.

En los 90 pasa por unos años de retiro trasladándose a la Argentina meridional para desengancharse. En su estancia al otro lado del charco es donde recibe la oferta para un papel coprotagonista en Martín (Hache) (1997), el siguiente proyecto del cineasta argentino Adolfo Aristarain

En esta ocasión, Poncela se metía en la piel de Dante, un personaje hedonista que utiliza las drogas y el sexo como parte de su búsqueda existencial y es considerado por muchos el mejor papel del actor. "Hay que follarse a las mentes", dice su personaje en una escena muy recordada. Por este trabajo fue galardonado en Argentina con el Cóndor de Plata al Mejor actor de reparto.

En 2001 protagonizó Intacto, de Juan Carlos Fresnadillo, por la que sería nominado en los Premios Goya en la categoría de Mejor actor.

Además de su paso por los escenarios y los cines, Poncela fue un habitual de las series de televisión españolas. Famosa es su participación en  Los gozos y las sombras (1982), adaptación de la novela homónima  de Torrente Ballester. Más recientemente, interpretó al cardenal Cisneros en Isabel El ministerio del tiempo. Este mismo año ha visto la luz en SkyShowtime Matices, donde interpretaba al doctor Marlow, padre de la protagonista y reputado psiquiatra que es asesinado. 

En los últimos años Poncela había retomado su faceta teatral. En 2017 interpretó a Bernarda Alba en la versión de Carlota Ferrer del clásico lorquiano. Con la misma regista participó también en 2022 en la adaptación al teatro de la novela de Manuel Puig El beso de la mujer araña.

Enemigo de los moldes en los que le quisieron meter ("Yo no soy de izquierdas para nada, ni de derechas, me suda la polla entera todo", llegó a decir a EL ESPAÑOL), Poncela fue siempre un alma desobediente. Su norma, por encima de toda moral, fue disfrutar, tal y como no se cansaba de recordar: "'¿Usted qué quiere hacer en la vida, entonces?', me decían. Y yo, para joder, decía: '¿Yo? Divertirme'. Así que me hice hedonista".