En una escena reveladora de Maestro –el imponente biopic de Leonard Bernstein que dirige, escribe y protagoniza Bradley Cooper–, el legendario autor de la banda sonora de West Side Story es entrevistado por Ed Sullivan. Preguntado por las diferencias entre la composición musical y la dirección de orquesta, Bernstein se confiesa atrapado entre la intimidad necesaria para la creación artística y la dimensión pública del espectáculo escénico.

Pero las contradicciones no terminan ahí, ya que el personaje comienza debatiéndose entre el apego a la música clásica y su talento para la composición de melodías populares, luego navega arduamente por su matrimonio con la actriz Felicia Montealegre mientras mantiene affairs con otros hombres, y nunca llega a resolver las pulsiones contrapuestas de su vocación pedagógica y su flagrante egocentrismo.

El guion que Cooper coescribe junto a Josh Singer presenta a Bernstein como un hombre tocado por el encanto personal y el genio artístico, pero atormentado por el miedo a la soledad. Y lo destacable es que el personaje sale del paso sin sufrir el juicio del cineasta, quien contempla las faltas de Bernstein –su narcisismo, adicciones e infidelidades– como una parte integral de la condición humana.

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La propensión de Cooper a ocupar el centro de la mayoría de los planos de la película demuestra que la modestia no es la principal virtud del autor de la notable Ha nacido una estrella (2018). Pero, en todo caso, ¿quién necesita a otro director humilde y timorato cuando hablamos de una obra como Maestro, prendada de una rotunda autoridad artística?

Transitando desde el debut de Bernstein como director de la Orquesta Sinfónica de Nueva York, en 1943, hasta la vejez del personaje, la película abraza la exuberancia en blanco y negro del cine de Orson Welles. Entre suntuosos travellings, majestuosos besos a contraluz y veloces diálogos, Maestro captura, en su tramo inicial, el romanticismo de la inmediata posguerra.

Luego, en su salto a la década de 1970, la película adopta la crudeza colorista del Nuevo Hollywood para explorar, cámara en mano, el camino hacia la plenitud artística y la libertad sexual del protagonista. Podría tratarse de un sacrilegio autoral, si no fuera porque Maestro llega apadrinada, desde la producción, por los mismísimos Martin Scorsese y Steven Spielberg.

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Para sostener su poderoso arco narrativo, Maestro se aferra al buen hacer de su pareja protagonista. Por un lado, Carey Mulligan, en la piel de Montealegre, cumple con un rol, el de mujer quebradiza y resiliente. Y, mientras, Cooper brilla tanto en su registro atlético –dirigiendo impetuosamente a una orquesta sinfónica– como en el plano íntimo –alcanzando un cénit emocional en una escena en la que Bernstein resiste la tentación de confesarle a su hija (Maya Hawke) su condición homosexual–.

Así, entre la filigrana escénica, la memoria cinéfila y el virtuosismo actoral, Maestro consolida a su autor como una figura esencial del Hollywood contemporáneo.

Maestro

Dirección: Bradley Cooper.

Guion: Josh Singer, Bradley Cooper.

Intérpretes: Bradley Cooper, Carey Mulligan, Matt Bomer, Maya Hawke, Sarah Silverman.

Año: 2023.

Estreno: 6 de diciembre